El puente medieval de Furelos es una de las obras de arquitectura civil más destacadas del Camino de Santiago. Por ello, la intervención realizada por AGi architects se ha planteado desde una perspectiva arquitectónica íntimamente ligada al pueblo de Melide y al paisaje que le es propio, con el fin de preservar un importante patrimonio conforme a una cuidada restitución de la memoria, aplicando las técnicas constructivas adecuadas.
El cuerpo humano como escala de medición
El proyecto tiene en cuenta la fenomenología perceptiva y de los sentidos: incorpora ciertos modos de ver y sentir ligados a los ritmos y relaciones de la arquitectura, el cuerpo y el lugar. Así, se marca el umbral del puente como ámbito de recepción al peregrino; la cadencia, el ritmo y la frecuencia del paso del caminante; la demarcación de las claves, pilares, estribos y tajamares en el pavimento mediante grandes piedras que muestran al caminante la silueta del puente que cruza; puntos de observación aguas arriba y aguas abajo previos y finales, mostrando el camino futuro que espera más allá del tránsito sobre el puente y el camino que se deja atrás; el puente como elemento referido a la experiencia y la memoria local…
La preservación de la memoria y el Genius Loci
Entre los aspectos característicos del lugar está el aprovechamiento constructivo de recursos naturales próximos. Abundan las rocas metamórficas (gneis, anfibolitas, dunitas y serpentinitas), que son, por tanto, las que definen la arquitectura tradicional de la zona. No existe substrato geológico granítico en Melide, proviene de las canteras de Pambre (Palas de Rei) y éste se reserva exclusivamente para aquellos elementos sustentantes, tales como jambas, dinteles, esquinales y umbrales.
En el caso del puente de Furelos, el aparejo de sillería de granito aparece también en los elementos estructurales originales: estribos, pilares, espolones, tajamares y arcadas y conforme a la memoria del lugar se ha realizado la sustitución de los actuales pretiles de granito por un aparejo en gneis de gran tamaño, que cubre toda la sección del pretil en su coronación.
El umbral del puente se presenta como el ámbito de recepción al peregrino. El bajo muro de contención del margen hidrográfico se prolonga para configurar un banco de piedra y acero que incluye una descripción del origen del puente para los caminantes.