Un estudio de la Universidad del Estado de Colorado en Estados Unidos ha analizado los niveles de ruido en espacios naturales. Según los resultados, el 63% de las áreas verdes protegidas de EE.UU. registra ruidos de origen humano que duplican el volumen de los sonidos de la naturaleza. Y en un 21% de estas áreas, el nivel del ruido multiplica por diez los niveles naturales. De hecho, este exhaustivo informe destaca por su singularidad, ya que actualmente no se registra ningún estudio aplicado a las zonas naturales en las zonas de Europa. En el caso de España, los expertos ya están informando de que la contaminación acústica también es común en espacios naturales del territorio.
Los profesionales alertan del bajo nivel de concienciación sobre la contaminación acústica debido a la creencia de ser un problema meramente urbano. Sin embargo, se han demostrado los efectos catastróficos que puede provocar en el mundo natural, el cual se puede ver alterado en su distribución y comportamiento de especies clave, creando un efecto cascada sobre la integridad de los ecosistemas. Esta contaminación reduce la capacidad de los animales de escuchar a sus depredadores acercarse y también provoca interferencias en su apareamiento. Las plantas también sufren estas alteraciones debido al cambio de comportamiento de los animales herbívoros que dispersan sus semillas.
En el frenesí de la urbe, las plantas han pasado a ser un aliado contra la contaminación acústica, debido a su capacidad para absorber los ruidos. Una de las tendencias con mayor carga en la actualidad de las ciudades es la plantación de jardines verticales en las fachadas de los edificios. Estos amortiguan el ruido de la ciudad, la absorción de ruido es proporcional a las plantas del lugar. Es decir, a mayor número de plantas, mayor absorción de ruido. Según los expertos, la forma con mayor eficiencia para la colocación de especies vegetales a la hora de la creación de barreras antirruido es situar las especies vegetales alrededor del perímetro de los edificios. Estas deben plantarse en macetas de gran tamaño, ya que se ha demostrado que una combinación de suelo poroso y plantas proporciona la mejor capacidad de absorción de sonido.
Si bien todas las plantas tienen la capacidad de atenuar el ruido, algunas son más efectivas que otras. Estas son algunas de las especies que cuentan con grandes capacidades de absorción: la Begonia rex, la cual puede absorber hasta el 97% de la energía sonora incidente; el Helecho espada, que puede absorber hasta el 98% de la energía acústica; las Lágrimas de bebé, que pueden absorber hasta el 90% del sonido en el rango de frecuencia audible, o el Ficus, cuya altura le otorga una alta capacidad de absorción acústica.