En las ciudades contemporáneas, los pulmones verdes brotan en la forma más inesperada: verticalmente. La arquitectura ha encontrado en los muros y fachadas de los edificios una nueva tela donde pintar con el vibrante color de la naturaleza, configurando así una simbiosis de arte y botánica que no solo deleita la vista, sino que desempeña un papel crucial en la sostenibilidad urbana.
Desde el histórico jardín colgante del edificio Banca Catalana, una obra maestra de 3,8 kilómetros conceptualizada por Everest Munné, hasta el recién inaugurado jardín del CaixaForum en Barcelona que alberga árboles en suspensión, estos proyectos representan más que simples iniciativas paisajísticas. Son testamentos vivientes de una visión que conjuga armoniosamente el diseño con el respeto y cuidado del entorno natural, generando espacios que fusionan lo mejor de ambos mundos.
El presente artículo busca recopilar los jardines verticales más destacados de España, ilustrando cómo estos proyectos, verdaderas joyas de la arquitectura verde, están redefiniendo el paisaje urbano y marcando el camino hacia un futuro más verde y sostenible.
El legado de Everest Munné en Barcelona
En el corazón de Barcelona se erige una joya de la arquitectura verde: el jardín colgante del edificio Banca Catalana, ahora hogar de la editorial Planeta. Este edén vertical, que se extiende a lo largo de 3,8 kilómetros, es la magistral creación de Everest Munné, quien con su visión y destreza dio forma a este santuario botánico único en su especie.
El arquitecto ideó una estructura que resalta por su belleza, funcionalidad y compromiso con el ecosistema. La elección de cinturones metálicos pintados de blanco no fue casual; este detalle permite aprovechar al máximo la luz solar, favoreciendo el crecimiento de las más de 12.000 plantas que conforman el jardín. En las jardineras, Munné empleó una base compuesta por ladrillos y grava volcánica, la cual está cubierta con una manta de poliéster que facilita un drenaje óptimo. Dicho recurso ha permitido crear un hábitat propicio para una variedad impresionante de especies botánicas de todo el mundo, conformando así un mosaico verde que asombra y deslumbra a todos los visitantes.
Decenios después de su creación, este monumento verde sigue siendo testimonio del proyecto visionario de Munné, quien supo fusionar de manera sublime la arquitectura y la naturaleza. Hoy en día, el jardín colgante del edificio Banca Catalana trasciende su función de embellecer el panorama urbano; se erige como un santuario que convoca a la reflexión y el asombro, brindando un oasis de tranquilidad verde en medio de la frenética vida ciudadana.
Un jardín vertical con árboles en suspensión
En 2023, Barcelona dio la bienvenida a un nuevo jardín vertical, el primero en incorporar árboles en suspensión. El jardín del CaixaForum alberga 104 especies vegetales, en su mayoría autóctonas, que incluyen plantas aromáticas y nueve variedades de árboles, complementadas con decoraciones escultóricas que rinden homenaje a las raíces de las plantas.
«El bosque supondrá un espectáculo fascinante por varios motivos: por su efecto paisajístico, tan lleno de vida, que es un canto a la biodiversidad; por la tan necesaria renaturalización de los espacios urbanos, y por su función didáctica, que nos recuerda que el verde nos ayuda a vivir mejor y que la naturaleza está por todas partes», destacó Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación «la Caixa», durante la presentación del proyecto.
El jardín, estratégicamente anidado en la Avenida de Francesc Ferrer i Guàrdia, florece majestuoso donde antes se erigía la pared del Palacio de la Metalurgia, extendiéndose generosamente sobre un área de 550 m². Este enclave fue meticulosamente seleccionado debido a su cercanía con Montjuïc, una zona que encarna la armoniosa convergencia de lo natural, lo arquitectónico y lo urbano.
En una firme declaración de sostenibilidad, el diseño del jardín ha sido concebido con una meticulosa atención hacia las necesidades hídricas individuales de cada especie vegetal, fomentando una gestión consciente y eficaz del vital líquido a través de innovadores sistemas de recolección de lluvia y riego sostenible. El corazón del jardín alberga trece reservorios que, juntos, tienen la capacidad de acumular hasta 26.000 litros de agua, asegurando hasta un mes de autosuficiencia en verano y más de tres meses en invierno.
Este proyecto no solo refleja un compromiso ético inquebrantable hacia la proliferación de espacios verdes en el núcleo urbano, sino que también se erige como un faro guía para futuras iniciativas que aspiren a fusionar sostenibilidad con ecología. Estamos ante una iniciativa que está redefiniendo los estándares de los desarrollos urbanos del futuro, asentándose sobre pilares de innovación responsable y un equilibrio armónico con el entorno natural.
Un oasis de biodiversidad en Vitoria-Gasteiz
En el corazón pulsante de Vitoria-Gasteiz, emerge un estandarte viviente de sostenibilidad y biodiversidad que se despliega majestuosamente sobre una extensión de 1492 m². Este oasis vertical, concebido desde un firme compromiso con el fomento de un desarrollo urbano armonioso y respetuoso con el entorno, es el fruto de la visión innovadora de SingularGreen, la firma arquitectónica responsable de materializar esta verdadera obra de arte ecológica.
La fachada vegetal, que embellece el Palacio de Congresos, se erige no solo como un mosaico dinámico de tonalidades verdes que cambian con las estaciones, sino también como una barrera natural que potencia el aislamiento térmico del edificio. Es así como cumple una doble función: deleita la vista y, al mismo tiempo, facilita un significativo ahorro energético, en un cálido abrazo donde la arquitectura se encuentra con la naturaleza en su expresión más resplandeciente.
El diseño del jardín, minuciosamente planificado, se distingue por su reproducción fiel de los ecosistemas nativos del área. En el sector que emula los humedales, se pueden apreciar variedades como Scirpoides holoschoenus y Cyperus longus, mientras que en la sección que representa los bosques de la región, se encuentran especies arbóreas como Fagus sylvatica y Taxus baccata. Este compromiso con la autenticidad garantiza un menor mantenimiento, al mismo tiempo que promueve la biodiversidad y ofrece un hogar a la fauna local. Además, la integración de un huerto vertical brinda una oportunidad educativa, al mostrar el ciclo de crecimiento de hortalizas según la temporada.
Más allá de la belleza estética y la contribución a la biodiversidad, el jardín vertical se caracteriza por su avanzado sistema de monitorización remota. Este control permite mantener las condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas, administrando de manera precisa los nutrientes, el pH, y la humedad del sustrato. Al anochecer, el jardín se transforma gracias a un sistema de iluminación nocturna que destaca la belleza de la estructura, invitando a los paseantes a detenerse y disfrutar de un rincón de tranquilidad en el corazón de la ciudad.
Un paraíso ecológico en el CaixaForum Valencia
El jardín vertical interior más grande de Europa se encuentra en el edificio Ágora de Valencia. Creado por Ignacio Solano, ha sido reconocido con el Primer Premio Profesional de Naturación y Agricultura Urbanas otorgado por la Fundación Foro Agrario.
La «obra de arte viva» comprende más de 20.000 plantas que, además de aportar estéticamente al CaixaForum, contribuyen significativamente a la mejora del medio ambiente urbano, siendo capaz de generar oxígeno para 650 personas al año y de filtrar grandes cantidades de polvo, gases nocivos y metales pesados.
«Un ecosistema vertical se basa en la complejidad de todas las interacciones de la naturaleza en una pared: hongo-planta / planta-planta / hongo-bacteria / planta-hongo-bacteria», explica Solano, destacando que «si queremos perdurabilidad, no puede ser tratado simplemente desde el punto de vista ornamental, es esencial aplicar los conceptos de la biología».
El legado de Ignacio Solano en la creación de espacios verdes verticales se enriquece con este nuevo proyecto que se extiende sobre una impresionante superficie de 3,117 m². Utilizando un novedoso sistema de anclaje que incluye capas de rastrelado metálico y un sustrato hidropónico desarrollado a partir de material textil sintético, Solano ha conseguido crear un entorno que simula a la perfección un sotobosque tropical, con una amplia variedad de especies vegetales.
El botánico, que ha establecido múltiples récords con la creación de jardines verticales alrededor del mundo, busca con este proyecto acercar la naturaleza a las poblaciones urbanas, brindando un espacio único para la divulgación científica y cultural en el corazón del CaixaForum Valencia.
Innovación y naturaleza en Málaga: el jardín vertical del Hotel Mariposa
En un esfuerzo colosal por revolucionar los barrios tradicionales de la ciudad, surge la iniciativa Renaturalizar Málaga, que abraza la sostenibilidad, la cultura y la tecnología como ejes transformadores. A través de una colaboración público-privada, y sumando arte, educación y participación ciudadana, se busca no solo adaptar estos sectores al cambio climático, sino también potenciar el desarrollo socioeconómico y elevar el bienestar de sus habitantes. La hoja de ruta para esta regeneración urbana contempla la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, esenciales para materializar la visión de una Málaga más verde y resiliente.
La inauguración del jardín vertical del Hotel Mariposa marca el inicio tangible de este noble proyecto. Bajo la batuta de la firma sueca Biotonomy, experta en bioarquitectura, y con el respaldo formativo de Paisajismo Urbano, el Soho se está metamorfoseando en un referente europeo de innovación urbana sostenible. Este jardín, concebido y ejecutado por profesionales formados en el curso Profesional de Jardines Verticales, ha tenido en Ignacio Solano un guía y asesor incansable, asegurando que cada etapa del proyecto se cumpliera con maestría y dedicación.
«Este nuevo ecosistema vertical de 100 m² es uno de los mayores de la Costa del Sol, compuesto por 2500 plantas de 18 especies diferentes, seleccionadas cuidadosamente para adaptarse al entorno y prosperar en simbiosis», se aclara en la página web del Hotel Mariposa.
El jardín vertical de la M-30 en Madrid
La instalación de los jardines verticales de Calle 30 Natura, en la M-30 de Madrid, ha reemplazado los muros de hormigón con especies vegetales. Con el objetivo de atenuar el efecto de isla de calor, esta área verde se extiende por 400 metros entre las glorietas de Mariano Salvador Maella y Nueva Zelanda.
El monumental jardín vertical, desarrollado por Terapia Urbana, ha marcado un hito en la integración de la naturaleza en los espacios urbanos. Con una extensión de más de 3.200 metros cuadrados, este proyecto ha supuesto un enorme desafío logístico y técnico, que implicó la plantación de más de 100.000 plantas de tres tipos distintos en un periodo de doce semanas.
La visión creativa detrás del jardín fue desarrollada por Ana Blasco, responsable de Paisajismo de Terapia Urbana, que se inspiró en las curvas de las luces de tráfico y los remolinos de viento para crear un diseño visualmente atractivo y con sentido integrado. El sistema de alta tecnología empleado para sostener la vegetación proviene de una tecnología patentada y comercializada internacionalmente por la Universidad de Sevilla, garantizando una base sólida y fiable para el desarrollo de la actuación.
Los jardines incluyen un sistema de monitoreo con sensores para evaluar la captación de contaminantes atmosféricos y seguir el impacto del proyecto en la biodiversidad y el medio ambiente. La evaluación de su impacto se llevará a cabo comparando los datos recopilados por los sensores con las cifras generales de contaminación de la zona y de las estaciones de monitoreo de la ciudad, enfocándose especialmente en los períodos de mayor actividad faunística durante la primavera y el otoño. La administración municipal anticipa que, dependiendo de los resultados de esta fase piloto, el jardín podría expandirse a lo largo de la Calle 30 en el futuro.
Jardín de CaixaForum Madrid: donde la sostenibilidad encuentra la belleza
Los jardines verticales se han consolidado como una revolución verde en los espacios urbanos de Madrid, brindando a los amantes de la naturaleza y el diseño paisajístico una oportunidad única de conexión con el entorno natural.
En la entrada del CaixaForum, un centro cultural y social en Madrid, destaca un innovador jardín vertical creado por el botánico francés Patrick Blanc y reconocido desde el 25 de julio de 2021 como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Basándose en su principio de que «las plantas no necesitan tierra, sólo agua, minerales, luz y dióxido de carbono», Blanc diseñó este oasis vertical que cubre un muro de 24 metros de altura y que alberga 250 especies diferentes, originando así un cuadro viviente. La obra está situada en una plaza que ha sido central para la historia de Madrid, y representa una simbiosis entre la naturaleza y los elementos urbanos, aportando un extra de oxígeno y mejorando la calidad del aire de la zona, gracias a la capacidad de las plantas de absorber CO₂.
El diseño del jardín vertical es una obra de arte en sí mismo, producto de la rica experiencia y conocimiento de Blanc sobre plantas de varios ecosistemas del mundo. La construcción del jardín se basa en técnicas arquitectónicas tradicionales que integran vegetación en las fachadas, proporcionando beneficios de aislamiento térmico y acústico, además de su valor estético. La estructura de los jardines incluye una base metálica y un sistema de riego que distribuye agua y nutrientes a través de un fieltro de poliamida, lo que permite la supervivencia de las plantas sin necesidad de tierra.
Este tipo de jardín trasciende su rol como esplendoroso espectáculo visual y puente hacia la conexión con la naturaleza en el corazón urbano; se erige también como un poderoso aliado que propicia beneficios económicos y abraza responsabilidades ecológicas y sociales. Su presencia vitaliza el entorno, fomentando una rica biodiversidad, purificando el aire que respiramos y promoviendo un estado de bienestar integral entre los habitantes de la ciudad.
Pulmón verde en el centro de Madrid: el jardín vertical de Civitatis
Al deambular por el corazón de Madrid, resulta inevitable detenerse para admirar la majestuosidad del Jardín Vertical de Civitatis, una joya verde que se erige en la concurrida calle Montera, cerca de la Puerta del Sol.
El jardín, que abarca una extensión de 200 m², alberga un intricado tapiz de vida vegetal compuesto por una asombrosa variedad de 8.000 plantas que pertenecen a 22 especies distintas. La meticulosa selección de cada una de estas especies se realizó teniendo en cuenta las condiciones climáticas y geográficas de la zona, lo que resulta en una obra maestra, un mosaico vegetal que no solo es autóctono, sino que está perfectamente integrado y adaptado a su entorno.
Adentrándonos en sus virtudes técnicas, el jardín se extiende sobre una área de 175 metros cuadrados que funciona como un pulmón verde para la ciudad, purificando el aire al filtrar más de 40 toneladas de gases nocivos anualmente y generando suficiente oxígeno para más de 200 personas. Es un oasis que atenúa el calor del verano, disminuyendo la temperatura ambiente en hasta 3º C, y que silencia el bullicio urbano, reduciendo la contaminación sonora en hasta 10 decibelios. Además, se encarga de absorber partículas de polvo y procesar metales pesados, purificando así el aire que respiramos.
Pero los beneficios del jardín vertical no se limitan a su contribución en el exterior; se extiende también al interior del edificio que adorna, otorgando una mejora energética significativa. La presencia de esta fachada viva favorece un clima interior confortable a lo largo de todo el año, lo que se traduce en una significativa reducción del consumo eléctrico.
«La creación de nuestro jardín vertical ha marcado un hito en la historia de Madrid, ya que es el primer jardín vertical exterior del centro de la ciudad construido por una empresa privada», señala Alberto Gutiérrez, Fundador y CEO de Civitatis, quien añade con entusiasmo que, «además de dar un aire más fresco y llenar de color el centro de Madrid, el jardín vertical tiene grandes beneficios no solo para nuestros huéspedes, sino que todo el entorno, con sus habitantes y viajeros, se ve beneficiado».
