El proyecto de restauración de Granxa do Outeiro, dirigido por MOL Arquitectura, se centra en la preservación y revitalización de un patrimonio histórico con un enfoque respetuoso y sostenible. Su trabajo va más allá de una simple renovación física. El estudio ha logrado un equilibrio exquisito entre conservar la memoria histórica y adaptar el espacio a las necesidades contemporáneas, asegurando que Granxa do Outeiro siga siendo relevante y funcional en el mundo moderno.
Respeto por el pasado en Granxa do Outeiro
La principal consigna del proyecto de MOL Arquitectura ha sido mantener la autenticidad y el carácter de la Granxa do Outeiro. Esto se refleja en la decisión de conservar su uso original como vivienda y en la cuidadosa elección de materiales y técnicas de construcción. Se ha hecho especial hincapié en la utilización de materiales tradicionales y autóctonos, como la madera y la piedra, y se ha optado por una paleta minimalista que busca un equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo.
El diseño arquitectónico gira en torno al patio principal, que actúa como un ágora, conectando los diferentes espacios: la vivienda, la bodega, los aseos y la capilla. Este espacio no solo sirve como núcleo físico del proyecto, sino también como un simbolismo de la unión entre el pasado y el presente.
Un aspecto destacable es cómo el proyecto maneja el agua. Se utiliza piedra de la propia parcela para la conducción del agua desde la fuente, creando cuencos decorativos de acero, que aportan estética y también un agradable sonido ambiental.
La recuperación de los viñedos y parrales con variedades autóctonas y el uso de métodos de plantación tradicionales, refuerzan este enfoque de respeto por la historia y la naturaleza del lugar.
Sostenibilidad: un pilar fundamental
En consonancia con las corrientes más innovadoras de la arquitectura y el urbanismo sostenible, el proyecto presenta la integración de prácticas ecológicas. Central a su diseño es un sistema geotérmico para la calefacción y el agua caliente sanitaria, una elección que eleva su eficiencia energética. Este enfoque aprovecha la energía almacenada en el subsuelo, ofreciendo una solución eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
En un esfuerzo por fomentar la reducción de emisiones, el proyecto también ha incorporado células fotovoltaicas de última generación. En línea con esta orientación hacia la sostenibilidad, todas las luminarias del proyecto utilizan tecnología LED, una decisión que destaca por su bajo consumo de energía y su mínima emisión de carbono, garantizando una iluminación eficiente y de bajo impacto ambiental.
En cuanto a los materiales de construcción, el proyecto demuestra una cuidadosa selección que refleja un respeto profundo por el entorno natural. La madera utilizada, con certificación del Forest Stewardship Council (FSC), asegura que su origen es de bosques gestionados de manera sostenible. El uso de corcho y fibras de madera para el aislamiento subraya aún más este compromiso ecológico, ofreciendo excelentes propiedades tanto térmicas como acústicas, además de ser materiales con una huella ecológica reducida. Estas elecciones, en conjunto, mejoran el rendimiento energético del edificio, al mismo tiempo que promueven una construcción armónica y respetuosa con el medio ambiente.
