El año 2024 llegará con novedades en diferentes aspectos y la construcción y la arquitectura no pueden ser menos porque el nuevo año promete ser testigo de innovaciones y nuevas tendencias y de otras de los últimos años que se van a ir asentando.
Un nuevo año que estará marcado por el cambio de aquellas prácticas de construcción más tradicionales para avanzar hacia enfoques más modernos y sostenibles. Algo importante, ya que gran parte del parque edificado del país todavía consume más recursos de los necesarios y el modelo de construcción sostenible será esencial para mitigar el impacto negativo en el medio ambiente.
Desde Sto, fabricante de soluciones integrales para el diseño y especializada en la construcción, nos dan las claves de las tendencias que veremos en este nuevo año 2024 y que darán forma al paisaje arquitectónico y constructivo.
Diseño biofílico
Los espacios interiores y exteriores seguirán teniendo como protagonista la naturaleza, una tendencia que ha estado presente durante los últimos años y que ha venido para quedarse, tal y como podremos comprobar en el nuevo año.
Esta tendencia se centra en la conexión de la naturaleza con el bienestar físico y mental de las personas, ayudando a rebajar los niveles de estrés y mejorando el confort.
La vegetación en las fachadas exteriores es un factor fundamental para contrarrestar los efectos del cambio climático y las islas de calor en las zonas urbanas, contribuyendo así a la obtención del aislamiento térmico y acústico adicional. Pero hablar de naturaleza no es solo hablar de plantas, sino también de la luz natural que debe de entrar tanto a las viviendas como a los edificios corporativos, así como los espacios al aire libre.
Microliving
Como ya habló Carmen Fernández en el artículo «Modelos de convivencia en la ciudad centrados en la persona», en la actualidad, el 56% de la población mundial vive en ciudades y se espera que para el 2050, siete de cada diez personas sean urbanitas, también debido al aumento progresivo de la población. Así pues, este incremento demográfico tiene y tendrá un impacto significativo en la planificación de las ciudades.
Los conceptos de “small living” o “microliving” se empezarán a escuchar porque son espacios que buscan ser multifuncionales, y centrados en los usuarios. Se trata de lugares que están bien conectados con las necesidades del día a día (trabajo, hospitales, centros deportivos…) para fomentar el desplazamiento a pie, o en bicicleta. Estos espacios flexibles ponen de relevancia un cambio en el estilo de vida, donde una vivienda deja de ser un espacio exclusivamente para dormir y se convierte en un lugar donde trabajar y dedicar al ocio.
Sostenibilidad
La conciencia medioambiental está cada vez más integrada en la mentalidad de los ciudadanos, por ello en el 2024 seguirá siendo una prioridad también en el mundo de la construcción y de la arquitectura.
Y es que, hoy en día, el impacto energético en este sector es muy significativo, ya que los edificios son responsables de alrededor del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para contrarrestar este impacto, el uso de materiales sostenibles y el diseño eficiente en términos de energía, así como la integración de tecnologías verdes serán esenciales para reducir la huella de carbono que emite esta industria.
Nuevas tecnologías
El mundo de la construcción y de la arquitectura no dejará de lado la integración de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual y la fabricación en 3D, ya que están transformando la forma en que se diseñan y se construyen los edificios actuales.
El uso de estas tecnologías ofrece una ventaja competitiva a la hora de generar proyectos más seguros, reducir y optimizar recursos, así como aumentar la eficiencia. En concreto, la IA ofrece la oportunidad de recopilar datos de manera más precisa y con el BIM, modelado de información para construcción o building information modeling, forman un equipo con gran potencial.
Rehabilitación y reutilización
La renovación y reutilización de edificios existentes continuará siendo tendencia para el próximo año. En línea con los objetivos de sostenibilidad, cada vez más se intenta dar una nueva vida a los edificios antiguos, conservando el patrimonio y reduciendo el desperdicio y la generación de residuos derivados del proceso de demolición.
Los colores que predominarán en la decoración
A nivel decoración e interiorismo, parece que el 2024 traerá consigo tonos vibrantes a la par que elegantes. Los verdes, azules, amarillos y rojos quemados se mezclarán con los ya clásicos tonos piedra, beiges y marrones.
Además, desde Célere coinciden que entre las tendencias de colores para decoración encontraremos tonos como el verde oliva y el terracota, aportando calidez y conexión con la naturaleza. El azul marino y el gris piedra continúan en la cima, proporcionando elegancia atemporal. Asimismo, los colores brillantes, como el coral, el rosa o el amarillo, entran en juego como tonos a destacar en paredes y objetos decorativos.
