Este proyecto aborda la renovación e implantación del segundo local de La Maruca en la ciudad de Madrid, sobre un local de grandes dimensiones y con un presupuesto muy ajustado por metro cuadrado. El punto de partida del diseño, firmado por Zooco Estudio, se centró en la búsqueda de recursos económicos y adaptables a las múltiples situaciones y circunstancias del local heredado. Al no disponer de la posibilidad de partir de un local en bruto, el estudio tuvo que trabajar el espacio mediante la superposición de nuevos elementos sobre los existentes.
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Los dos recursos protagonistas fueron los siguientes: una banda cerámica perimetral de altura variable según las necesidades y la repetición del cuadrado como forma geométrica, generada mediante listones de madera de roble.
La banda cerámica perimetral permite dar carácter al local mientras se protegen las paredes de golpes y rozamientos. Está compuesta por un mosaico cerámico blanco mate de formato 1:2 rectangular de la pieza, permitiendo jugar con las direcciones de la misma en función de los diferentes paños y haciendo siempre encuentros a pieza completa entre piezas con diferente dirección.
Esta banda cerámica dialoga y da soporte al segundo elemento, el listón de madera. Mediante estos listones se genera una modulación en los alzados interiores, remates sobre el material cerámico, se forman las estructuras de trasbarra y sobrebarra, y se rediseñan elementos existentes en el local, como la cuadrícula de fotos iluminadas o la estantería con chimenea del salón.
Un último recurso permite dividir perceptivamente, no visualmente, un local tan extenso y largo: mallas metálicas suspendidas. Se generan mediante estas mallas unos separadores que permiten confinar los diferentes ambientes del negocio (barra – salón – salas – reservados) haciéndolos más acogedores, pero sin perder nunca la visual en profundidad a lo largo del local.
