El proyecto de Arquitectura Veliz proyecta un edificio que se adapta a la topografía con elevados desniveles que caracterizan la parcela. El edificio se apoya puntualmente en el terreno, con un pilar en V y un pequeño semisótano, para conseguir el menor impacto en el entorno a la vez que se minimizan las obras de cimentación y urbanización necesarias para la implantación.
Este hecho favorece el efecto de edificio que flota sobre la parcela y el terreno discurre por debajo práctica mente sin alteraciones en su topografía original. Se generan así espacios exteriores de calidad tanto en la planta baja, con la gran terraza abierta orientada al suroeste; como en la planta semisótano, con dos porches abiertos en torno a la piscina y el jardín.
La vivienda se organiza en dos plantas compactas favoreciendo la orientación suroeste donde coinciden las vistas al valle, con las ganancias solares, que permiten climatizar de manera pasiva todas las estancias vivideras. En ambas plantas, desde las habitaciones y salones se accede a dos terrazas cubiertas que conectan visualmente con el jardín.
El gran protagonista es el sistema constructivo formado por muros de hormigón armado visto y grandes espesores de aislamiento continuo en paredes, suelos y cubiertas, con una singular estructura de hormigón con rotura de puente térmico en toda la fachada y generosos paños de carpintería al suroeste.
Una importante instalación de 10kw de placas solares en cubierta con dos baterías de litio de potencia cercana a los 10Kw permite a los promotores de esta vivienda disponer de independencia energética a la vez que cargan el vehículo eléctrico en su vivienda.
Fotografías: Boris Véliz
