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Cédula de habitabilidad y Certificado energético: Breve guía

Si hablamos de edificios, en muchos casos la cédula de habitabilidad y el certificado energético van de la mano. Hemos querido recopilar la información imprescindible sobre ambos, como qué son, cómo se obtienen, los requisitos que se han de cumplir… Pues a la hora de construir o rehabilitar un edificio o vivienda, son trámites que hay que tener en cuenta. 

¿Qué es la cédula de habitabilidad?

La cédula de habitabilidad es un documento que acredita que una vivienda cumple con los requisitos mínimos de habitabilidad establecidos por la normativa vigente. Este documento es obligatorio para poder vender, alquilar o conectar servicios básicos como agua, electricidad y gas. Si bien hay algunas CC.AA. que han eliminado esta obligatoriedad en algunos casos, pues hay diferentes tipos de cédulas, como veremos más adelante. 

En caso de serlo, y de acuerdo al BOE, se considera una infracción grave “la formalización de los contratos definitivos de suministros de los servicios de agua, gas y electricidad sin la preceptiva cédula de habitabilidad”

Requisitos y proceso de obtención

Para obtener la cédula de habitabilidad, la vivienda debe cumplir con ciertas condiciones que varían según la comunidad autónoma, pero que generalmente incluyen:

  • Superficie mínima.
  • Altura libre mínima.
  • Equipamiento básico (cocina, baño, ventilación, etc.).
  • Condiciones de salubridad y seguridad.

Según el Decreto 141/2012, de 30 de octubre, el que regula las condiciones mínimas de habitabilidad de las viviendas y la cédula de habitabilidad, la superficie útil mínima que puede tener una casa es de 36 metros cuadrados. Aunque también en esto hay excepciones. 

El proceso para obtenerla implica la contratación de un técnico competente (arquitecto o arquitecto técnico) que realizará una inspección de la vivienda. Posteriormente, se emitirá un informe técnico que, junto con la solicitud y el pago de tasas, se presenta en el organismo correspondiente de la comunidad autónoma para su aprobación.

La cédula de habitabilidad tiene una validez que varía entre 10 y 25 años, dependiendo de la comunidad autónoma. Una vez caducada, debe renovarse siguiendo el mismo proceso que para la primera obtención. ¿Su precio? En principio está alrededor de los 100€.

Como decíamos, en España, existen varios tipos de cédulas de habitabilidad que varían según la antigüedad y las características de la vivienda

  • Cédula de primera ocupación: Para viviendas nuevas o que han sido sometidas a una rehabilitación integral. 
  • Cédula de segunda ocupación: Para viviendas que ya han sido habitadas previamente o cuando se realiza un cambio de uso de un inmueble.
  • Cédula de habitabilidad de rehabilitación: Se exige para viviendas que, tras una rehabilitación, deben demostrar que cumplen con los requisitos de habitabilidad vigentes. Por ejemplo, existen propuestas que quieren incluir como requisitos para poder conceder estas cédulas de habitabilidad que las viviendas tengan un buen aislamiento acústico

Como inciso: es importante recordar que la regulación específica de las cédulas de habitabilidad varía entre comunidades autónomas. Por lo que para información más específica, es necesario consultar la normativa autonómica

Certificado energético
Imagen de freepik

¿Qué es el certificado energético?

El certificado energético es un documento que califica la eficiencia energética de un inmueble. Este certificado evalúa el consumo de energía necesario para satisfacer la demanda energética del edificio en condiciones normales de funcionamiento y ocupación, así como las emisiones de CO2 asociadas.

De acuerdo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, “la calificación se realiza utilizando procedimientos reconocidos, y los componentes, estrategias, equipos y sistemas que no estén en los programas disponibles deben seguir un procedimiento especial para ser considerados”. Además, la Etiqueta de Eficiencia Energética debe incluirse en todas las ofertas, promociones y publicidades de venta o arrendamiento del edificio o unidad del edificio.

Requisitos y proceso de obtención

Desde junio de 2013, el certificado energético es obligatorio para la venta o alquiler de cualquier inmueble en España. Para obtenerlo, se debe seguir el siguiente proceso:

  1. Contratación de un técnico certificador: Un profesional autorizado (arquitecto, ingeniero o aparejador), que realiza una inspección del inmueble.
  2. Evaluación energética: El técnico recopila datos sobre la construcción, las instalaciones de calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente, etc.
  3. Emisión del certificado: Con los datos recogidos, el técnico utiliza un software específico para calcular la calificación energética del inmueble, que se expresará en una escala de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente).
  4. Registro del certificado: El certificado debe ser registrado en el organismo competente de la comunidad autónoma correspondiente.

El certificado energético tiene una validez de 10 años. Al igual que la cédula de habitabilidad, una vez caducado, debe renovarse mediante el mismo proceso por el que se obtuvo.

En España el proceso para obtenerlo es estandarizado, y nos encontramos con diferentes tipos de certificados energéticos en función de varios criterios:

  • Certificado energético de edificio existente: aplica a edificios y viviendas ya existentes que se ponen en venta o alquiler. 
  • Certificado energético de nueva construcción: los edificios nuevos deben cumplir con las normativas de eficiencia energética vigentes
  • Certificado energético parcial: cuando es necesario certificar solo una parte del edificio, como por ejemplo un local comercial dentro de un edificio residencial.
  • Certificado energético de edificios públicos: sigue los mismos criterios que los de edificios privados, pero su exhibición pública es un requisito adicional.

Importancia y beneficios

En el caso de los propietarios, tener la cédula de habitabilidad y el certificado energético en regla es una manera de evitar problemas legales al vender o alquilar un inmueble. Además, el certificado energético puede ser un incentivo para los compradores o inquilinos, ya que una buena calificación puede significar un ahorro significativo en costes energéticos.

Si hablamos de los compradores y arrendatarios, estos documentos proporcionan una garantía sobre el estado del inmueble y su eficiencia energética, ayudando a tomar decisiones más informadas y seguras. Y como plus, una buena calificación energética también puede indicar menores gastos en el futuro relacionados con el consumo de energía.

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