En el marco del evento Espacio NAN Sostenibilidad celebrado el 23 de mayo en la madrileña Torre de Cristal, Julia Gómez – prescriptora de SIKA – dio una ponencia en representación de la marca, una multinacional suiza fundada a finales del siglo XIX, que ha sido pionera en la creación de soluciones innovadoras para impermeabilización y construcción sostenible.
«El fundador de Sika, Kaspar Winkler, inventó el primer aditivo para impermeabilizar el cemento Portland, que se utilizó para los túneles del Gotardo en Suiza», relató Julia, destacando los inicios históricos de la empresa. Este producto, conocido como Sika 1, sigue estando disponible en el mercado hoy en día, demostrando la durabilidad y eficacia de sus innovaciones.
Con presencia en 103 países y un equipo de más de 33.000 personas, Gómez explicaba que Sika se ha establecido como un líder global en el sector de la construcción. En España celebra su 70 aniversario y cuenta con un centro de investigación y desarrollo en Alcobendas, Madrid. «Estamos aquí desde 1954 y en España somos 500 personas dando soporte en cualquier tipo de proyecto», mencionó Julia, invitando a los asistentes a visitar sus instalaciones.
La sostenibilidad es una prioridad clave para Sika. Gómez explicó que el 70% de los productos de la empresa tienen un impacto positivo en la sostenibilidad de los edificios. «Si utilizamos aditivos para morteros, somos capaces de reducir hasta en un 40% la cantidad de agua que hay que utilizar en el hormigón», afirmó, subrayando cómo las soluciones contribuyen a la eficiencia hídrica y energética.
Uno de los productos más destacados es la lámina Sarnafil, la primera membrana de impermeabilización del mundo certificada con el sello Cradle to Cradle. «Es una membrana de impermeabilización que, una vez que ya está desgastada, vuelve al proceso de fabricación, cerrando el círculo de la economía circular», explicó la ponente. Esta innovación permite reutilizar materiales, reduciendo así los residuos y el impacto ambiental.
Habló también de un proyecto significativo como es el programa Recover, que avanza en el reciclaje de hormigón. «Separamos el hormigón viejo en sus componentes y utilizamos ese material recuperado para producir hormigones de alta calidad». Este proceso permite reducir el contenido de cemento en los hormigones hasta en un 25%, mejorando la sostenibilidad del material.
Y destacó proyectos emblemáticos donde Sika ha dejado su huella, como el rascacielos AMP en Sídney y la fábrica de harina La Ceres en Bilbao, el primer edificio de hormigón armado en España. Con estos proyectos, demostraba cómo las soluciones de Sika pueden preservar estructuras históricas y mejorar su durabilidad.
Para finalizar, Julia enfatizó que para Sika, la sostenibilidad es sinónimo de durabilidad. «Para nosotros, sostenibilidad es sinónimo de durabilidad, es sinónimo de reducción del clinker en el hormigón y es sinónimo de cubiertas que nos ayuden a reducir el consumo energético y que hagan las ciudades más ecológicas o más verdes», concluyó.