La compañía belga Deceuninck, reconocida por ser pionera en el sector de la construcción en términos de economía circular, ha concluido con éxito su plan de inversión de 25 millones de euros, consolidando su posición como referente en transición energética.
Desde el lanzamiento de este plan en 2017, Deceuninck ha implementado mejoras significativas en su planta de Diksmuide, Bélgica. Estas incluyen la instalación de tres líneas de granulación adicionales, la expansión del almacén y, como culminación, el traslado a una nueva nave a fines de 2023. Estas acciones han llevado la capacidad de reciclaje de la planta a nuevas alturas, pasando de 8.000 toneladas en 2017 a la proyección de 45.000 toneladas anuales para 2024.
“Queremos invertir en consolidar nuestra posición de líderes en transición energética, desarrollando procesos productivos cada vez más sostenibles. Creemos que es una cualidad esencial que nos diferencia de la competencia y que es la única manera de avanzar en el contexto actual”, afirma Bruno Humblet, director ejecutivo de Deceuninck.
Deceuninck cierra el círculo
La empresa produce sistemas de perfiles para ventanas y puertas de PVC 100 % reciclables, ofreciendo una vida útil de más de 50 años y contribuyendo a la reducción del consumo energético global.
El PVC, conocido por su resistencia y capacidad de reutilización, se ha convertido en uno de los materiales preferidos en la construcción debido a su gran aislamiento térmico, altas prestaciones, bajo mantenimiento y versatilidad. La empresa ha demostrado que los materiales reciclados utilizados en la fabricación de perfiles son cualitativamente equivalentes al material virgen, manteniendo su calidad y rendimiento.
Cabe destacar que en 2022, Deceuninck utilizó 19.804 toneladas de PVC reciclado en sus procesos de producción, evitando la emisión de 37.000 toneladas de CO2eq, equivalente a las emisiones anuales de CO2 de 4.900 europeos.
La empresa ha recibido el respaldo de la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), que ha aprobado sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) después de una exhaustiva evaluación. Esta iniciativa global, respaldada por organizaciones como el CDP, el Pacto Global de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), alienta a las empresas a reducir sus emisiones a la mitad antes de 2030 y alcanzar cero emisiones netas antes de 2050.
