La inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una herramienta cada vez más relevante en el campo de la arquitectura, transformando significativamente los procesos creativos y de diseño. En el marco del evento Espacio NAN, organizado el pasado 14 de marzo en el Hub de XTalento de Fundación ONCE, Arik y Erik Detisov del Estudio Lamela ofrecieron una visión detallada sobre cómo están aplicando esta tecnología en su práctica arquitectónica.
Según los hermanos Detisov, la IA se basa en una recopilación de datos virtual que permite categorizar y separar información. Esto se traduce en la capacidad de reconocer patrones y utilizar una amplia base de datos para generar propuestas de diseño personalizadas. En palabras de los ponentes, «nos permite cargar al sistema de ciertos patrones».
Una de las ventajas clave de este enfoque es la relación calidad-tiempo. La IA permite crear imágenes de alta calidad en cuestión de minutos, reduciendo drásticamente el tiempo necesario para presentar múltiples propuestas a los clientes. Como señalaron los Detisov, «consigue que el cliente esté satisfecho antes de tiempo y podamos enfocar el proyecto con bastante antelación».
«Podemos generar en minutos diferentes opciones del edificio para ver qué es lo que más nos interesa de cara al cliente»
Además, recalcaban que la evolución de las tecnologías ha permitido a la IA generar imágenes realistas con una amplia variedad de acabados de materiales y soluciones de iluminación. Esto facilita la creación de representaciones visuales atractivas y detalladas, que van desde interpretaciones artísticas hasta renders fotorrealistas. Según los ponentes, «nos permite interpretar cómo entra la luz, incluso incluir vegetación en los proyectos y que se vea realista el acabado de render final».
Aplicación práctica del uso de IA en el proceso creativo de Estudio Lamela
Arik y Erik ilustraron cómo la inteligencia artificial se integra en el proceso creativo arquitectónico desde sus etapas iniciales hasta la presentación final del proyecto. Este enfoque no solo agiliza el trabajo, sino que también amplía las posibilidades de exploración y diseño.
En primer lugar, la IA permite la generación rápida de ideas y la creación de esbozos iniciales. Según los ponentes, «para ir probando la geometría de un diseño, podemos generar en minutos diferentes opciones del edificio para ver qué es lo que más nos interesa de cara al cliente». Esta capacidad de producir múltiples propuestas en poco tiempo proporciona a los arquitectos una amplia base para la toma de decisiones.
Una vez seleccionado un diseño preliminar, la IA facilita la creación de modelos 3D detallados y renders realistas. Esto permite a los arquitectos visualizar el proyecto desde diferentes perspectivas y realizar ajustes según sea necesario. Tal como mencionaron a lo largo de su exposición, «antes esto era un trabajo de entre 2 y 3 meses, conseguir un diseño que le gustase y le satisfaciese al cliente. En este caso tardamos dos días».
El proceso de diseño se beneficia aún más de la capacidad de la IA para interpretar y mejorar las representaciones visuales. Desde la inclusión de elementos humanos en las maquetas hasta la manipulación de la iluminación y los acabados, la IA proporciona a los arquitectos un conjunto versátil de herramientas para crear presentaciones impactantes y convincentes.
Lo que quisieron transmitir, por tanto, es que la aplicación práctica de la inteligencia artificial en el proceso creativo arquitectónico no solo acelera el desarrollo de proyectos, sino que también fomenta la innovación y la experimentación. Como expresaron Arik y Erik, «esto se va a ir concretando con los años y los gremios van a ser cada vez más detallistas y con muchísima base de datos, con detalles constructivos que solucionarán los problemas actuales».
«El idioma en el que hay que hablarle a la IA para que represente lo que queremos crear puede ser un factor limitante»
Desafíos y limitaciones
A pesar de las ventajas evidentes, la integración de la inteligencia artificial en el proceso creativo arquitectónico enfrenta varios desafíos y limitaciones que requieren atención y soluciones.
Uno de los principales desafíos es la especialización de las herramientas de IA. Los hermanos Detisov señalaron que «quizá estas herramientas de momento, como es algo novedoso, no están dedicadas en especial a cierta categoría, o a cierto gremio. Por ejemplo, no están súper adaptadas a la arquitectura ni a la ingeniería«. Esta falta de adaptación específica puede llevar a resultados abstractos y poco precisos, lo que limita su utilidad.
Otro obstáculo importante es el idioma. Como mencionaron los ponentes, «el idioma en el que hay que hablarle a la IA para que represente lo que queremos crear puede ser un factor limitante». Las herramientas de IA requieren comandos y descripciones específicas para generar resultados deseados, lo que puede ser complicado y requerir un aprendizaje continuo por parte de los usuarios.
«Esta base de datos es nuestra responsabilidad, digamos, controlarla, interpretarla bien»
Además, las soluciones constructivas presentan un desafío significativo para la aplicación práctica de la inteligencia artificial en la arquitectura. Aunque las herramientas de IA pueden generar representaciones visuales impresionantes, carecen de la capacidad de proporcionar soluciones técnicas detalladas.
Y es que, tal como señalaron, «las aplicaciones no tienen esa base técnica, no te dan una solución técnica a un problema, tú se lo pides, te muestra una imagen muy atractiva. Pero si nos fijamos en detalle, no está resuelto el falso techo de madera«, explicaban poniendo como ejemplo una imagen generada por IA. Esta falta de detalles constructivos, explicaban, puede limitar la utilidad de la IA en la fase de diseño final y la ejecución del proyecto.
Perspectivas futuras
A pesar de los desafíos, los ponentes expresaron optimismo sobre el futuro de la integración de la inteligencia artificial en la arquitectura y delinearon algunas perspectivas prometedoras.
En primer lugar, destacaron la responsabilidad de controlar e interpretar adecuadamente la vasta base de datos proporcionada por la IA. Como mencionaron, «esta base de datos es nuestra responsabilidad, digamos, controlarla, interpretarla bien. Y creemos que tiene que dar su fruto». Reconocen que, si se maneja correctamente, esta riqueza de información puede ser una herramienta poderosa para los arquitectos en la creación de diseños innovadores y eficientes.
Además, ambos hermanos compartieron su visión de que la IA no solo beneficiará la visualización arquitectónica, sino que también será invaluable en proyectos más técnicos y complejos. «Nos ayudará en todo tipo de proyectos de ingeniería y de gran envergadura para crear ciudades inteligentes», afirmaron.
Su visión de un futuro donde la IA juega un papel central en el diseño y desarrollo de entornos urbanos avanzados resalta el potencial transformador de esta tecnología en el campo de la arquitectura y la planificación urbana.
