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Torre de Cristal

El rascacielos diseñado por César Pelli en Madrid surge como un bloque de cristal tallado de 249 metros de altura. Sus facetas responden de manera diferente a la luz del sol, para dotar de volumen a uno de los cuatro nuevos iconos madrileños.

Texto: Eduardo López-Jamar

El argentino, aunque afincado desde hace años en EEUU, César Pelli, firma el proyecto de la Torre de Cristal, el tercer rascacielos del complejo Cuatro Torres Bussiness Area publicado en NAN. El reputado arquitecto, autor, entre otros proyectos, de las Torres Petronas de Kuala Lumpur, fue el vencedor del concurso promovido por la empresa propietaria del inmueble, la Mutua Madrileña, la cual propuso al estudio madrileño Oritz y León como equipo colaborador.

El edificio, de 249 metros de altura, es el segundo más alto de todo el territorio español, sólo superado, por un escaso metro, por su vecina, la Torre Caja Madrid, obra de Norman Foster. Se presenta con forma de prisma, con cuatro caras en la fachada y una otra, inclinada, en la cubierta. La sensación de estar contemplando un mineral cristalizado se refuerza por la piel del edificio, realizada en cristal y aluminio.
“La Torre surge como una escultura cincelada a partir de un gran bloque de cristal”, afirman los arquitectos Íñigo Ortiz y Enrique León”. “Los diferentes planos de fachada capturan la luz natural como si fuera un diamante tallado”.

Estructuralmente, la Torre de Cristal cuenta en su interior con un núcleo de hormigón que proporciona estabilidad a la torre frente a acciones horizontales, y pilares perimetrales en fachada. El núcleo parte desde los cimientos, con un espesor de 120 cm, y va disminuyendo al aumentar la altura: 100 cm en zona baja, 80 cm en zona media y 70 cm en zona alta. Los pilares son circulares y de estructura mixta, pues están formados por uno o varios perfiles metálicos embebidos en hormigón.

Más en NAN 38.

 

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