La situación de la vivienda en España ha dejado de ser un mero asunto económico para convertirse en un tema crítico que afecta directamente al bienestar físico y mental de la población. Según el reciente Estudio sobre la Situación de la Vivienda en España, elaborado por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y GAD3, el impacto de las dificultades para acceder y mantener una vivienda se extiende más allá de la economía, afectando profundamente la salud emocional de los ciudadanos. “La vivienda en España se ha convertido en un problema que va más allá de cuestiones económicas. Este análisis pretende ofrecer la visión holística de una realidad apartada del estado del bienestar, que afecta a aspectos de la persona como son la salud física y mental”, afirmaba Alfredo Sanz, presidente del CGATE, durante la presentación del informe.
Rehabilitación de viviendas: una solución clave
Uno de los aspectos que destaca el estudio es la creciente demanda de rehabilitación de viviendas, especialmente en áreas urbanas. En lugar de buscar nuevas construcciones, cuatro de cada diez entrevistados mostraron su interés en mejorar su vivienda actual a través de la rehabilitación, como una medida para optimizar el confort o la accesibilidad. Este enfoque no solo responde a una necesidad económica, sino también a un interés por mejorar la calidad de vida dentro del hogar. El informe pone de relieve que el 60% de la población reconoce un impacto positivo de su vivienda en su bienestar emocional y mental, lo que sugiere que la arquitectura y el diseño de espacios habitables pueden jugar un papel fundamental en la promoción de la salud mental.
“La Arquitectura Técnica, como profesión con visión y misión social, debe contribuir a la humanización del sector, recordando que detrás del problema de la vivienda hay personas”, reflexionaba Sanz. En este sentido, la rehabilitación arquitectónica sostenible ofrece una gran oportunidad para transformar el envejecido parque de viviendas en España, adaptándolas a las necesidades actuales y haciendo un uso más eficiente de los recursos. La rehabilitación de edificios antiguos también juega un papel clave en la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Materiales de construcción y su impacto en la salud
Otro hallazgo significativo del informe es que cerca del 40% de los encuestados están preocupados por los materiales de construcción y su impacto en la salud. Esto refleja una mayor conciencia por parte de la población sobre los riesgos asociados con los materiales tóxicos utilizados en la edificación. Las familias con hijos son las más preocupadas por este tema, lo que sugiere la necesidad de repensar los estándares de construcción hacia prácticas más sostenibles y seguras.
“El 40% de la población muestra mucha o bastante preocupación por el impacto de los materiales de edificación sobre la salud”, revela el informe, destacando la importancia de los materiales ecológicos y no tóxicos. La arquitectura sostenible y el uso de materiales ecológicos no solo pueden reducir el impacto medioambiental, sino que también tienen un efecto directo en la calidad de vida de los residentes. La iluminación natural, la ventilación adecuada y la elección de materiales saludables son factores clave para crear espacios que promuevan el bienestar tanto físico como mental.
Salud mental y vivienda: el impacto emocional del hogar
El informe de CGATE y GAD3 pone de manifiesto cómo el diseño y la configuración de los espacios habitables influyen directamente en la salud mental de los ciudadanos. Un 40% de la población ha experimentado ansiedad o estrés debido a su vivienda, un 30% ha reportado soledad y un 23% depresión. Estos problemas no solo están relacionados con aspectos económicos, sino también con las características físicas de las viviendas y su capacidad para proporcionar un entorno saludable y equilibrado.
La distribución del espacio, la calidad de la iluminación natural, la ventilación adecuada y el acceso a zonas exteriores juegan un papel crucial en el bienestar emocional de los habitantes. Elementos como la iluminación y la ventilación, que el 67% de la población considera esenciales para su bienestar, son fundamentales para mitigar sensaciones de agobio y promover un entorno más saludable. Además, la falta de privacidad, mencionada por un 65% de los encuestados como un factor importante, también puede incrementar el estrés y la ansiedad, especialmente en espacios reducidos o mal distribuidos.
La falta de espacio y la necesidad de una vivienda más flexible
Otro de los desafíos identificados en el estudio es la falta de espacio y la necesidad de viviendas más amplias y flexibles. El 26% de los ciudadanos considera que la falta de una terraza o balcón afecta negativamente a su calidad de vida, y más de un tercio señala la necesidad de espacios más amplios. Estos datos reflejan un cambio en las prioridades de los hogares españoles, que ahora buscan mayor confort y versatilidad en sus viviendas, algo que los arquitectos y urbanistas deben tener en cuenta al diseñar nuevos proyectos o al rehabilitar los existentes.
Con la creciente popularidad del teletrabajo, las viviendas ya no son solo un espacio de descanso, sino que se han convertido en oficinas y centros de actividades diarias. El estudio subraya la importancia de “una distribución funcional y flexible de los espacios”, lo que se traduce en un diseño que permita a los residentes adaptar su hogar a las nuevas realidades del trabajo y la vida personal.
