El arbolado urbano se posiciona como un elemento esencial en la planificación y desarrollo de las ciudades donde la sostenibilidad y la calidad de vida son prioridades. La integración de árboles y áreas verdes no solo mejora la estética urbana, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios ambientales, sociales y económicos.
Durante la COP-15 de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Montreal, celebrada en diciembre de 2022, más de 10,000 delegados discutieron sobre el Marco Global de Biodiversidad Post-2020, destacando la importancia de los bosques para el equilibrio ecológico y la vida en la Tierra.
En el caso de los bosques urbanos, a menudo pasados por alto, se defienden como esenciales para la biodiversidad, la salud humana, la acción climática y la economía. Estos bosques no solo proporcionan hábitats para la vida silvestre y ofrecen una mayor diversidad genética que los bosques rurales, sino que también ayudan a enfriar las ciudades, estabilizar el suelo y capturar grandes cantidades de agua.
De hecho, la UNECE subrayó la importancia de integrar los árboles y los espacios verdes en las ciudades para detener la pérdida de biodiversidad. A través de la plataforma CitiesWithNature de ICLEI y el desafío «Árboles en las Ciudades» (TiCC), casi 70 ciudades se han comprometido a plantar y mantener 13 millones de árboles, promoviendo la silvicultura urbana como una solución sostenible.
Con la expectativa de que dos tercios de la humanidad vivan en ciudades para 2050, es crucial gestionar sosteniblemente los bosques urbanos para cumplir con los objetivos del Marco Global de Biodiversidad, el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Los árboles urbanos, explica UNECE, también apoyan la resiliencia local y el desarrollo sostenible, al tiempo que contribuyen a la acción climática y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por este motivo, argumentan que los árboles urbanos y periurbanos deben ser parte del plan para sostener y reconstruir la biodiversidad. Su planificación y gestión sostenible debe ser parte de un enfoque participativo e inclusivo de toda la sociedad para el Marco de Biodiversidad Post-2020.
Un dato para poner en contexto: Las superficies urbanas sombreadas por árboles pueden ser entre 11-25 °C más frescas que las superficies sin sombra en verano, protegiendo a todos los habitantes urbanos y a la biodiversidad en los ecosistemas forestales urbanos y los suelos del sobrecalentamiento.
Tal como muestra la infografía publicada por UNECE, un único árbol:
- Puede albergar a cientos de especies de insectos, hongos, musgos, mamíferos y plantas.
- Intercepta más de 15,000 litros de agua al año, mitigando inundaciones y almacenando agua para los ecosistemas locales.
- Puede producir miles de flores que proporcionan sustento a las poblaciones de insectos polinizadores, manteniendo nuestra producción de alimentos.
Pero hay muchos más beneficios que vamos a detallar a continuación.
Beneficios ambientales de los árboles urbanos
Mejora de la calidad del aire
Los árboles urbanos actúan como filtros naturales, absorbiendo contaminantes como dióxido de carbono (CO₂), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2) y partículas en suspensión. A través de la fotosíntesis, convierten el CO₂ en oxígeno, mejorando la calidad del aire y ayudando a combatir el cambio climático al reducir la concentración de gases de efecto invernadero.
Reducción del calor urbano
Las áreas urbanas suelen ser más cálidas que las zonas rurales circundantes, un fenómeno conocido como «isla de calor urbana». Los árboles proporcionan sombra y liberan vapor de agua a través de la transpiración, enfriando el aire y reduciendo las temperaturas en las ciudades. Esto mejora el confort térmico y disminuye la necesidad de aire acondicionado, reduciendo así el consumo de energía y las emisiones de CO₂ asociadas.
Conservación de la biodiversidad
Hábitat para la fauna
Los árboles urbanos proporcionan hábitats esenciales para diversas especies de aves, insectos y pequeños mamíferos. La biodiversidad urbana es crucial para mantener ecosistemas equilibrados y funcionales, mejorando la resiliencia de los ecosistemas frente a cambios ambientales y perturbaciones.
Conectividad ecológica
El arbolado urbano y los corredores verdes facilitan la conectividad ecológica, permitiendo que las especies se desplacen entre fragmentos de hábitats naturales. Esta conectividad es vital para la supervivencia de muchas especies, promoviendo la diversidad genética y la adaptación a cambios ambientales.
Beneficios sociales
Bienestar y salud mental
Numerosos estudios han demostrado que la presencia de árboles y áreas verdes en las ciudades tiene un impacto positivo en la salud mental de los habitantes. Los espacios verdes ofrecen lugares de recreación y relajación, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión. La interacción con la naturaleza también puede mejorar el estado de ánimo y aumentar la sensación de bienestar.
Fomento de la vida comunitaria
Los árboles y parques urbanos son puntos de encuentro naturales para las comunidades. Estos espacios verdes fomentan la interacción social, fortalecen los lazos comunitarios y promueven un sentido de pertenencia entre los residentes. Además, pueden ser escenarios para actividades recreativas y culturales, enriqueciendo la vida social de la ciudad.
Mejora de la estética urbana
Los árboles embellecen el paisaje urbano, haciendo que las ciudades sean más atractivas y agradables para vivir. Las calles arboladas, los parques bien cuidados y las áreas verdes contribuyen a la estética de la ciudad, mejorando la satisfacción de los residentes y atrayendo a visitantes y turistas.
Beneficios económicos
Incremento del valor de las propiedades
La proximidad a áreas verdes y árboles bien mantenidos puede aumentar significativamente el valor de las propiedades. Las viviendas situadas cerca de parques y calles arboladas tienen un mayor valor de mercado en comparación con aquellas que no tienen acceso a estos espacios.
Ahorro en costos energéticos
Los árboles ayudan a reducir las temperaturas urbanas, lo que puede traducirse en un menor uso de aire acondicionado durante los meses cálidos. Esto se traduce en ahorros significativos en los costos de energía para los residentes y las empresas.
Creación de empleo
La planificación, plantación y mantenimiento de árboles urbanos generan empleo en sectores como la jardinería, la silvicultura urbana y la gestión de espacios verdes. Además, los parques y áreas verdes pueden atraer eventos y actividades que también generan oportunidades económicas.
Gestión sostenible del agua
Reducción de la escorrentía y mejora de la calidad del agua
Los árboles urbanos desempeñan un papel crucial en la gestión del agua de lluvia. Sus raíces ayudan a infiltrar el agua en el suelo, reduciendo la escorrentía superficial y disminuyendo el riesgo de inundaciones.
Además, los árboles actúan como biofiltros, absorbiendo y filtrando contaminantes del agua de lluvia antes de que lleguen a los sistemas de drenaje y cuerpos de agua naturales, mejorando así la calidad del agua.
Conservación de recursos hídricos
En regiones con escasez de agua, los árboles pueden contribuir a la conservación de los recursos hídricos mediante la reducción de la evaporación del suelo y la mejora de la capacidad de retención de agua del suelo. Esto es especialmente importante en áreas urbanas que sufren de déficit hídrico y donde la gestión eficiente del agua es crucial.
Cubriendo solo el 2% de la tierra a nivel global, las ciudades albergan una sexta parte de la diversidad arbórea mundial, con bosques urbanos compuestos por hasta 10 mil millones de árboles y más de 100 géneros. Más del 20% de la biodiversidad aviar del mundo reside en las ciudades y sus árboles.
Cuando se planifican y gestionan como redes interconectadas que van desde áreas urbanas densas hasta los alrededores rurales, los bosques urbanos pueden ayudar a mantener sistemas ecológicos urbanos más saludables que proporcionan hábitats críticos para la biodiversidad urbana.
Volviendo a las palabras de la UNECE: “Se necesitan urgentemente compromisos e inversiones en planificación y gestión a largo plazo para sostener y expandir los muchos beneficios que los árboles urbanos proporcionan”.
