Francisca Puertas Maroto es Profesora de Investigación en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Con un doctorado en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid, sus investigaciones se centran en la físico-química del proceso de fabricación de cementos, con énfasis en el empleo de materiales alternativos (en su mayoría residuos y subproductos industriales) en el desarrollo de nuevos cementos y hormigones más sostenibles.
Con más de 200 publicaciones científicas, incluyendo artículos en revistas de alto impacto y libros especializados, así como la dirección de numerosos proyectos de investigación, ha dejado una huella significativa en el campo de los materiales de construcción. Además, su compromiso en la difusión científica se reflejó en su labor como Directora de la revista «Materiales de Construcción» (actualmente Directora Honorífica) y siendo miembro de Consejos de Redacción en otras revistas de relevancia científica internacional.
También ha desarrollado actividades relacionadas con potenciar la visibilidad de las mujeres en la ciencia y la tecnología, publicando varios libros en esta temática, y a través de posiciones ejecutivas, como Secretaria General de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas) y Vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión de Mujeres y Ciencia del CSIC.
Su trabajo se alinea con las necesidades actuales del sector de la construcción, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad. Desde hace décadas, la Dra. Puertas lidera investigaciones que buscan reducir las emisiones de CO2 asociadas a la fabricación de cementos y hormigones, así como promover prácticas más sostenibles en el sector de la construcción.
Su reciente publicación, «¿Qué sabemos de CEMENTOS Y HORMIGONES?», refleja su compromiso con la difusión y divulgación del conocimiento sobre estos materiales de construcción, y la búsqueda de soluciones innovadoras para un futuro más sostenible de dichos materiales.
En 2010, recibió el premio a la “Mejor Carrera Científica” por parte de la Sociedad Española de Materiales (SOCIEMAT).
Desde NAN Arquitectura, hablamos con ello de todo esto y más.
«El libro ha salido coincidiendo con una efeméride muy destacada, ya que en este 2024 se conmemora el bicentenario de la patente del cemento Portland»
Has escrito un libro divulgativo que habla sobre dos de los materiales más importantes y utilizados en la construcción. ¿Cuál fue el principal objetivo al escribir el libro “¿Qué sabemos de Cementos y Hormigones”? ¿Qué mensaje esperas transmitir a tus lectores?
Es un libro divulgativo, y mi objetivo ha sido dar a conocer, a todos los posibles lectores, qué son estos materiales de construcción (cementos y hormigones), que, como bien dices, son los más utilizados actualmente en el mundo. Baste decir que el hormigón es el segundo producto más empleado por el ser humano después del agua.
Pese a ello y tenerlos tan cerca y formar parte de nuestras vidas, son grandes desconocidos. También pretendía mostrar cómo, desde que el hombre dejó de ser nómada, los materiales de construcción, – ya sean adobes, piedras, ladrillos, maderas, los hormigones romanos, etc., – han estado en todas las civilizaciones y han ayudado a proteger a las personas y mejorar sus condiciones de vida. Su papel fundamental en el desarrollo de las sociedades.
Hay una sección en el libro en la que pretendo mostrar la incidencia que tienen el cemento Portland y su hormigón en el medioambiente y en el cambio climático, junto a las actuaciones que se están haciendo para revertir esta situación.
Además, aunque sea anecdótico, el libro ha salido coincidiendo con una efeméride muy destacada, ya que en este 2024 se conmemora el bicentenario de la patente del cemento Portland presentada por un albañil inglés, Joseph Aspdin. Él fue quien puso el nombre de “Portland” al producto obtenido por tener un color similar al de las tierra de la isla de Portland al sur de Inglaterra.
Tal como decías antes, existe un desconocimiento generalizado sobre estos materiales y su importancia en nuestras vidas, ¿verdad?
Desgraciadamente sí. Se desconocen los materiales de construcción previos al cemento Portland y existe una gran confusión entre lo que es un cemento y un hormigón.
Detrás de un saco de cemento Portland o de un bloque de hormigón hay mucha investigación, tecnología e innovación. Creo que es bueno que el gran público sepa que, desde hace décadas, se está trabajando y estudiando mucho en el desarrollo de nuevos materiales más sostenibles, con menor huella de carbono y con más y mejores prestaciones y aplicaciones más novedosas, lo que ha permitido hacer construcciones (rascacielos, puentes, presas, túneles, etc.) que han mejorado las comunicaciones y la vida de las personas.
«Ojalá que un libro de estas características ayude a comprender mejor y valorar a los materiales de construcción como elementos básicos en el desarrollo de las sociedades»
¿Y cómo crees que tu libro puede contribuir al conocimiento público sobre la importancia y el impacto de estos materiales en la sociedad y el medio ambiente?
He pretendido que fuera asequible a todos los públicos, obviando en gran medida la parte técnica y química que tienen estos materiales, que es mucha. Ojalá que un libro de estas características ayude a comprender mejor y valorar a los materiales de construcción como elementos básicos en el desarrollo de las sociedades.
En concreto, ¿qué te gustaría que los lectores se llevaran consigo después de leerlo?
Lo comentado anteriormente, me gustaría que valoraran la importancia que tienen estos materiales en la vida de las personas. Los tenemos tan cerca y forman parte de nuestras vidas, que no les damos la relevancia que tienen. Las casas en las que vivimos, las escuelas o universidades en las que estudiamos, los hospitales en los que nos curan las enfermedades, las carreteras, puentes, pistas de aeropuertos por los que nos movemos y viajamos, y muchos más ejemplos están hechos con hormigón de cemento Portland.
Si no existiese el cemento Portland y su hormigón, nuestras vidas serían diferentes. Me gustaría que los lectores se llevaran consigo la trascendencia de estos materiales, y que ante edificios y construcciones antiguos o modernos se fijaran en los materiales. En definitiva, que los vean otra mirada.
«El gran desafío que tiene el sector de la construcción y de sus materiales es reducir sus elevados consumos de energía y emisiones de gases de efecto invernadero»
Hablando ahora de tu carrera profesional, ¿qué te llevó a interesarte por la investigación en el campo de la físico-química del proceso de fabricación de cementos?
Como muchas cosas en la vida, llegué a la química del cemento por casualidad. Aunque estudié Química Inorgánica, y no hay nada más inorgánico que un cemento Portland, durante la carrera no me dieron ninguna noción sobre estos materiales.
Pero, por azar, empecé a trabajar como becaria en el Instituto Eduardo Torroja, dentro del grupo de la Química del Cemento. Y me apasionó por la amplia y buena química que hay en su proceso de fabricación, en las mejoras del mismo y en el desarrollo de nuevos materiales más sostenibles y con menor huella de carbono.
A lo largo de tu carrera has desarrollado una intensa producción científica, incluyendo la publicación de más de 170 artículos en revistas indexadas. ¿Cuál consideras que ha sido tu contribución más significativa en este campo?
Es difícil destacar una sola contribución. He tenido, afortunadamente, una carrera científica larga. Destaco algunos, como los estudios realizados de los que fui una de las pioneras a nivel internacional en el desarrollo de cementos activados alcalinamente o geopolimeros.
También en el estudio y comportamiento de aditivos para el hormigón y su influencia en la reología o estado fresco del mismo, y en el empleo de materiales alternativos en la fabricación de cemento Portland.
Sí me gustaría destacar que las contribuciones no son solo personales, sino de un grupo de investigación. He tenido la suerte de trabajar con grandes profesionales e investigadores con los que he aprendido mucho.
Y si hablamos de desafíos, ¿cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado en tu carrera como investigadora y cómo lo superaste?
Afortunadamente todos los desafíos científicos que he tenido en mi carrera profesional los he ido resolviendo bien, con mucho estudio y trabajo. Tuve alguno al inicio de mi carrera pero siempre estuvieron cerca compañeras y compañeros, algunos en especial, que me ayudaron a solventarlos y superarlos.
En general, ¿cuál consideras que es el mayor reto que enfrenta la investigación en la industria de la construcción en la actualidad?
Sin lugar a dudas, reducir el elevado consumo de energía y la huella de carbono asociada a la producción de los materiales de construcción y a las construcciones en general. Según datos recientes, la edificación y la construcción representan el 34% de la demanda de energía y el 37% de las emisiones de CO2 en el mundo.
Baste decir que la fabricación de cemento Portland supone entre el 7-9% del total de emisiones de CO2. Es decir, el gran desafío que tiene el sector de la construcción y de sus materiales es reducir estos elevados consumos de energía y emisiones de gases de efecto invernadero.
Muchas acciones y hojas de ruta están focalizadas en conseguir estas reducciones, tanto desde el sector empresarial como desde la investigación, por ejemplo la que realizamos en nuestro Instituto.
«En muchos cementos, las reducciones en emisiones de CO2 pueden oscilar entre un 10-50%; de ahí que se les denomine eco-eficientes y sostenibles»
Y siguiendo con este hilo, se está trabajando en el desarrollo de nuevos cementos más eco-eficientes o sostenibles. ¿Podrías compartir algunos ejemplos de estos avances y su contribución a la sostenibilidad en la construcción?
Es una línea prioritaria en nuestro grupo de investigación, que se llama, como antes dije, “Química del Cemento”. Algunos ejemplos son los denominados cementos LC3 (Limestone Calcined Clay Cement) en los que se reduce el contenido de clínker hasta un 50%. En la composición de estos cementos se incluyen calizas y arcillas calcinas (materiales ambos muy abundantes en todo el planeta).
También trabajamos en cementos activados alcalinamente o geopolimeros, en donde el contenido de cemento Portland puede reducirse hasta un 20-30%, y el resto pueden ser residuos o subproductos industriales o productos naturales (como cenizas volantes, escorias vítreas de horno alto, arcillas calcinadas, etc.). En muchos de estos cementos las reducciones en emisiones de CO2 pueden oscilar entre un 10-50%; de ahí que se les denomine eco-eficientes y sostenibles.
En el campo de los avances que se van realizando, ¿qué importancia tiene la colaboración entre diferentes disciplinas científicas en la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos de la construcción sostenible?
El lema del Instituto en el que trabajo es TECHNICAE PLURES OPERA UNICA, es decir, muchas técnicas para una única solución. La multidisciplinaridad es fundamental para llevar a buen puerto cualquier investigación e innovación en el ámbito de la construcción y sus materiales.
Los que trabajamos en el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc) del CSIC, lo tenemos siempre muy presente. Aquí trabajamos especialistas en materiales, ingenieros, arquitectos, en medioambiente, etc.
Puedes desarrollar un nuevo material más sostenible, pero tiene que ser puesto en servicio por otros profesionales. Como decía, la multidisciplinaridad es esencial en este sector de la construcción.
Adentrándonos ahora en la formación de futuros profesionales e investigadores, dado que también realizas una labor académica, ¿qué importancia tiene la tutorización y dirección de estudiantes y cómo crees que contribuye al avance de la investigación en tu campo?
Dirijo un curso denominado “Curso Química del Cemento- Tomás Vázquez” que es un curso de Alta Especialización del CSIC, donde presentamos a profesionales del sector y estudiantes de doctorado y postgrado el estado del conocimiento en el cemento y el hormigón. Es una labor muy satisfactoria.
Paralelamente trabajamos en la formación de estudiantes en nuestro ámbito como en cualquier otro ámbito de la investigación y la tecnología. Esta formación es fundamental para que el conocimiento avance y tenga futuro.
Quizás, una de la facetas más gratificantes en mi carrera científica haya sido contribuir a la formación, mediante la dirección de Tesis Doctorales y de otros trabajos, de personas que han continuado en investigación y son actualmente grandes profesionales.
«Poner en valor y resaltar el trabajo de las mujeres en la ciencia ha sido otro de mis afanes desde hace mucho tiempo»
Antes de terminar: has colaborado en libros que destacan el papel de la mujer en la transformación digital y además has formado parte de la Comisión de Mujer y Ciencia del CSIC, siendo incluso la Vicepresidenta Ejecutiva de la misma. ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que enfrentan las mujeres en la ciencia y la tecnología en la actualidad?
En efecto, poner en valor y resaltar el trabajo de las mujeres en la ciencia ha sido otro de mis afanes desde hace mucho tiempo. Creo que se ha mejorado mucho en las últimas décadas. Ahora está “casi” normalizado ver a científicas hablar de sus aportaciones y contribuciones.
Sin embargo, aún no se ha alcanzado un equilibrio de género completo y hay que seguir trabajando para alcanzar la igualdad total.
Y ahora sí, para finalizar, ¿cuál es tu visión para el futuro de la investigación en materiales de construcción y su impacto en la construcción sostenible?
Los materiales de construcción van a seguir ahí, eso es algo que todos tenemos claro. Lo que hay que conseguir, y en ello se está trabajando, es que en su fabricación no se consuma tanta energía y se reduzca al máximo la emisión de gases de efecto invernadero. Reutilizar residuos o suproductos industriales, tanto materias primas como combustibles alternativos, en la producción de clínker de cemento Portland; y reducir el contenido de este clinker en el cemento, final son aspectos que ya se están realizando pero que se deben potenciar y optimizar.
Siempre manteniendo las prestaciones iniciales y finales de los productos. Además de desarrollar nuevos cementos y por tanto nuevos hormigones más sostenibles.
Hay mucho trabajo por delante.