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Cómo abrir un estudio de arquitectura: Guía paso a paso

Como en cualquier otro sector, hay que pensarlo siempre muy bien y tenerlo todo bien atado, antes de dar el paso y montar tu propia empresa. Abrir un estudio de arquitectura no es una excepción, motivo por el cual desde NAN hemos querido crear este paso a paso desde cero, para ayudarte a organizarte así como a tener una visión más clara de lo que necesitas. 

Hace falta tener experiencia

Y no solo como arquitecta o arquitecto, eso se sobreentiende. Tendrás que haber obtenido la licencia de arquitecto, estar colegiado y haber trabajado en la industria para adquirir experiencia.

Pero es que además de todo eso, tendrás que gestionar personas (desde las que trabajen contigo a proveedores para la oficina, por ejemplo), equipos, finanzas, muy probablemente trabajar una estrategia de marketing digital (tener una web, un portfolio online, al menos una red social) y muchas cosas más

Incluso si tienes a tu disposición a un equipo de profesionales trabajando para ti, tendrás que tomar decisiones respecto a determinadas circunstancias. Algunas puede que no sean fáciles. Y puede que en muchos de estos aspectos, a pesar de tener experiencia en la arquitectura, tengas que aprender a medida que va pasando el tiempo

¿Hay que estar colegiado para tener un estudio de arquitectos?

Queremos responder a esta pregunta antes de nada, porque es fundamental. Y la respuesta es, sí. 

Tal como indica el Colegio Superior de Arquitectos de España: “La colegiación es un requisito obligatorio para el ejercicio profesional de arquitecto. La Ley de Colegios Profesionales tras la reforma derivada de la Ley 25/2009 “Ley Ómnibus” establece en su artículo 3.2 la obligación de colegiación para el ejercicio profesional”. Toda la información está disponible en este enlace

Te podemos adelantar dos cosas: 

  1. Que tendrás que hacerlo en el Colegio de Arquitectos que te corresponda en base al domicilio donde vaya a abrirse el estudio
  2. Y que de unas comunidades a otras, las cuotas de colegiado pueden variar.

Dispón de un plan de negocios

Abrir tu propio estudio de arquitectura implica que tienes un negocio. Y por lo tanto, sí, hay que tener un plan de negocio. En él debes incluir varios puntos: 

  1. La visión y misión de tu marca. ¿Para qué estás aquí? ¿Qué aporta tu estudio? ¿Qué te hace diferente al resto?
  2. Quiénes son la competencia. Puedes empezar por preguntas básicas como: ¿estás en una ciudad grande o pequeña? ¿Qué tipo de servicios se demandan? ¿Hay muchos estudios de arquitectura cerca? ¿Qué tipo de servicios ofrecen?
  3. Cuál es el mercado objetivo de tu negocio de arquitectura. Es decir, ¿cómo es tu cliente ideal? ¿A quién te vas a dirigir como profesional de la arquitectura?
  4. Los servicios que vas a ofrecer, así como tu estrategia de precios para los mismos. Esto dependerá mucho, precisamente, de la competencia. 
  5. Los objetivos que debe cumplir el estudio, teniendo en cuenta todo lo demás.
  6. La estrategia de marketing que hemos mencionado antes. 
  7. Y por supuesto, las proyecciones financieras

Y es que hay varias opciones que puedes tener en cuenta a la hora de decidir la estructura legal de tu estudio de arquitectura. Puedes optar por ser un autónomo, una sociedad limitada S.L, una sociedad de responsabilidad limitada, entre otras opciones. 

Es un tema muy serio, como seguro sabes. Por lo que te aconsejamos que consultes a un abogado y/o cualquier otra figura profesional que te ayude a determinar cuál es la mejor opción para ti. De esta manera, te vas a asegurar de cumplir con todos los requisitos legales y fiscales, evitando sorpresas desagradables o consecuencias indeseadas.

Licencias y permisos

Siguiendo con el tema legal, pero en otra vertiente, necesitas saber los requisitos de licencias y permisos necesarios para operar un estudio de arquitectura en tu área. Es importante que te asegures de cumplir con todas las regulaciones locales y nacionales.

Lo mejor es que te pongas en contacto con un asesor que te indique. Ya sea independiente o informarte si en el colegio donde te has colegiado pueden ayudarte. El propio CSCAE tiene un apartado sobre legislación que te puede servir. 

Pero en principio, las licencias y permisos para abrir un estudio de arquitectura incluirían: 

  • Licencia de actividad: Debes obtener una licencia de actividad comercial del ayuntamiento correspondiente al lugar donde se ubicará tu estudio de arquitectura.
  • Licencia de apertura: También conocida como licencia de funcionamiento, esta autorización es necesaria para iniciar cualquier tipo de actividad comercial en un local determinado.
  • Registro en el Colegio de Arquitectos: Es obligatorio estar registrado en el Colegio Oficial de Arquitectos de la región donde se ejercerá la actividad profesional.
  • Alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE): Dependiendo del tamaño de tu estudio y otros factores, es posible que necesites darte de alta en el IAE, que es un impuesto municipal sobre actividades económicas.
  • Inscripción en el régimen de autónomos: Si vas a trabajar por cuenta propia, deberás darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social.
  • Cumplimiento de normativas urbanísticas y de seguridad: Asegúrate de cumplir con las normativas urbanísticas locales y los requisitos de seguridad y accesibilidad en el lugar donde establecerás tu estudio.
  • Autorización de licitación pública (opcional): Si planeas participar en concursos públicos de arquitectura, es posible que necesites ciertas autorizaciones adicionales.

Y estamos hablando de la apertura. Posteriormente, en función del tipo de servicio, ten en cuenta que también puede tener sus propias legalidades

Seguro de responsabilidad civil

Debido a la naturaleza del trabajo de arquitectos y las posibles contingencias que pueden surgir durante el desarrollo de proyectos de construcción, el estudio necesitará tener un seguro de responsabilidad civil. Este tipo de seguro proporciona una protección vital en caso de que ocurran errores, omisiones, negligencias o cualquier otra situación que pueda resultar en reclamaciones legales por parte de terceros.

De esta manera, el seguro de responsabilidad civil ayuda a cubrir los costes asociados con reclamaciones legales, indemnizaciones, honorarios legales y otros gastos derivados de posibles litigios, lo que brinda una protección financiera invaluable para el estudio de arquitectura y sus clientes.

Elige tu lugar de trabajo

Encuentra un lugar y el espacio adecuado para tu estudio. A lo mejor, para empezar, puede ser un espacio en tu propio domicilio; puedes elegir un espacio compartido en un coworking  o una oficina independiente. 

En cualquiera de los casos, asegúrate de que sea funcional y sobre todo, cuando estás empezando y hasta que arranques, tendrás que encontrar un equilibrio entre precio, necesidades y eficiencia.

Realmente, cada situación es distinta. No es lo mismo abrir un estudio de arquitectura en solitario, que con socios; sin disponer de financiación, solo con ahorros, o bien si has podido pedir un préstamo, ya sea familiar o a una entidad financiera. 

Por eso es importante tener en cuenta en tu plan de negocios los costes y las prospecciones financieras, para poder saber hasta dónde puedes invertir en tu espacio de trabajo y sus infraestructuras. Pero en general, a no ser que estés respaldado por una buena cantidad de dinero, lo mejor es intentar minimizar los gastos todo lo posible. 

Equipación y software

Adquiere el equipo y software necesarios para tu trabajo, como ordenadores, software de diseño, impresoras, mobiliario de oficina, etc. Y sobre todo, tenlo en cuenta a la hora de calcular los gastos para la apertura del estudio. 

Dentro de la equipación, hablamos, por supuesto tanto ordenadores de mesa como portátiles, que tienen que ser lo suficientemente potentes como para poder utilizar, en muchas ocasiones, varios programas a la vez

Y hablando de programas, aquí tienes una breve lista de los que debes considerar para tu estudio: 

  • Software de diseño asistido por computadora (CAD), para crear planos, diseños y modelos tridimensionales de edificios y estructuras.
  • Software de renderizado, para generar imágenes fotorrealistas y visualizaciones de los proyectos arquitectónicos.
  • Software BIM (Building Information Modeling), para crear modelos 3D inteligentes y gestionar la información de todo el ciclo de vida de un edificio, desde el diseño hasta la construcción y el mantenimiento.
  • Software de gestión de proyectos, que ayudan a planificar, coordinar y controlar los proyectos arquitectónicos, gestionando recursos, plazos y presupuestos.
  • Software de edición de imágenes y diagramación, para retocar imágenes, crear presentaciones y elaborar documentación gráfica.
  • Herramientas de análisis y simulación, que permiten evaluar el rendimiento y la viabilidad de los proyectos.

Todos ellos y sus correspondientes licencias, conllevan, como decíamos, otro gasto. Así que elige con cuidado y empieza con lo imprescindible o si es necesario, con las opciones más rentables para ti en este momento. 

Para más información, te recomendamos otros dos artículos publicados en NAN: 15 herramientas de IA ideales para arquitectura y diseño y las 8+1 mejores herramientas de modelado 3D para arquitectos y diseñadores.

Socios, ¿sí o no?

Lo más tentador a la hora de montar un estudio de arquitectura por tu cuenta puede ser hacerlo tú contigo mismo. Nadie te dice qué hacer, no hay que debatir, las decisiones las tomas tú, así que son rápidas, eres la reina o el rey. Pero precisamente por eso, todo depende de ti. Y si sale bien o si sale mal, es cosa tuya

Hay gente que trabaja mejor así, en solitario, asumiendo todos los riesgos y responsabilidades. Si esa persona eres tú y tienes la posibilidad de hacerlo, adelante. Pero si no eres esa persona, entonces necesitas elegir unos socios para tu estudio.

Lo primero que se nos pasa a todos por la cabeza a la hora de empezar un viaje de cualquier tipo es la de rodearnos de gente conocida. Por ejemplo, compañeros o compañeras de la carrera de arquitectura. Pero cuidado, porque esto no siempre sale bien

No se trata solo de abrir el estudio con gente con la que te llevas bien, sino que debe ser alguien que esté tan comprometido como tú con la idea de llevar el estudio adelante: la inversión, el tiempo que se le tiene que dedicar, etc. 

Por no hablar de que se van a tener que tomar muchas decisiones de forma conjunta. Hay que compartir la visión del estudio, los valores… es preferible que veáis la arquitectura de la misma manera. No tendría sentido, por ejemplo, si por tu parte estás muy comprometida en arquitectura sostenible pero tu socio no le da ninguna importancia. Seguramente sea origen de conflictos. 

Equipo de profesionales

Con o sin socio, en el estudio estarán implicadas más personas. Tanto si de primeras es un equipo grande como pequeño, hay algunas consideraciones que son “universales” y que pueden servirte de pequeña guía: 

  • Busca profesionales con experiencia sólida en proyectos similares a los que se pretenden abordar en el estudio. Además, es importante evaluar su capacidad para adaptarse a diferentes desafíos y resolver problemas de manera eficiente.
  • Es esencial que los miembros del equipo puedan trabajar de manera colaborativa y comunicarse efectivamente entre sí a la hora de compartir ideas y para alcanzar objetivos comunes.
  • Valora la capacidad del equipo para generar ideas innovadoras y soluciones creativas a los problemas de diseño y construcción. Contar con profesionales capaces de pensar fuera de lo convencional puede marcar la diferencia.
  • Es fundamental que el equipo esté comprometido con altos estándares de calidad en su trabajo y que actúe de manera ética en todas sus interacciones profesionales. Estos son aspectos clave para mantener la reputación y la credibilidad del estudio de arquitectura. Sobre todo cuando está empezando, como es el caso, y hay que hacerse un nombre y una imagen.
  • Busca un equipo diverso en términos de habilidades, experiencias y perspectivas, para poder abordar una amplia gama de proyectos. Las diferentes fortalezas y áreas de especialización pueden potenciar la capacidad del estudio para ofrecer soluciones integrales y bien fundamentadas.

Facturación y honorarios

Si decides abrir tu estudio de arquitectura, debes tener en cuenta que vas a tener una serie de costes fijos y variables para cada proyecto, que dependerán de diversos factores, como el tamaño y la complejidad del proyecto, la ubicación geográfica, y las necesidades específicas del cliente. 

Vamos a ver algunos ejemplos a continuación.

Costos Fijos

  • Alquiler o hipoteca del espacio de trabajo del estudio de arquitectura.
  • Salarios y honorarios del personal permanente del estudio, como arquitectos, diseñadores, y personal administrativo.
  • Gastos generales, como servicios públicos, seguros, impuestos y otros costos operativos recurrentes.
  • Licencias de software y herramientas tecnológicas utilizadas en el desarrollo del proyecto.
  • Gastos de marketing y publicidad para promover el estudio y sus servicios.
  • Cuotas de afiliación a colegios profesionales, asociaciones y otros organismos relevantes.
  • Costes de formación y desarrollo profesional del personal del estudio.

Costos Variables

  • Honorarios por servicios profesionales específicos, como diseño conceptual, planificación urbana, gestión de proyectos, y supervisión de la construcción.
  • Gastos de consultoría externa, como ingenieros estructurales, consultores de sostenibilidad, y expertos en diseño interior.
  • Costos de materiales y suministros necesarios para la elaboración de los planos y maquetas, así como para la construcción del proyecto.
  • Gastos de transporte y desplazamiento relacionados con reuniones con clientes, visitas al sitio, y otras actividades profesionales.
  • Honorarios legales y costos asociados con la preparación de contratos, licencias y otros documentos legales necesarios para el proyecto.
  • Costos de impresión, presentación y promoción del proyecto ante clientes potenciales, inversores y autoridades reguladoras.

Ten una estrategia para captar clientes

Un estudio de arquitectura nuevo no se puede quedar sentado a esperar que le lleguen encargos o clientes. A no ser que ya tengas contactos en el sector por los motivos que sean. Pero lo normal y lo más aconsejable es trazar una estrategia para conseguir clientes.

Algunos de los puntos que pueden determinar esta estrategia son: 

  1. Marcar la diferencia. Por ejemplo, especialízate en un tipo concreto de proyectos. O crea una imagen de marca muy potente.
  2. Trabajar el marketing. Tanto digital, con una página web y redes sociales; como el offline “de toda la vida”.. 
  3. El networking. Acude a eventos de arquitectura en los que puedas conocer a potenciales clientes o en los que conocer a otros arquitectos con los que establecer colaboraciones.
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