La Inteligencia Artificial (IA) ha entrado en nuestras vidas, prometiendo una revolución en sus muchas esferas. La arquitectura es uno de estos ámbitos donde el uso de estas nuevas tecnologías ya está cambiando el sector. Diseñar un edificio, planear una edificación urbana o medir los estándares de sostenibilidad son algunos ejemplos de cómo la IA está siendo empleada.
La tecnología debe servir para conciliar la tensión entre el valor estético de los edificios y su funcionalidad. Además, debe tener en cuenta el contexto y ambiente en el que se inscriben las edificaciones. Existe una gran diversidad de herramientas, en este sentido, que ayudan a los arquitectos en su labor: BricsCAD o Blender, empleadas para el modelado 3D; Sidewalk Labs, orientado a la edificación urbana; o ClickUp, destinado a la gestión de proyectos.
Tal ha sido el impacto de esta tecnología que reputados estudios como el de Zaha Hadid ya han desarrollado sus propios programas de inteligencia artificial. En este caso, el software que han creado, LookX AI, traslada bocetos a formas arquitectónicas, interpreta diferentes tipologías de edificios o permite una gran flexibilidad en el diseño.
Sin embargo, la IA no es la primera tecnología moderna que se emplea en el diseño arquitectónico. Con la aparición de las primeras innovaciones informáticas, los arquitectos ya llevan tiempo haciendo uso de estas novedades para aplicarlas en su campo profesional. A modo de explicación, Muhammad Hegazy y Ahmed Mohamed Saleh, investigadores de la MSA University, han realizado una historia de qué tipos de tecnologías se han utilizado en cada momento.
Arquitectura y Tecnología: un breve repaso histórico
La intersección entre la arquitectura y la tecnología se ha profundizado a lo largo del tiempo gracias al desarrollo de herramientas tecnológicas cada vez más avanzadas. Desde la introducción de programas de diseño asistido por computadora (CAD) en las décadas pasadas hasta la actualidad, donde la realidad virtual (RV) y la impresión 3D están revolucionando la forma en que los arquitectos visualizan y construyen sus proyectos.
La incorporación de software especializado ha permitido a los arquitectos explorar y experimentar con diseños de manera más rápida y eficiente, optimizando el proceso de creación y permitiendo una mayor precisión en la planificación de proyectos. Además, la tecnología BIM (Building Information Modeling) ha facilitado la colaboración entre diferentes equipos de trabajo, integrando datos y permitiendo una gestión más efectiva de la información a lo largo de todo el ciclo de vida de un edificio.
Con el advenimiento de la inteligencia artificial (IA) y el internet de las cosas (IoT), la arquitectura está ingresando en una nueva era de innovación. Desde la implementación de sistemas inteligentes de iluminación y climatización hasta la creación de edificios totalmente interconectados y autosuficientes, la tecnología continúa desafiando los límites de lo que es posible en el campo de la arquitectura. En resumen, la evolución de las herramientas tecnológicas está transformando profundamente la manera en que concebimos, diseñamos y construimos los espacios que habitamos.
Un modelo 3D para diseñar el Guggenheim
En el estudio de la MSA University que mencionábamos antes, se explica que, en un primer momento, se empleó lo que se conoce como diseño computacional, lo que permitía visualizar en 3D el modelo de los edificios. Frank Gehry, por ejemplo, usó el programa CATIA para diseñar el Guggenheim de Bilbao. El arquitecto canadiense pudo visualizar y controlar las complejas curvas de su diseño, lo que permitió crear uno de los edificios más icónicos de la ciudad.
Diseño tecnológico en el estadio olímpico de Münich y la Ópera de Guangzhou
De forma similar, Frei Otto utilizó el diseño computacional para elaborar el techo del Estadio Olímpico de Múnich. En este caso, los programas empleados fueron de gran ayuda para calcular la geometría exacta del edificio, garantizando la complejidad y eficiencia del mismo.
Posteriormente, se introdujo el diseño paramétrico en arquitectura, lo que permitió crear formas dinámicas y adaptables. El citado estudio de Zaha Hadid se valió de esta tecnología para el diseño de la Ópera de Guangzhou. Esto permitió introducir los paneles de la cubierta que reaccionan al cambio en el medio ambiente.
¿Cómo se emplea la Inteligencia Artificial en el diseño?
La IA es la simulación de las habilidades cognitivas humanas. Esta tecnología puede aprender de una gran variedad de datos, gracias a los algoritmos y los modelos probabilísticos. Existen diversas inteligencias artificiales que funcionan de forma diferente a la hora de diseñar un edificio. Los algoritmos evolutivos, la inteligencia de enjambre o las redes neuronales artificiales son algunos ejemplos de cómo la IA funciona.
Quizá, el sistema más conocido por el público es MidJourney. Es un modelo conocido como text to image, por el cual la IA es capaz de traducir en imágenes aquello que le escribimos. La ventaja de este software es que ofrece imágenes mucho más artísticas y de mayor calidad, respecto a otros competidores como DALLE-E.
El arquitecto Cesare Battelli juega con esta tecnología al plantear edificaciones fantasiosas y con un alto valor estético. De esta forma, se exploran los límites posibles del diseño arquitectónico. Si bien es cierto que las imágenes que presenta Battelli son complicadas de trasladarlas a un plano realista, otros arquitectos, como Tim Fu, quien trabaja para la firma de Zaha Hadid, ha mostrado diseños donde se reinterpreta estilos como el renacentista o crea edificios con motivos biológicos y naturales.
Otras aplicaciones de la IA en arquitectura
Sin embargo, el uso de la IA para el diseño va mucho más allá de la generación de imágenes sugerentes. Como destacan Hegazy y Saleh en su investigación, estas innovaciones han sido empleadas en el diseño de las techumbres para calcular y observar la variación lumínica dentro de los edificios. También puede ser aplicada en campos como la morfogénesis, que estudia los procesos y patrones que dan forma a los edificios, para comprender mejor cómo las construcciones se inscriben en el entorno.
Igualmente, estas tecnologías se usan para diseñar los planos de los edificios. Por ejemplo, la IA puede ayudarnos a la hora de zonificar un edificio: saber de mejor manera dónde deben ubicarse las diferentes habitaciones, observar por qué lugares transitan más las personas, o aprovechar de forma más eficiente el espacio disponible.
Como hemos visto, los arquitectos siempre han hecho uso de los últimos avances tecnológicos en el diseño y construcción de sus edificios. La IA, la más reciente y ambiciosa de estas tecnologías, todavía plantea algunas dudas y retos en este sentido. No obstante, lo que la historia ha probado es que los profesionales son capaces de explotar sus posibilidades. Todavía estar por ver cuáles son los grandes edificios que nos depara en el futuro, gracias al uso responsable de la IA.
