En el corazón de Campos, en Mallorca, emerge una vivienda unifamiliar aislada que redefine los estándares de eficiencia energética y respeto ambiental. Concebida por el innovador estudio de arquitectura e interiorismo KLARQ, fundado por Kimberley Díaz y Lluís Oliva, esta residencia encarna los principios de la arquitectura Passivhaus, fusionando una reducción de consumo energético con una estética contemporánea y funcional.
Con una certificación Passivhaus Plus, esta vivienda ha logrado alcanzar un nivel de infiltraciones de aire excepcionalmente bajo, registrando apenas 0,38 ren/h a 50 Pa. Además, gracias a un generador fotovoltaico estratégicamente ubicado en el jardín, la vivienda genera anualmente aproximadamente el doble de energía que consume, estableciendo así un equilibrio virtuoso con su entorno. La concepción arquitectónica se basa en la simplicidad y la elegancia del volumen, donde el espacio surge a partir de la resolución estructural.
Integración de espacios
Orientada estratégicamente hacia el sur, las generosas aberturas permiten una integración fluida entre los espacios interiores y exteriores, facilitando la conexión con la serena piscina y el exuberante jardín que rodea la propiedad. Una pérgola inteligentemente diseñada protege del sobrecalentamiento, optimizando así el confort térmico.
La integración entre interior y exterior es una constante en el proyecto, donde cada habitación está cuidadosamente concebida para permitir una conexión directa con el entorno natural circundante. Esta apertura hacia el exterior no solo enriquece la experiencia de vida, sino que también refuerza el compromiso con la sostenibilidad y el bienestar. En el interiorismo, la elección de materiales se guía por la simplicidad y la atemporalidad, otorgando a la vivienda un carácter vernáculo y sereno. Formas puras y líneas limpias realzan la belleza intrínseca del espacio, reafirmando así el compromiso con una arquitectura que respeta tanto el medioambiente como la estética.
Eficiencia energética
La estructura de madera, combinada con aislamientos de fibra de madera y textiles reciclados, no solo garantiza un excelente comportamiento térmico, sino que también reduce significativamente la huella de carbono de la construcción. Esta elección consciente de materiales y técnicas constructivas demuestra un enfoque holístico hacia la sostenibilidad, donde la eficiencia y la responsabilidad ambiental van de la mano.
Esta vivienda no solo es un ejemplo de diseño vanguardista y funcional, sino también un testimonio vivo del potencial de la arquitectura para promover un cambio positivo en el mundo. Desde su concepción hasta su ejecución, cada aspecto de este proyecto ha sido cuidadosamente planificado para maximizar la eficiencia energética, minimizar el impacto ambiental y promover un estilo de vida en armonía con la naturaleza.
La visión de KLARQ trasciende las fronteras físicas, aspirando a un futuro donde la belleza y la sostenibilidad converjan en perfecta armonía, guiando el camino hacia un mañana más prometedor y sostenible para todos. El estudio es un referente para quienes buscan unir la funcionalidad y la estética en sus hogares y espacios de vida, con un firme compromiso con la sostenibilidad.
Fotografías: Tomeu Canyellas