La plataforma tecnológica SmartLivingPlat analiza el presente y futuro de la edificación inteligente, tanto a nivel nacional como internacional, en el documento Visión estratégica de las viviendas y edificios inteligentes en el horizonte 2030, un ambicioso documento que cuenta con el apoyo del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Según un estudio elaborado por la consultora Mind Commerce y citado en dicho informe, en los próximos años, el sector de las viviendas y edificios inteligentes experimentará un crecimiento medio anual cercano al 30%.
Este enorme crecimiento se explica, en primer lugar, por la irrupción de nuevas tecnologías y la rápida adopción de las mismas. La consultora Gärtner pronostica que para el año 2020 habrá 20,8 mil millones de dispositivos conectados ya directamente al Internet de las Cosas (IoT), contra los cerca de 8.400 millones conectados en 2017, con un gasto previsto de casi 3 billones de dólares. En segundo lugar, porque una población en constante crecimiento y progresivamente concentrada en grandes ciudades, exigirá de un mejor aprovechamiento de los recursos naturales para seguir satisfaciendo sus necesidades presentes y futuras. El informe, por ejemplo, pone de relieve que la edificación inteligente puede contribuir, decisivamente, a alcanzar los objetivos de la Unión Europea para 2020 y 2030 en este sentido, ligados a la disminución del consumo de energía de los edificios, logrando un parque inmobiliario descarbonizado y de elevada eficiencia energética.
Por otro lado, en el documento se analizan de forma pormenorizada los mercados ligados a la edificación inteligente con mayor proyección, siendo el IoT uno de los principales. Según estimaciones de la industria, se gastarán un total de 6 billones de dólares en soluciones IoT a nivel mundial entre 2015 y 2020, y las empresas, los gobiernos y los consumidores combinados invertirán alrededor de 1,6 billones de dólares en soluciones de IoT en 2020, en hardware, software y servicios. Actualmente, en el sector de las viviendas y edificios inteligentes, los dispositivos conectados para el control de iluminación y/o la gestión de consumos son cada ya vez más habituales en los hogares y edificios actuales y dejarán paso, en un futuro cercano, a la siguiente ola de dispositivos IoT orientados, por ejemplo, al aprovechamiento de las condiciones meteorológicas o al e-health.
Además de la IoT, el Institute for the Future (IFTF), también citado en el informe, resalta la Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada y Virtual, la robótica y el cloud computing como las tecnologías que más impacto tendrán en las actividades asociadas con las viviendas y edificios inteligentes.
Sin embargo, a día de hoy existen barreras para el desarrollo y el incremento de inversiones en el mercado de los edificios y de los hogares inteligentes que se pueden resumir en: precio elevado de implantación; fragmentación tecnológica, falta de conocimiento de los beneficios percibidos; cuestiones relacionadas con la confidencialidad y seguridad y, finalmente, complejidad de uso. Por todo ello, se analiza el papel que deberán desempeñar los distintos actores involucrados en la edificación inteligente: industria, organizaciones tecnológicas y clústers, gobiernos y administraciones, comunidad científica, comunidad educativa, medios de comunicación y, por supuesto, consumidores.
A modo de conclusión, en Visión estratégica de las viviendas y edificios inteligentes en el horizonte 2030, SmartLiving Plat ofrece una visión de futuro que, a nivel general, puede resumirse en que el valor de los edificios y viviendas inteligentes vendrá determinado por su capacidad para autogenerar los recursos que requiere y por el abanico de funciones que permitan realizar, lo cual dependerá́ en gran medida de la conectividad y de las instalaciones disponibles para poder disfrutar de esta nueva ciudad digital. Ello llevará a disponer de todo un mundo conectado y plagado de información, blindando sus accesos. Las empresas de seguridad pasarán de proteger el acceso físico a protegerlo del ciberacceso.