Hace unos meses publicamos una entrevista con Ángela Baldellou, directora gerente del COAM. Sin embargo, eso fue solo la primera parte, ya que teníamos muchas cosas que hablar con ella tras asistir al ciclo de “Otras Miradas”: sobre formación, sobre mujeres arquitectas, sobre la percepción de la arquitectura por parte del público en general…
Así que aquí os dejamos el resto de las reflexiones para NAN de la doctora arquitecta y licenciada en Ciencias de la Información, Publicidad y Relaciones Públicas, Ángela Baldellou, actual directora gerente del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
El 8 de marzo se celebró la jornada “Otras miradas. ArquitectAs” en el COAM, y se habló mucho sobre transmitir la importancia de la arquitectura al público general. Que, si existen espacios urbanos, si un espacio te hace sentir bien… ahí han estado los arquitectos. ¿Cómo crees que se puede conseguir esto?
El hecho de que nosotros, como arquitectos, seamos conscientes de la influencia que tenemos en el bienestar, en el confort y en la habitabilidad de las personas no significa que las personas sean conscientes de ello. Y este es un punto muy importante por el poder y la necesidad de que hagamos didáctica y mucha comunicación. Hay que fundamentarla en datos de cómo tenemos esta influencia de crear unos espacios que nos hagan sentir mejor y cómo la arquitectura y el entorno construido tienen un impacto directo en nuestra salud y en nuestra calidad de vida. Cómo en una misma ciudad, en función del espacio público y de la calidad de la vivienda, la esperanza puede variar, y eso teniendo en cuenta que la misma ciudad es un entorno socioeconómico más o menos estable. Imaginemos esas variaciones cómo pueden ser en otros continentes…
Así que creo que la Arquitectura tiene realmente un poder transformador, siempre lo ha tenido, y de organización del entorno, además de capacidad para influir en las generaciones futuras, en la forma en que nos movemos, compramos, habitamos, en la que llevamos a nuestros hijos al colegio, en cómo usamos el coche o fomentamos otras modalidades de transporte, en fomentar el comercio de proximidad.
Esa famosa ciudad de los 15 minutos tiene una influencia directa en la economía, pero también en el medioambiente y en nuestra psicología y nuestra calidad de vida. Igual que ese entorno influye, el espacio que habitamos, nuestras oficinas, los despachos, las tiendas y sobre todo nuestras viviendas – esos espacios donde pasamos más del 80% de nuestro tiempo- tienen esa influencia en todos estos valores.
Es importantísimo que incorporemos esa didáctica a todo el discurso y que el COAM lo lidere y lo haga a través de todos ciclos como el de “Otras MIradas”, en los que no sólo hablan arquitectas que ejercen de manera tradicional la arquitectura, sino arquitectas que desde su formación han sido capaces de incorporar una visión 360 a todos los problemas a los que se han enfrentado. Y la importancia de que haya arquitectos en la administración pública, en los centros educativos, en las empresas de comunicación, en el diseño, en la producción de materiales para que toda esa visión integral empape toda esa cadena de valor.
«Esa famosa ciudad de los 15 minutos tiene una influencia directa en la economía, pero también en el medioambiente y en nuestra psicología y nuestra calidad de vida»
También se mencionó durante el acto que habría que redefinir qué significa la calidad en arquitectura, cómo se percibe. ¿Cuál consideras que sería hoy en día una buena definición?
Es una pregunta trampa porque definir qué es calidad en arquitectura es muy complicado, pero creo que tiene que ser aquella arquitectura capaz de cumplir la función para la que se diseña de manera eficiente y sostenible en términos económicos, sociales y ambientales y añadiría con esa capacidad de ser una arquitectura capaz de ser responsable y también de transmitir sensación de bienestar.
Insisto en ese poder transformador de la arquitectura, de hacer mejores sociedades y mejores personas y creo que habría que hacer el ejercicio de valorizar el impacto de la calidad de la arquitectura frente a entornos donde no existe esa calidad.
Arquitectura y mujeres
Siguiendo con el tema mujeres, ya que hemos mencionado el 8 de marzo. En el mundo de la arquitectura, existen barreras y desafíos que enfrentan las mujeres para estar representadas a muchos niveles. ¿Qué medidas consideras necesarias para promover la igualdad de género en el sector?
Es un sector absolutamente masculinizado, aunque hay muchas más mujeres que hombres en las escuelas de arquitectura. Es un sector eminentemente masculino porque se asocia con una parte del proceso productivo, que es la fase de obra. Pero como ese mismo sector tiene que apostar por su transformación en términos de digitalización, de sostenibilidad y de industrialización, creo que esa transformación en esos términos puede hacer que sea más atractivo para otros perfiles profesionales como mujeres y también jóvenes, que se están despegando de un sector que, además, tiene que tener el añadido de que produce algo que permanece. Eso es precioso, estar en un sector que crea ciudad, que hace que las personas se sientan mejores.
Respecto a las mujeres y la arquitectura creo que sí estamos presentes y que el tema es darnos visibilidad en todas las miradas que podemos tener las mujeres. Lo importante es encontrar esos referentes que sean capaces de inspirar y de visualizar su trabajo, ponerla en valor y decir ‘aquí estamos nosotras’.
Hay una iniciativa del Parlamento Europea, de la que el COAM es firmante, que es ‘Dónde están ellas’, y yo también a nivel personal. Aquí estamos para hacer las cosas bien, por ser mujeres no tenemos que achantarnos, tenemos que demostrar que somos diferentes pero que tenemos valores añadidos que aportan un montón a la mirada del mundo y a los trabajos que ejercemos.
Por tanto, las medidas van destinadas a poner en valor nuestro trabajo y el trabajo que las niñas y futuras arquitectas, diciéndoles que hay futuro, hay trabajo y que es muy bonito y gratificante. Y que la arquitectura vista por mujeres es complementaria a la vista por hombres. Creo que las barreras se salvarán si somos capaces de visualizar estas otras miradas y estos referentes.
Cuando alguien te pregunta por referentes femeninos, en el mundo de la arquitectura y sus vertientes, que te hayan ayudado o inspirado a lo largo de tu carrera, ¿qué nombres vienen a tu mente? (Pueden ser mujeres profesionales muy reconocidas o que tú conozcas.
La verdad es que me ha influido mucho Zaha Hadid porque me pareció una mujer con capacidad para estar entre las más reconocidas por su capacidad formal de transgredir. Y luego creo que todas las profesionales españolas que están siendo consideradas arquitectas de referencia a nivel internacional: Sol Madridejos, Fuensanta Nieto, Ángela García de Paredes, Bea Matos, Carme Pinós… Hay tantas y tantas, las profesoras de la escuela también. Y mi madre, que, aunque no era arquitecta, fue la persona que me apoyó para que yo siguiera ese sueño.
Al final la inspiración tiene que venir también de seguir esos sueños y de personas que confían en ti para que los logres. También fue una inspiración para mí Steve Jobs, porque considero que fue una persona capaz de integrar el pensamiento innovador dentro del diseño y que fue capaz de hacer ver que realmente se puede pensar en verde y pensar diferente. También quiero citar al pensador en red y de la sociedad líquida Zygmunt Bauman, que para mí ha sido clave. Y la pensadora Hannah Arendt, para mí la gran pensadora del siglo XX.
«Al final la arquitectura es el resultado de una sociedad, es su reflejo»
Y creo que la Arquitectura en su vertiente humanista, esa capacidad que se nos supone de integrar el humanismo y la sociedad a la que servimos en la forma de pensar y en lo que producimos, en los espacios, incorporar ese pensamiento humanístico alineado con la sociedad en la que vivimos, es fundamental.
Al final la arquitectura es el resultado de una sociedad, es su reflejo, la formalización de su reflejo, y creo que es también su enorme poder, y la evocación que suscita todo lo que creamos al permanecer a lo largo del tiempo.
Formación y futuro de arquitectos
¿Qué importancia le das a la educación continua en el desarrollo profesional de un arquitecto?
Le doy una importancia estratégica y vital porque, como todas las profesiones habilitantes, los arquitectos, sobre todo en el ejercicio profesional tradicional, tenemos que estar al día de un montón de cuestiones normativas, técnicas, e incluso de emprendimiento de nuestros propios negocios.
Y, por lo tanto, igual que otros países como Italia, Reino Unido o Estados Unidos, la formación continua es obligatoria, y se promueve una formación reglada para poder acreditar las capacitaciones, poder acreditar las especializaciones, y poder desarrollar itinerarios profesionales específicos. Creo que aquí, aunque no sea obligatoria, podría ser recomendable.
Y pienso que el COAM aquí también tiene un papel importante que jugar en cuanto a ser ejemplar en anticipar las tendencias, consolidar y reforzar la formación que tenemos en las escuelas y también abrirse y ofrecer formación a todos esos arquitectos que, como digo, no visan, no tienen que construir edificios, pero sí hacen un ejercicio profesional desde otros ámbitos de negocio: desde la gestión energética, desde la gestión patrimonial, desde la intervención en el patrimonio, desde la conservación, desde la rehabilitación, desde el diseño de producto, desde el diseño de interiores, desde el paisajismo; desde la digitalización de los procesos o de la arquitectura, desde el planeamiento urbano…
En fin, es una profesión con tantas áreas de desarrollo, tan versátil y con tantas posibilidades que la formación es compleja pero absolutamente necesaria para, como digo, fortalecer nuestros valores, nuestros principios y deontología. Para actualizar nuestros conocimientos en cuanto a normativas, procedimientos, materiales, tecnologías, técnicas; y abrir lazos y nuevas formas de trabajo colaborativas con otras profesiones. Así que la formación continua desde nuestro punto de vista es absolutamente fundamental para el futuro de esta profesión.
«Tenemos que ser capaces de integrar la Inteligencia Artificial sin ir en contra del criterio y la capacidad creativa y técnica de los profesionales»
¿Cómo crees que la inteligencia artificial puede influir o está influyendo en el proceso de formación arquitectónico?
Tenemos que ser capaces de integrar la Inteligencia Artificial sin ir en contra del criterio y la capacidad creativa y técnica de los profesionales. La IA puede ser una magnífica herramienta bien utilizada, siempre que no acabemos con la capacidad del arquitecto de adecuar la arquitectura desde lo local y social al entorno en que se produce.
Volviendo a la formación humanística, creo que debemos ser inteligentes y aplicar la IA para mejorar los procesos, los productos, compartir nuestras experiencias y aprendizaje, pero nunca para sustituir un trabajo insustituible, que es el humano, el de la inteligencia y la empatía del profesional no sólo con el cliente sino con el lugar donde tiene que encontrar su sitio.
Para finalizar, en el evento de Otras miradas con el que hemos comenzando, al final se dieron una serie de mensajes a quienes están estudiando hoy en día arquitectura. ¿Cuál es tu mensaje para los y las estudiantes?
El mensaje fundamental es que hay futuro. Es una profesión absolutamente emocionante, con una capacidad transformadora y sugerente que pocas profesiones tienen, una profesión antigua pero que tiene que mirar al futuro, consolidar sus valores, apostar por una transformación, pero que está preparada para ello y que sigue siendo una profesión absolutamente necesaria para que la sociedad del futuro sean sociedades que puedan vivir con una calidad de vida acorde a las necesidades cambiantes de las personas.
Mi mensaje sería: hay futuro.