La designación del país como sede del Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos han situado al país en el punto de mira de constructoras e inmobiliarias, pero sólo las que ya han movido ficha parten con ventaja. Viviendas residenciales y de lujo, infraestucturas y ocio: Brasil está en construcción.
Es el quinto país del mundo por extensión, tiene una de las mayores redes de infraestructuras, acogerá el Mundial de Fútbol en 2014, los Juegos Olímpicos en 2016… todos los ojos miran al mismo país. ¿Brasil está de moda? Eso parece. Y, allí donde algo se mueve, están las constructoras e inmobiliarias españolas. Los Juegos Olímpicos dejarán en el país unos 35.000 millones de euros, un pastel demasiado apetitoso como para quedarse sin parte de él. Por eso, las empresas ya están manos a la obra, y es que sólo las primeras que lleguen sacarán partido. Sacyr Vallehermoso está pujando para la construcción de estadios para el Mundial de Fútbol y concursa para construir el terminal portuario de contenedores del Puerto de Santos por 170 millones de euros.
Enrique Bañuelos también ha visto los atractivos de Brasil: AGRE (Amazon Group Real Estate) es la empresa que ha creado a partir de la unión de varias firmas locales, a la que se le calcula un patrimonio de 500 millones de euros, casi cinco millones de metros cuadrados en construcción y una cartera de 29.000 clientes potenciales.
Comsa Emte también cruzó el charco en 2009 con trabajos de operación y mantenimiento de maquinaria de vía en la red de MRS Logística, concesionaria de la red ferroviaria. “El objetivo es exportar la especialidad ferroviaria del grupo”, explican en Comsa. Su modus operandi no contempla, de momento, la alianza con un solo socio local, “iremos estudiando posibilidades de empresas con las que colaborar en función de los proyectos que vayan llegando”, matizan. 
Crecimiento económico
Brasil ya estaba en el mapa antes de que lo designasen sede para estos eventos. Procupisa desembarcó en el país en 2007 con un objetivo claro: “Diversificar nuestros ingresos ante el calentamiento del mercado inmobiliario en España”, expone Diego Freire, gerente de Procupisa España y Procupisa Brasil. Ese año, el gobierno de Lula otorgó la concesión de 2.600,8 km de carreteras federales, que ganaron, además de una firma local, OHL (2.058,8 Km) y Acciona (220,4 Km). El impulso gubernamental y el crecimiento económico han dado el pistoletazo de salida a la carrera en un país en el que la construcción ha crecido a un ritmo superior al 15% anual entre 2006 y 2008, hasta alcanzar los 58.000 millones de euros, según DBK.
El año pasado, Procupisa lanzó su primera promoción en São Paulo, que empezará a construirse en el segundo trimestre de este año. “Desde la compra del suelo hasta la entrega al cliente final pasa un mínimo de tres años, y ya hemos vendido el 25% de esta promoción”. Es una torre de 28 pisos de lujo, diseñada por el arquitecto local JJ Abrão, con comodidades como ascensores privados, instalaciones deportivas, salón de fiestas, solarium o zona de paseos para mascotas.
