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Una nueva piel para la Torre 30

Un edificio esbelto, limpio y ligero se alza al borde de la arteria de tráfico más destacada de Madrid, la M-30. Visible por los miles de conductores que diariamente atraviesan esta vía de circulación, la Torre 30 ha vivido, en primera persona, una rehabilitación integral en la que Ruiz Barbarin Arquitectos ha centrado su mirada en la apuesta por la máxima eficiencia energética, lo que supondrá un mayor confort para los nuevos usuarios de este inmueble.

torre 30 SEGUNDA PAGINA«Cuando intervenimos en un edificio previo, nuestro proyecto intenta, siempre desde una visión contemporánea, trazar una interpretación de su realidad. Y por ello tratamos de destilar y valorar lo enigmático de su estado real para desvelar lo auténtico». Ese es el reto de Antonio Ruiz Barbarin, responsable de la reciente rehabilitación de la nueva Torre 30 Ilunion, un inmueble emplazado en una ubicación estratégica que se percibe de forma diferente según las horas del día y de la noche. Su segunda piel fina y ligera se desdibuja en una línea envolvente que unifica todos los volúmenes grandes y pequeños que deformaron el volumen inicial. Asimismo, la primera piel superpuesta a las fachadas originales adosa una gruesa capa aislante que cualifica extraordinariamente su comportamiento térmico, rematándose en mil colores que la pixelan en un fuerte resultado plástico que será desvelado por la noche en un sutil juego de transparencias y sugerencias.

Por su parte, entre los objetivos marcados por el estudio Ruiz Barbarin Arquitectos a la hora de llevar a cabo esta reforma integral, cabe resaltar la renovación del edificio por un nuevo periodo de vida útil, la proyección de un nuevo hito en la M-30, manteniendo su volumetría pero adecuándolo a las necesidades funcionales y de imagen de sus nuevos usuarios, o la dotación de nuevos servicios, instalaciones y condiciones de seguridad que posibiliten la perfecta habitabilidad de los espacios para el trabajo. Además, se ha tenido en cuenta una adecuación a la normativa vigente en materia de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas y una mejora real de la eficiencia energética del edificio actuando sobre la fachada y las instalaciones.

La nueva fachada pretende dar una solución contemporánea, dinámica y coherente a los nuevos requerimientos.

En esta línea, el volumen grueso, austero, y duro, de mortero y hormigón gris que conformaba el inmueble original ha dado lugar a un edificio que, tras la renovación de su deteriorada piel exterior, apuesta por el confort de sus nuevos usuarios. En palabras del responsable del proyecto, «buscamos siempre una relación aséptica que nos permita actuar con un mayor grado de libertad para discernir entre lo auténtico de lo viejo; lo real de lo irreal: lo banal de lo importante». Y para ello, es necesario proyectar con ética y estética sobre el cuerpo edificado anteriormente, tomando su estado previo como un hecho abstracto, pero no indiferente».

La nueva fachada pretende dar una solución contemporánea, dinámica y coherente a los nuevos requerimientos. Un primer revestimiento se ciñe a la fachada existente mediante un sistema de aislamiento SATE de Baumit, con lana mineral adherida y fijada mecánicamente. Junto a él, las nuevas carpinterías, sinónimo de garantía en exigencia acústica, energética y de confort térmico, constituyen la “fachada interior”, una primera piel del edificio acabada en un colorido pixelado que se desarrolla progresivamente, cambiante a lo alto y ancho del edificio, en función de los estudios de visibilidad realizados desde el entorno. Adicionalmente, los remates laterales con carpinterías y jambas se han realizado según el Dite desarrollado del sistema, guardando la geometría inicial. En todas las interferencias con otros elementos como anclajes, ménsulas o cartelas el sistema SATE de Baumit ha sido interrumpido creando una pequeña fosa perimetral al elemento para realizar un sellado perimetral con material de sellado elástico y completamente compatible con el acabado del revestimiento del sistema.

Asimismo, debido a los requerimientos acústicos del edificio, el vidrio a colocar es diferente en función de las fachadas, teniendo en la fachada oeste y en las esquinas de fachada norte y sur un aislamiento global a ruido tráfico de 42 dB (A), para lo que se dispone de un vidrio 6.6.1/20/6.6.2, mientras que en el resto de las fachadas hay un vidrio con menor aislamiento acústico, de 34dB(A), con una composición 6/16/6.6.2Ac. En ambos casos se dispone una capa de protección solar de altas presiones en cara 2 con las siguientes características fotoenergéticas: factor solar menor al 40%, transmisión luminosa mayor al 70%, valor U menor a 1.4 W/m2K y una resistencia a impacto 1B1. La reposición del vidrio se ha realizado por el exterior por medio de la góndola superior dotada con cabrestante para el cuelgue de los vidrios. La góndola ha permitido tanto la limpieza de la fachada interior como de la fachada exterior de chapas

La iluminación exterior se presenta como elemento integrador entre ambas pieles, dotando a la Torre 30 de un dinamismo insólito.

Por su parte, al exterior se añade una segunda piel, dotando al edificio de una nueva imagen más moderna e integrada en su entorno. Esta “fachada exterior” está compuesta por más de un millar de chapas con dos niveles de perforación: una primera microperforación base y homogénea, que reduce la incidencia solar directa sobre el edificio al menos un 50% , y una segunda perforación irregular de diferentes diámetros. Este segundo patrón de perforación es el resultado del análisis paramétrico que simula cómo los rayos solares que atraviesan los huecos del edificio a lo largo del día inciden sobre la nueva piel. Este estudio permite dar una respuesta individualizada, no solo a cada orientación, sino a zonas específicas de una misma fachada, en función de su papel en la iluminación interior.

A ello hay que añadir que la fachada exterior está colgada en su totalidad de la cubierta, y se estabiliza horizontalmente ante los esfuerzos de viento en todas las plantas en los pilares estructurales del edificio situados cada 5.00m. Esta estabilización se ha realizado mediante una estructura triangulada de acero lacado con una pintura que dote de protección para ambientes tipo C4 según UNE-EN ISO 12944. Esta estructura estabiliza los tubos horizontales, que soportan horizontalmente las chapas en la luz de 5 m entre pilares; mientras que el peso, tanto del tubo como de las chapas, se sujeta mediante tirantes situados cada  metro fijados en la estructura principal situada en la cubierta.

En la parte superior, la piel exterior sube por encima de la cubierta ocultando la fachada superior de instalaciones. El último tramo de la piel está empotrado sobre la estructura de cubierta, ocultando esa zona, mientras que en las esquinas, junto a las escaleras de emergencia, se localizan los accesos de bomberos. Para ello, ha sido necesario abatir la piel exterior mediante unos bastidores fijados sobre la propia estructura de la escalera.

La iluminación exterior se presenta, por último, como elemento integrador entre ambas pieles, dotando a la Torre 30 de un dinamismo insólito. Mientras que la iluminación diurna muestra al edificio como un sólido neutro, opaco y contundente, la iluminación nocturna de la fachada interior, fruto del riguroso estudio de intensidad y opacidades, permite el fundido visual de la fachada exterior. Así, al igual que la piel interior presenta un degradado de color, la fachada exterior desaparece paulatinamente, fundiéndose con los colores interiores, hasta dejar a la vista la primera piel.

La importancia de rehabilitar edificios

La concienciación social es la base para que la rehabilitación de los edificios vaya más allá que una nueva limpieza y pintura, es algo más profundo y serio. Cada vez que se rehabilita correctamente un edificio, disminuye su coste energético, aumentando el confort de sus usuarios y mejorando la calidad espacial, visual y medioambiental. La concienciación es exponencial a sus usuarios, que trasladarán dichos beneficios a otros lugares, ya sean sus viviendas o sus lugares de trabajo u ocio.

La concienciación social es la base para que la rehabilitación de los edificios.

Tal y como asegura Antonio Ruiz Barbarin, es importantísimo trasladar a los usuarios del edificio todos y cada uno de los sistemas que se han mejorado, cambiado o implantado. Trasladar la cultura de la rehabilitación de una forma transparente y eficaz. Hay que plasmar el cuidado con el que se ha realizado la rehabilitación del edificio a los que viven o trabajan, la importancia de todos sus elementos desde la fachada, las instalaciones, el control del agua y de la energía, etc.

Finalmente, también sería deseable que los edificios empezaran a tributar los impuestos locales (IBI, etc.) conforme a su calificación energética. Es decir, penalizar a aquellos edificios con calificaciones energéticas bajas y por tanto, premiar a los que han hecho el esfuerzo de reducir su coste energético. «El futuro nos lo agradecerá», asegura el responsable de la nueva Torre 30.

Ficha técnica:

Proyecto: Rehabilitación de edificio de oficinas TORRE 30.

Localización: C/ Albacete, 3, Madrid

Autor: Antonio Ruiz Barbarin

Arquitectos colaboradores: Eduardo Codes Pintado, José Ángel Delgado Torres, Marta Sebastián López, Marta Muñoz Royo y Beatriz Llamas (aparejadora)

Superficie:10.619 m2 sobre rasante y 9.109 m2 bajo rasante

Propiedad: HISPANIA ACTIVOS INMOBILIARIOS

Empresas constructoras: ACR Rehabilitación (contratista principal) / Martifer (segunda piel de fachada)

Instalaciones: R. Úrculo Ingenieros Consultores, S.L.

Estructura: Valladares Ingeniería, S.L.

Proyect Managment: Hill Internacional (Ángel Chicharro)

Asistencia Técnica Iluminación exterior: Ignacio Valero

Asistencia Técnica fachadas: ENAR S.L.

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