fbpx
InicioProyectos de ArquitecturaUNO100 Arquitectura presenta sus dos últimas casas Passivhaus

UNO100 Arquitectura presenta sus dos últimas casas Passivhaus

Desde el estudio UNO100 Arquitectura, nos llegan dos proyectos de casas Passivhaus: la casa que mira al mar y la casa pasiva de piedra y arena. Ambos proyectos se presentan a continuación, pero antes hemos querido saber sobre los desafíos y los distintos enfoques que se han utilizado para el diseño de ambos proyectos.

Y esto es lo que el equipo de UNO100 Arquitectos nos ha contestado.

¿Cómo se abordó el desafío de integrar la eficiencia energética y la sostenibilidad en ambas viviendas, considerando las diferencias en los materiales constructivos utilizados? El sistema semi-prefabricado de entramado metálico en un caso y la madera contralaminada (CLT) en el otro?

Los clientes de ambos proyectos estaban convencidos de antemano de que querían que su vivienda fuera Passivhaus y, como Passivhaus Designers y Tradesperson, nos buscaron específicamente para ello.

En los dos proyectos se utilizan sistemas constructivos que favorecen la eficiencia energética y la rapidez y calidad constructivas, como son la madera contralaminada y el steel-frame, cuidando por supuesto todos los detalles para evitar puentes térmicos y herméticos.

Ambas viviendas hacen hincapié en la importancia de la iluminación natural y las vistas al entorno. ¿Cuáles fueron las consideraciones principales para maximizar estos aspectos en el diseño arquitectónico de cada proyecto?

La iluminación natural es imprescindible pero debe ir acompañada de una adecuada protección solar. Es increíble cuando la mejor orientación solar, la mejor ubicación de las terrazas y las vistas coinciden y en ambos proyectos lo hacen.

Notablemente, en el caso de la Casa que mira al mar, las increíbles vistas incitaban (tanto al cliente como, innegablemente, a nosotros) a abrir enormes ventanales para capturar el mar y meterlo en la casa. Para hacerlo posible con los requisitos de Passivhaus, fue necesario proyectar las vigas más de tres metros y entrevigarlas con lamas, así como buscar vidrios de muy altas prestaciones.

¿Qué principios de diseño se aplicaron en ambos proyectos para lograr una arquitectura eficiente y estéticamente integrada con el entorno?

Los conceptos de arquitectura bioclimática (la forma lógica de hacer arquitectura antes de que se inventara el aire acondicionado) son indispensables, precisamente para no tener que suplir su ausencia con un aire acondicionado más potente, mejores aislamientos, mejores ventanas, etc.

Estos conceptos son, entre otros, los que venimos comentando: buena orientación de la vivienda y adecuadas protecciones solares (que impidan el paso del sol cuando es perjudicial pero lo permitan cuando es necesario). La ventilación cruzada (controlada y nocturna) es también interesante para evacuar el calor excesivo, así como la compacidad (cuanta menos superficie de cerramiento tenga la vivienda en relación con su volumen interior, menos pérdidas de energía).

Dicho esto, somos conscientes de que la Casa pasiva de piedra y arena aumenta su fachada al quebrar unos volúmenes respecto a otros para abrirse al entorno y de que las ventanas de la Casa que mira al mar exceden lo recomendable en nuestro clima, pero también creemos que la eficiencia no debe estar reñida con el diseño ni con las premisas de quien va a disfrutarla. Se trata, como siempre, de buscar un equilibrio.

La casa que mira al mar

Casa que mira al mar

Se ha diseñado una vivienda eficiente con el sello Passivhaus y con madera contralaminada (CLT), un sistema de paneles de madera pre-industrializados considerado el “hormigón del futuro”, con muy buenas prestaciones a todos los niveles: resistencia, rapidez de montaje, baja conductividad, hermeticidad, regulación de la humedad y sostenibilidad, entre otros.

Para ganar vistas, la vivienda se eleva sobre un basamento de hormigón, que recoge el sótano, las terrazas y la piscina. El planteamiento de la vivienda es el de un “jenga”, en el que unos elementos de madera apoyan sobre otros en visible equilibrio. La casa se distribuye mediante muros paralelos de CLT, que se desdoblan con almacenamiento a ambas caras, cerrándose al norte con otros muros de CLT que los arriostran y abriéndose al sur, a la piscina infinity y a las vistas al mar mediante grandes ventanales de muro a muro de CLT.

Sobre este volumen compacto de CLT apoyan largas vigas de madera laminada que se proyectan 3,30m hacia la terraza sur, potenciando la sensación de equilibrio y conformando pérgolas, que protegen los grandes ventanales de la radiación directa del sol en verano. A norte, entre las vigas, se abren también ventanas altas que mejoran la iluminación difusa, amplían la sensación espacial y favorecen la ventilación nocturna.

Para cumplir los restrictivos requisitos de mínimo consumo energético de Passivhaus, se ha utilizado CLT como sistema constructivo, se ha hecho un análisis exhaustivo del proyecto mediante la herramienta PHPP y de todos los puentes térmicos mediante la herramienta Therm y se han optimizado todos los puntos críticos, manteniendo los grandes ventanales, premisa del proyecto, debidamente protegidos.

Casa pasiva de piedra y arena

Casa de piedra y arena

Esta casa pasiva de piedra y arena busca aunar diseño, integración paisajística y eficiencia energética de la mano de Passivhaus.

Toma la forma de tres volúmenes de cubierta a un agua, sencillos, muy reconocibles en el imaginario tradicional de una casa pasiva, de un hogar. En este proyecto se yuxtaponen y se desplazan uno respecto a otro, para favorecer la distribución interior y abrirse al exterior. El volumen intermedio y el de sur levantan su cubierta hacia norte para conseguir luz cenital. El de norte se orienta al revés y se horada con un patio de entrada.

Las fachadas de la casa pasiva se integran con el lugar, vistiéndose de los tonos del entorno, de la tierra, con piedra ocre el central y elucido color arena los laterales. Varios muros de gaviones y líneas de traviesas de madera vienen a remarcar esta seriación de volúmenes, aterrazando la parcela, creando diferentes espacios, abiertos y cubiertos por pérgolas vegetalizadas.

La casa pasiva se construye con sistema semi-prefabricado de entramado estructural metálico (steel-frame), aislado interior pero también exteriormente (S.A.T.E.), minimizando así puentes térmicos. Para evitar fugas de aire, un tablero de FINSA Superpan Vapourstop asegura la hermeticidad en los muros y la cubierta y, en el suelo, se recrece la capa de compresión de la solera ventilada.

Para reducir más los puentes térmicos y herméticos, la casa pasiva prescinde de persianas y se protege del sol mediante mallorquinas parcialmente domotizadas.

Se minimizan los recorridos de instalaciones para reducir el sobrecalentamiento y optimizarlas. La chimenea hermética, premisa de los habitantes adaptada a Passivhaus, se convierte en protagonista del salón, materializándose en piedra como el volumen intermedio de la casa pasiva en que se ubica.

Fotografías: UNO100 Arquitectos

artículos relacionados