Juan Gaitán fue uno de los estudiantes que en julio de este año 2024 presentaron sus proyectos de final de grado de UIC Barcelona School of Architecture en la sede del COAC. En concreto, los estudiantes presentaron soluciones para tejer la ciudad a través de la regeneración de los barrios del Besòs. Temas totalmente alineados con la agenda urbana de BCN: recuperación de los espacios fluviales, la conexión de los barrios periféricos y la promoción de la sostenibilidad y la cohesión social.
«Mi mayor deseo como arquitecto es contribuir a ese cambio positivo, creando espacios que hagan la vida mejor para todos»
Hablamos con Juan para que nos comparta sus puntos de vista sobre la arquitectura, la sostenibilidad y lo que ha significado para él realizar este proyecto, ganador del segundo lugar de los Premios ROCKWOOL de Sostenibilidad.
¿Qué te motivó a elegir la carrera de arquitectura? ¿Hubo alguna influencia en tu decisión?
Elegí la arquitectura porque creo firmemente que es una disciplina que tiene el poder de transformar vidas y mejorar la sociedad de manera tangible. Nací en Bogotá, Colombia, y tuve la oportunidad de ver de cerca cómo el plan de renovación urbana iba dando forma a la ciudad. Las calles se llenaban de vida, nuevos hospitales, colegios, centros culturales e incluso parques elevaban la calidad de vida de las personas. Mi mayor deseo como arquitecto es contribuir a ese cambio positivo, creando espacios que hagan la vida mejor para todos.
¿Qué herramientas o tecnologías has encontrado más útiles durante tus estudios?
A lo largo de la carrera, nos han enseñado muchísimas herramientas útiles para cada etapa del diseño y la presentación. He aprendido mucho también por mi cuenta, pero si tuviera que destacar una herramienta clave que la universidad me ha brindado, sería Rhinoceros. Es un software increíblemente versátil, capaz de acompañar todo el proceso, desde las primeras ideas en diseño básico hasta la documentación ejecutiva de un proyecto.
¿Qué habilidades prácticas crees que son esenciales para un arquitecto y cómo las has desarrollado?
Como arquitecto, es esencial desarrollar habilidades prácticas en visualización espacial, comunicación efectiva, dominio de herramientas digitales y la interdisciplinaridad. La visualización espacial, crucial para transformar conceptos en diseños funcionales y estéticos, la he desarrollado mediante la creación de maquetas físicas y digitales y el uso de softwares como Rhinoceros.
La comunicación efectiva es clave para interactuar con clientes y colaboradores; he mejorado esta habilidad presentando y defendiendo mis proyectos en la universidad y trabajando en equipo. El dominio de herramientas digitales y técnicas de diseño, incluyendo software de CAD y renderizado, lo he adquirido tanto en el ámbito académico como en proyectos personales. Además, es crucial querer investigar y aprender por tu cuenta.
«Los edificios y espacios públicos bien diseñados no solo brindan funcionalidad y estética, sino que también fomentan la cohesión social»
¿Cómo crees que la arquitectura puede influir en la comunidad y la sociedad en general?
La arquitectura tiene un impacto profundo en la comunidad y la sociedad al moldear el entorno construido y mejorar la calidad de vida. Los edificios y espacios públicos bien diseñados no solo brindan funcionalidad y estética, sino que también fomentan la cohesión social y la identidad cultural. Una arquitectura inclusiva y accesible puede transformar barrios, revitalizar áreas degradadas y proporcionar espacios de encuentro y bienestar para todos los ciudadanos. Además, al integrar principios de sostenibilidad y eficiencia, la arquitectura contribuye a la salud ambiental y a la resiliencia frente al cambio climático.
En este sentido, la arquitectura se basa en mejorar la sociedad en sí misma. Desde el diseño de los espacios urbanos e interiores hasta los programas que se plantean en estos espacios, la arquitectura puede beneficiar a la comunidad. Esto se puede apreciar aquí en Barcelona, donde grandes desarrollos urbanos han tenido un impacto significativo. El Plà Cerdà, el modernismo y la renovación durante los Juegos Olímpicos de 1992 son ejemplos de cómo la arquitectura y el urbanismo han transformado la ciudad, creando espacios inspiradores y funcionales que han promovido una comunidad más equitativa, saludable y conectada.
¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado durante los estudios y cómo lo has superado?
Creo que el mayor desafío que he enfrentado ha sido mantener la constancia. En arquitectura, el éxito no se basa en la inteligencia, sino en la capacidad de trabajar de manera constante y no perder el ritmo, algo que resulta difícil de mantener a lo largo de toda la carrera. Sin embargo, estoy convencido de que con buenos hábitos y una sólida organización, es posible alcanzar los objetivos. Además, es crucial saber equilibrar el trabajo con momentos de descanso y disfrutar de hobbies para mantener una perspectiva saludable y productiva.
«En «Tessel» se implementaron diversas estrategias para optimizar el rendimiento térmico y reducir las emisiones de CO₂»
Hablemos ahora de tu TFG que se ha llevado no uno, sino dos premios. ¿Qué aspectos de tu proyecto crees que fueron clave para ganarlos?
Para el premio de sostenibilidad, el programa fue fundamental, ya que propone una alternativa más ecológica al incorporar el reciclaje en el sector textil, conocido por su alta contaminación. Desde el inicio, diseñé el proyecto basándome en un análisis del ciclo de vida de los materiales y ajusté la fachada según su orientación para crear espacios bioclimáticos que mejoraran la eficiencia energética y facilitaran la descarbonización del proyecto en poco tiempo. Estos principios de eficiencia también fueron cruciales para el premio de instalaciones, donde se destacó la innovación del sistema, incluyendo la propuesta de conductos de ventilación de tela.
¿Qué estrategias específicas implementaste en «Tessel» para optimizar el rendimiento térmico y reducir las emisiones de CO₂?
En «Tessel» se implementaron diversas estrategias para optimizar el rendimiento térmico y reducir las emisiones de CO₂, destacando la reutilización de estructuras metálicas preexistentes. Se utilizó una estructura de madera modular y desmontable.
Además, un análisis solar hecho con grasshopper me permitió diseñar la fachada retranqueada, de doble piel bioclimática, que regula la temperatura interior con un sistema de rejillas reguladoras, complementada por un sistema de ventilación pasiva. La climatización se optimizó mediante un sistema selectivo que reutiliza el calor residual de las máquinas, mientras que la instalación de paneles solares en las cubiertas asegura un suministro energético positivo, contribuyendo a la descarbonización a largo plazo del proyecto.
«La sostenibilidad debería ser un área base de la arquitectura como lo son las instalaciones, estructuras y construcción»
¿Cómo evalúas el impacto ambiental de tu proyecto en comparación con una construcción convencional?
Para evaluar el impacto ambiental de mi proyecto en comparación con una construcción convencional, se consideraron tres escenarios basados en el análisis del ciclo de vida de los materiales. El primer escenario, que utiliza únicamente hormigón sin aprovechar preexistencias, resulta en altas emisiones de CO₂ debido a la producción intensiva de hormigón. El segundo escenario incorpora estructuras existentes, reduciendo parcialmente la huella de carbono, pero sigue empleando hormigón. El tercer y más sostenible escenario es «Tessel», que emplea una estructura de madera y reutiliza preexistencias metálicas, lo que minimiza significativamente la huella de carbono.
La madera, con baja energía incorporada y capacidad de almacenamiento de carbono, junto con la construcción modular, no solo reduce las emisiones de CO₂ en un 60% por metro cuadrado, sino que también mejora la eficiencia energética, permite la reconfiguración de espacios sin generar residuos significativos, y prolonga la vida útil del edificio, reduciendo la necesidad de nuevas construcciones y demoliciones. Además, las soluciones constructivas implementadas permiten una reducción de costos, optimizando el uso de recursos y minimizando el impacto ambiental.
Siendo un proyecto que se enfoca en la sostenibilidad, ¿qué importancia ves en la integración de la sostenibilidad en la arquitectura del futuro y cómo te gustaría contribuir a ello?
Creo totalmente que la sostenibilidad debería ser un área base de la arquitectura como lo son las instalaciones, estructuras y construcción. Hoy en día no se puede diseñar sin pensar en la huella de carbono que puede generar un edificio, y con las implementaciones que habrá por parte de la Unión Europea de cara a la Agenda 2030 debería ser obligatorio aprender sobre sostenibilidad en todas las escuelas de arquitectura, como lo es en la UIC.
Para finalizar, ¿qué consejo le darías a un estudiante que esté pensando en estudiar arquitectura?
Si estás pensando en estudiar arquitectura, mi consejo es que cultives tanto tu creatividad como tus habilidades técnicas, ya que la arquitectura combina arte y ciencia. Mantente siempre curioso y abierto a aprender, explorando diferentes disciplinas mientras desarrollas habilidades de comunicación y gestión del tiempo. Busca experiencias prácticas para comprender cómo se desarrollan los proyectos en la vida real y prepárate para colaborar en equipo. Pero sobre todo, mantén la pasión y la perseverancia, porque aunque la arquitectura puede ser desafiante, ver tus ideas convertirse en realidad es increíble.
