Las ciudades son los lugares donde, según un informe de la ONU, el 54 por ciento de la población mundial actual reside, y se prevé que para 2050 llegará al 66 por ciento. En ellas la gente vive, trabaja, se divierte y se desarrolla como personas. Sin embargo, el rápido crecimiento urbano ha planteado desafíos significativos en términos de inclusión, sostenibilidad e inteligencia.
Ha sido precisamente en respuesta a estos desafíos que todos los profesionales implicados en hacer surgir y crecer las ciudades han visto la necesidad de diseñar y construir áreas urbanas que sean inclusivas, sostenibles e inteligentes.
Pero, ¿qué significa cada uno de estos términos exactamente?
- Las ciudades inclusivas son aquellas que garantizan la igualdad de oportunidades y el acceso equitativo a los servicios y recursos para todos sus habitantes, independientemente de su origen, género, edad o capacidad. Una ciudad inclusiva busca reducir las desigualdades socioeconómicas y crear oportunidades para aquellos grupos marginados o vulnerables.
- La sostenibilidad urbana se refiere a la capacidad de una ciudad para satisfacer las necesidades presentes de sus habitantes, pero sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Por este motivo, este tipo de ciudades buscan reducir las emisiones de carbono, fomentar la movilidad sostenible, preservar áreas verdes y promover la eficiencia energética en los edificios y la infraestructura.
- Una ciudad inteligente utiliza la tecnología y los datos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar el funcionamiento de los servicios públicos y promover la eficiencia operativa. Es decir, aprovechan las tecnologías emergentes, como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos, para tomar decisiones informadas y mejorar la experiencia urbana de sus ciudadanos.
Cómo construir ciudades inclusivas, sostenibles e inteligentes
Construir ciudades que cumplan los tres requisitos es complejo y se necesita un equipo multidisciplinar en el que participen diferentes profesionales se adopten enfoques integrados.
- Por ejemplo, el diseño de una ciudad inclusiva implica diseñar espacios urbanos que sean accesibles para personas con discapacidades, – como los parques inclusivos – promover la diversidad cultural y social, y fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones.
- En el caso de construir ciudades sostenibles, hablamos de la adopción de prácticas de planificación urbana y construcción que minimicen el impacto ambiental, promuevan el uso eficiente de los recursos naturales y fomenten la resiliencia frente al cambio climático. Ya en el año 2021 la secretaría de estado para la agenda 2030 y el CSCAE se aliaban para avanzar en ciudades y asentamientos urbanos más sostenibles.
- Y respecto a las ciudades inteligentes, es necesaria la implementación de soluciones innovadoras en áreas como el transporte, la energía, la gestión de residuos, la seguridad y la gobernanza.
Si hablamos de una manera más general, sin embargo, hay varios puntos o enfoques estratégicos a tener en cuenta para lograr el objetivo.
Una planificación participativa
Nadie mejor que quienes van a vivir en el espacio urbano para saber qué se necesita. Es decir, hay que involucrar a la comunidad en el proceso de planificación urbana. De esta manera, se cumple algo esencial, que es garantizar que las necesidades y preocupaciones de todos los grupos sean tenidas en cuenta. Y es que, el diseño y la accesibilidad se deben poner al servicio de las personas.
La participación ciudadana puede lograrse a través de consultas públicas, talleres participativos y plataformas en línea que permitan a los residentes expresar sus opiniones y contribuir con ideas.
Diseño universal
Se deben adoptar principios de diseño universal en la planificación y construcción de los espacios urbanos. De esta manera se garantiza que sean accesibles para personas de todas las edades y capacidades. Así sucede por ejemplo con las tendencias de diseño de interiores accesibles, sumamente importante en un país como España, donde casi el 20% de la población es mayor de 65 años.
Esto implica eliminar barreras físicas y sociales, como escalones, bordillos altos y falta de señalización, y crear entornos que sean seguros y acogedores para todos.
Infraestructura verde
Integrar áreas verdes en el tejido urbano es un punto incuestionable, pues ayudan a mejorar la calidad del aire, mitigar el efecto “isla de calor” y además proporciona espacios de recreación y esparcimiento para los residentes.Que no olvidemos, deben ser accesibles para todos.
Esto puede lograrse de muchas maneras, como por ejemplo mediante la creación de parques, jardines comunitarios, jardines verticales, corredores verdes y techos verdes en edificios.
Movilidad sostenible
Uno de los objetivos de las LOD 2030 es disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire en las ciudades. O lo que es lo mismo, se debe promover el transporte público, la movilidad activa (caminar y andar en bicicleta) y el uso compartido de vehículos. De esta manera, no solo se ayuda a reducir la congestión del tráfico, también ayudamos al clima.
Para lograr una movilidad urbana sostenible, por tanto, es imprescindible la creación de redes de transporte eficientes y seguras, junto con la implementación de políticas que fomenten el uso de medios de transporte sostenibles. Todo ello, sin olvidar la importancia del barrio y el papel que juega en la sostenibilidad y en las ciudades accesibles.
Tecnología y datos
Aprovechar las tecnologías emergentes, como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos, puede mejorar la eficiencia operativa de los servicios urbanos y proporcionar información valiosa para la toma de decisiones.
Esto incluye la implementación de sistemas de gestión de tráfico inteligentes, la monitorización en tiempo real de la calidad del aire y del agua, o el uso de sensores para optimizar la recolección de residuos.
Por ejemplo, Finlandia y Madrid han unido fuerzas para convertir Madrid Nuevo Norte en un ejemplo de Smart City a nivel mundial, dentro del Programa «Ciudades Descarbonizadas».
Educación y sensibilización
No debemos olvidarnos de este punto, pues los futuros arquitectos y urbanistas deben estar concienciados desde antes incluso de serlo, como el resto de la población. Por lo tanto, fomentar la educación ambiental y la conciencia sobre la importancia de la inclusión social en la comunidad es fundamental para promover cambios de comportamiento y fomentar una cultura de sostenibilidad y respeto.
Esto puede lograrse a través de campañas de sensibilización, programas educativos en escuelas y la creación de espacios de encuentro y diálogo entre diferentes grupos sociales. Es el caso de SIKA, empresa que se suma al proyecto de concienciación ciudadana “Renovamos tu Ciudad”, en el que se ofrece a los vecinos asesoramiento y acompañamiento en todo el proceso de rehabilitación de sus edificios desde un punto de vista más sostenible.
Construir ciudades inclusivas, sostenibles e inteligentes es fundamental para abordar los desafíos del siglo XXI y crear entornos urbanos que sean habitables, equitativos y resilientes. Los arquitectos y urbanistas tienen un papel crucial que desempeñar en este proceso, mediante la adopción de enfoques holísticos y colaborativos que integren consideraciones sociales, ambientales y tecnológicas en el diseño y la planificación urbana. Solo así podremos construir ciudades que sean verdaderamente habitables para todos, hoy y en el futuro.
