El planteamiento de partida del proyecto fue buscar un buen edificio final sabiendo que la implantación inicial coexistiría con el edificio actual. En primer lugar se ocupa la parte libre del solar con un edificio en forma de “L”. Se trasladan los usos, sin interrumpir en ningún momento el servicio sanitario, se demuele el edificio obsoleto y se completa la actuación con otra “L” que abraza a la anterior, quedando entre ambas un patio ajardinado que soluciona la iluminación y vistas de los espacios de espera, al tiempo que preserva la debida privacidad.
El programa comprende en planta baja zonas de consultas, agrupadas por horarios de uso (ordinarias, urgencias, rehabilitación, atención a la mujer) y un área privada para el personal en planta primera, ocupada 24h/365d. La superficie útil es de 1330m2 y la construida de 1680m2.
La cercanía del río Ebro y su entorno han inspirado la envolvente exterior del edificio, al modo de una chopera implantada espontáneamente en la ribera. Desde la lejanía se percibe un volumen compacto, a modo de empalizada, pero el interior es un umbráculo de luces y sombras que permite la visión tamizada del exterior.
La imagen exterior viene definida por una delgada piel de chapa de acero cortain microperforada, plegada. La piel exterior evita un calentamiento excesivo en verano, sirve de mecanismo anti-intrusión, y proporciona la debida privacidad a las dependencias del centro, manteniendo las vistas desde el interior. Esta piel tan sólo desaparece en la fachada Sur, cuya intimidad queda preservada por el jardín, para permitir la captación solar. Queda vista la piel interior, oscura para minimizar su presencia. Esta misma piel interior se hace visible en la fachada Norte, para destacar la abertura de la entrada.
El proyecto se redactó en 2009, no llegando a licitarse la obra debido a la recesión económica. En 2016 el Servicio navarro de Salud lo retoma, encargando al equipo redactor la puesta al día del mismo a nivel de normativa así como la mejora de su eficiencia energética. Sin apenas cambios en la distribución interior ni en la imagen exterior, se modificaron los detalles constructivos, formato y protección solar de los huecos y sistema de instalaciones hasta lograr un edificio de consumo casi nulo, terminado dos años antes de la entrada en vigor de la normativa española que hace obligatorios este tipo de edificios.
Se trata además del primer edificio de uso sanitario certificado Passivehaus en España.
Fotografías: Varquitectos.
