El derribo Can Sau, en el centro histórico de Olot, deja un solar con medianera y contrafuertes frente un lateral de la iglesia de la patrona. Se reformula el encargo de un pavimento; siendo preciso destinar los recursos en el plano vertical para dotar de urbanidad al espacio público. Eduard Callís y Guillem Moliner, arquitectos fundadores de unparelld’arquitectes, y el artista visual Quim Domene, son los autores de este singular encargo.
Con ladrillo hueco se construye una escenografía de urgencia que completa lo que insinúan los contrafuertes, dejando ver en el fondo las huellas de la medianera. Tres bóvedas y cuatro nichos configuran una estructura inacabada y apropiable. La iglesia del Tura gana ahora una plaza.
© José Hevia
