Burgos & Garrido Arquitectos ha proyectado cien viviendas en el madrileño barrio de Aluche. La parcela y el programa de necesidades sobre los que se plantea esta propuesta establecen unos límites muy definidos que requieren de una respuesta afinada y rigurosa. El proyecto planteado es estricto en su desarrollo, pero ofrece algunos elementos inesperados que dotan al edificio de una identidad poderosa y atractiva. Sobre un soporte geométrico exacto, se ha compuesto un rompecabezas de viviendas en el que todas y cada una de las piezas son valiosas. Cada una de ellas es una buena vivienda, compuesta por piezas de tamaño y superficie adecuados y un sistema de relaciones funcionales estrictamente organizados.
© Fernando Alda
La manzana, con cien viviendas engarzadas únicamente en seis núcleos verticales, alcanza una ratio óptima entre superficie edificable y útil sin renunciar en ningún caso a la doble orientación y ventilación cruzada. Pero, además de estos valores, que se traducen directamente en la racionalidad de la construcción y la economía de la obra, el proyecto disfruta de otros elementos que multiplican el valor del edificio.
A diferencia de lo habitual en manzanas de pequeño tamaño como esta, el patio es un lugar arbolado, atractivo visualmente, suficientemente soleado en invierno y húmedo y ventilado en verano. Y en la azotea, una plataforma de uso colectivo ofrece unas vistas privilegiadas sobre el paisaje circundante. Sus fachadas, ordenadas y expresivas, componen una imagen poderosa y atractiva. La estrategia del edificio, centrada en la racionalidad y la eficiencia, ha obtenido la certificación de Muy Bueno, la máxima calificación BREEAM, el certificado para la construcción sostenible. El análisis llevado a cabo por BREEAM España evalúa los impactos de la edificación en diez categorías diferentes: salud y bienestar, energía, agua, materiales, contaminación, transporte, residuos, uso ecológico del suelo, gestión e innovación.
Sobre un soporte geométrico exacto, se ha compuesto un rompecabezas de viviendas en el que todas las piezas son valiosas
Organización del programa y superficies
La geometría estrictamente modulada de la planta garantiza en todas las piezas de las viviendas unos estándares adecuados en sus superficies y diversas posibilidades de amueblamiento. Así, todos y cada uno de los dormitorios de todas las viviendas permiten doble cama, todas las casas tienen dos baños completos —uno de ellos en suite en el dormitorio principal—, todas las cocinas permiten en su amueblamiento un espacio para mesa de desayunos, y todos los cuartos de estar superan ampliamente los 20 m2. Esta geometría exacta permite además una estructura sencilla y económica que garantiza un garaje sin apeos de óptimo aprovechamiento. La compacta volumetría del edificio incorpora, de abajo a arriba, una serie de decisiones que mejoran claramente las prestaciones de una manzana convencional de este tamaño.
Las plantas de garaje, organizadas en medios niveles, permiten garantizar una sección de tierras suficiente para ajardinar y arbolar la planta baja. La planta de acceso a los portales está deprimida respecto a la rasante de la calle, de manera que las viviendas de planta baja se comportan en realidad como viviendas de primera planta respecto al patio.
