Liveloft desarrolla viviendas que satisfacen un nuevo estilo de vida. Se trata de un proyecto concebido y convertido en negocio por emprendedores españoles dispuestos a aportar un concepto propio para un mercado que, según ellos, superará la crisis y aumentará rotundamente sus cifras de crecimiento. Entrevistamos a sus responsables, Alejandro Mateos y Ángel Ortega.
La vivienda es la principal inversión material de la inmensa mayoría de las personas en cualquier lugar del mundo. También constituye una de las grandes ilusiones debido a su contribución a la independencia, la emancipación y el cambio de etapa en la vida. Representa, al mismo tiempo, libertad y preocupación, autoafirmación y dependencia. Políticamente se ha convertido en una bandera electoral, uniéndose a grandes palabras como dignidad e igualdad. Además, supone un motor económico primordial en nuestra economía y se lee como un indicador incuestionable del consumo financiero.
Durante muchos años la oferta de vivienda ha generado una muy relativa especialización ante la pluralidad de necesidades y deseos, lo que se debe, seguramente, a las características de esta compra. La realidad es que disponemos de un mercado considerado, por muchos, conservador, rígido y raras veces atrevido con la posibilidad de innovar en las propuestas. En nuestro país, como en otros, ha tenido que cambiar significativamente la realidad demográfica y sociocultural para empezar a tomarnos en serio vivir en lugares no convencionales. Quizá la única verdadera alternativa que tiene esperanza de éxito sea el loft, una vivienda que quita paredes, eleva techos y distribuye de forma diferente los espacios, ayudando así a compaginar dos aspectos esenciales de la vida: tener un hogar y trabajar.
Hablando de arquitectura y vivienda, las palabras un nuevo estilo de vida son un lugar común, ¿qué significan cuando se refieren a vivir en un loft?
Que alguien pueda diferenciarse por la vivienda en la que vive, trabaja y se desarrolla personalmente. En un loft se crean espacios polivalentes que la persona puede compartir con su gente sin dejar de sentirse cómoda. No hablamos de productos uniformados orientados sólo a la rentabilidad, sino de una primera vivienda con estética loft que, frente a la oferta lineal, responde a los cambios…
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