Elisa Larraín es una apasionada de las innovaciones en arquitectura que aportan sostenibilidad y mejoran la calidad de vida de las personas. Como Licenciada en Administración y Gerencia de Empresas, ha liderado operaciones inmobiliarias en Venezuela, Estados Unidos, Costa Rica y España. Fundadora de Edifica Bienes Raíces en Venezuela, una empresa que estuvo en activo durante más de dos décadas, en 2011 se trasladó a Miami y actualmente es Directora de Desarrollo y Promotora de Distrito Natural en España, una iniciativa que desarrolla «proyectos ecológicos que mejoran la salud y la convivencia para crear un impacto positivo».
Y es que además de su carrera profesional, Elisa participa activamente en iniciativas sociales y organizaciones, creyendo firmemente en la responsabilidad social para mejorar la vida de las comunidades menos favorecidas.
Sobre todos estos puntos hemos querido hablar con Elisa desde NAN Arquitectura, y estas han sido sus respuestas.
¿Cuál es tu definición de arquitectura y vivienda sostenible, y cuáles consideras que son sus principios fundamentales?
Para mí, la definición de arquitectura es un valor de responsabilidad integral de diseñar, construir y gestionar espacios de manera que se minimice el impacto ambiental, se optimice la eficiencia de recursos y, sobre todo, se promueva el bienestar y las relaciones entre sus habitantes. Desde pequeña me crié en un entorno de arquitectos e ingenieros. Mi padre, arquitecto, formó una de las empresas más grandes de desarrollo de proyectos en Venezuela. Por lo tanto, llevo en mi ADN la construcción de viviendas.
Además, por mi recorrido de desarrollo de proyectos durante 20 años y los avances del cambio climático, me interesó comenzar a conocer sobre el desarrollo de una vivienda sostenible. Hoy es una prioridad que el entorno construido sea responsable con el medio ambiente y que, al mismo tiempo, fomente la interacción social y el bienestar comunitario. Este enfoque holístico es esencial para avanzar hacia un futuro más justo para todos.
La sostenibilidad tiene más de una dimensión, todavía hace falta mucha información para entender esta nueva revolución en las formas de vivir.
En tu blog «Una mirada constructiva», se pueden encontrar tus puntos de vista sobre arquitectura, sostenibilidad y más. ¿Qué esperas hacer llegar a quienes lo leen?
Este blog nació para compartir ciudades que visitaba, museos y las innovaciones sobre los diseños de arquitectura. Era importante para mi comenzar a difundir sobre las nuevas maneras de construir: existen muchos proyectos y personas que avanzan en un impacto positivo y que merece la pena conocer.
La sostenibilidad tiene más de una dimensión, y aunque el mercado ahora es más consciente de ello, todavía hace falta mucha información para entender esta nueva revolución en las formas de vivir. Lo que espero es que mi comunidad de lectores tenga de primera mano información que le permita, según el punto de su vida en el que esté, entender cómo pequeñas decisiones en su compra pueden aportar en el cuidado al medio ambiente, mejorar su bienestar y cuidar además sus finanzas.
Actualmente eres directora de desarrollo en Promotora #distritonatural. ¿Podrías contarnos más sobre el impacto en la salud y convivencia de las comunidades de estas viviendas ecológicas?
La arquitectura nos rodea y las personas necesitamos espacios definidos: el habitacional, el laboral y el recreativo. Antes de la pandemia quizá era así como la gente en las grandes ciudades vivíamos, y eso traía consigo dos enemigos en nuestro día a día. El primero y más conocido es la contaminación del aire por el uso de transporte masivo; ya veis como Madrid presenta un aire tan cargado y cómo notamos la diferencia durante las primeras semanas después del confinamiento. Y a eso podéis sumarle todo el CO2 emitido por el uso de energía fósil a nivel mundial.
El otro enemigo, muy peligroso, es la soledad no deseada. La OMS lanzó un estudio después de la pandemia que decía que un 10% de la población mundial sufre problemas de soledad. En España, son unos dos millones de personas las que viven solas, un problema que afecta más a las personas mayores de 65 años. A su vez, este es un problema que influye más a las mujeres, que suponen un 70% de las personas de más de 65.
En Distrito Natural, damos respuesta a estos dos problemas con la promoción de viviendas colaborativas y ecológicas. Por un lado, aseguras que el diseño y la obra contemple materiales amigables con el medioambiente, haciendo que impacten lo menos posible en el mismo. Además, en la fase de uso del edificio se puede utilizar energía renovable que evita el combustible de fuentes fósiles.
Además, a través del diseño arquitectónico puedes integrar medidas que optimicen la eficiencia energética del edificio, usando estrategias como la ventilación mecánica controlada, que filtra y purifica el aire contaminado de la ciudad y hace que respires aire de calidad en tu hogar.
Por otro lado, el diseño y concepción de los espacios es importante para combatir la soledad de la que hablamos. Nuestras promociones de covivienda aseguran que la vida en comunidad esté presente, ya sea en espacios de coworking, terrazas, huertos comunes o incluso en cocinas y comedores compartidos. De esta forma, en nuestros edificios nos aseguramos de que existan espacios comunes en el que te puedas relacionar con tus vecinos y vecinas, sin renunciar a los espacios privados de cada unidad familiar.
El diseño y concepción de los espacios es importante para combatir la soledad de la que hablamos
También desarrollaste la Guía «¿Qué debo saber si quiero comprar una vivienda sostenible en España?». ¿Qué aspectos fundamentales abarca y cómo puede ayudar a los compradores a tomar decisiones más responsables?
Está diseñada para proporcionar a los compradores información esencial y práctica para tomar decisiones informadas y responsables en la adquisición de una vivienda sostenible. Esta guía abarca varios aspectos fundamentales que ayudan a los compradores a tomar decisiones y a tomar conciencia de los beneficios de la compra de una vivienda diseñada con criterios de sostenibilidad. Muchas personas que he atendido no sabían la importancia de vivir dentro de un edificio construido de madera, el ahorro de energía, el aire que respiran, etc.
Y hablando de las personas que van a habitar esas viviendas, ¿cuál crees que es el mayor impacto positivo que los proyectos ecológicos pueden tener en la calidad de vida de las personas?
No puedo hablar de uno, puedo hablar de tres. El primero, el impacto ambiental. Estos hogares no solo consumen muy poca energía y la que consumen no es de origen fósil, lo que se traduce en menos CO2, también están construidos con materiales biobasados y certificados en su bajo impacto ambiental.
El segundo, económico. Al ser proyectos de alta eficiencia energética y que generalmente tienen instaladas placas fotovoltaicas, durante la vida del edificio y sobre todo en verano, las personas que habitan nuestros espacios pagan muy poco en la factura eléctrica (incluso en algunos casos menos de 10 euros al mes).
El tercero, el sentido de comunidad. Ya seas un hogar monoparental, una familia de cuatro integrantes, una persona soltera o una pareja de seniors, cada proyecto se encarga de que existan espacios para interactuar con tus vecinos y crear lazos de buena convivencia, ya sea tomando un café mientras ves a los niños jugar o trabajando con algún vecino en el coworking o en el huerto común.
Teniendo una sólida formación en el sector inmobiliario y una comprensión profunda de los desafíos medioambientales, ¿qué estrategias utilizas para integrar la economía circular en los proyectos inmobiliarios?
Integrar la economía circular en proyectos inmobiliarios es esencial para abordar los desafíos medioambientales. Un aspecto clave es el uso de madera certificada FSC o PEFC. Estas certificaciones aseguran que la madera proviene de bosques gestionados de manera sostenible, así como la protección de la biodiversidad y los derechos de las comunidades locales. Para lograrlo, incluímos cláusulas específicas y auditorías en los contratos con proveedores para el uso exclusivo de madera certificada.
El uso de materiales de proximidad también juega un papel crucial en la integración de la economía circular. Al reducir las necesidades de transporte y apoyar la economía local, se minimizan las emisiones de CO2 y se promueve el desarrollo económico regional.
Por último, la incorporación de recursos reciclados y reciclables es fundamental para cerrar el ciclo de la economía circular. Utilizar materiales de construcción con alto contenido reciclado, como productos de aislamiento reciclado, reduce la demanda de nuevas extracciones y minimiza los residuos. Además, diseñar edificios pensando en el desmontaje y la recuperación de materiales al final de su vida útil hace más fácil que los componentes puedan ser reciclados y reutilizados.
Integrar la economía circular en proyectos inmobiliarios es esencial para abordar los desafíos medioambientales.
Has indicado en varias ocasiones que las viviendas sostenibles ejercen el menor impacto posible sobre el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. ¿Podrías explicar cómo se asegura este bajo impacto en cada etapa, – desde la construcción hasta la ocupación, – y el concepto asociado de Triple Bienestar? (en lo social, económico y ambiental)
Comienza desde el diseño. El equipo de arquitectos de sAtt/Distrito Natural está altamente comprometido con la sostenibilidad y eso se transmite en sus diseños. En esta etapa, el equipo integra una propuesta estética, funcional y eficiente energéticamente, de manera que cuando el proyecto ya esté construido no requerirá prácticamente de energía para su climatización. Esto tiene un gran efecto positivo tanto para el medioambiente como para el bolsillo.
En función del diseño, el equipo de obras calcula la cantidad de materiales necesarios y la huella de carbono asociada a ellos, apoyándose en Ecómetro ACV, la herramienta de Análisis de Ciclo de Vida Ecómetro, un desarrollo digital que te permite calcular los impactos ambientales en toda la vida útil de un proyecto.
Ya durante la obra, se usa energía eléctrica de fuentes renovables en la construcción, construimos con madera industrializada (que nos permite ser eficientes en tiempo de ejecución y en huella hídrica), usamos materiales de bajo impacto y cercanos para evitar una alta huella ecológica; y dado que toda la intervención humana genera impacto, por ejemplo, en términos de CO2, ofrecemos compensarlo para hacer el proyecto carbono nulo o casi nulo.
Como veis, cuidamos del ambiente y de las personas. De la misma manera creemos en los precios justos, por lo que manejamos un criterio de transparencia tanto con nuestros clientes como con nuestros proveedores, de forma que se pueda hacer un negocio rentable dentro de unos límites éticos.
Hoy en día los préstamos hipotecarios dan ventajas a viviendas que son eficientes energéticamente en la etapa de uso.
Las viviendas sostenibles tienen varias ventajas, como el ahorro energético y la mejora del bienestar. ¿Cuál crees que es la más subestimada y que debería ser tenida más en cuenta por los futuros propietarios y desarrolladores?
Creo que ambas están subestimadas, tanto por el mercado como por el cliente. El cambio climático, para quien crea en él como para el que no, está aquí y se siente, así que nuestros proyectos garantizan un refugio para esta realidad, al mismo tiempo que colabora con la sostenibilidad y con el bolsillo de los propietarios.
Además, hoy en día los préstamos hipotecarios dan ventajas a viviendas que son eficientes energéticamente en la etapa de uso, es decir con etiqueta energética A o B. La normativa está cambiando y pronto los productos bancarios pondrán el ojo cada vez más en cómo se construye el proyecto inmobiliario.
También hay algunas desventajas, como el mayor costo inicial y la necesidad de mantenimiento especializado. Iñaki Alonso, CEO de sAtt y director de Distrito Natural Ecovivienda, explicó en Espacio NAN Sostenibilidad que hay que mirar el beneficio a largo plazo. Sin embargo, ¿qué estrategias recomiendas para mitigarlas y hacer que las viviendas sostenibles sean más accesibles para todos?
Para calcular el coste real de una vivienda debemos tener una visión amplia, pensar en el largo plazo y estudiar los costes indirectos asociados a dicho inmueble, como por ejemplo el gasto mensual en energía (luz, agua, calefacción, gas). Es lo que llamamos «hipoteca energética».
Construir un edificio que cumple los requisitos mínimos del CTE (Código Técnico de la Edificación), puede tener un coste inicial más bajo. Sin embargo, estos edificios suelen llevar asociados altos consumos energéticos, consecuencia principalmente de un escaso aislamiento térmico y baja hermeticidad. Una vivienda barata que sale muy caro calentar o enfriar.
Una estrategia es buscar bancos que valoren no solo la eficiencia energética en uso sino la sostenibilidad total del proyecto, sino también informarse de los diferentes costos que puede tener una vivienda, siendo un ahorro de costos considerable si la tipología es en bloque comparada con la unifamiliar.
A nivel de las administraciones, lo que solicitamos es que las viviendas con una alta eficiencia y bajo impacto como las de Distrito Natural, tengan incentivos y un tratamiento fiscal más beneficioso en forma de menores impuestos o ayudas.
Las viviendas sostenibles abren un mundo de posibilidades
Sabemos que exploras cómo las viviendas sostenibles pueden dinamizar el desarrollo urbano y combatir la despoblación en zonas rurales. ¿Puedes desarrollar algo más esta idea?
Las ciudades siguen y seguirán creciendo, por lo que si se desea cumplir con las metas del Pacto Verde Europeo para 2030 y 2050 son necesarios este tipo de proyectos inmobiliarios. Al incorporar características como la eficiencia energética y el diseño centrado en la salud, estas viviendas no solo benefician el medio ambiente, sino que también contribuyen al desarrollo de ciudades más cohesionadas y sostenibles. Además, formar parte de proyectos urbanos integrales que incluyen infraestructura verde y servicios comunitarios puede impulsar el crecimiento económico al atraer empresas innovadoras que valoran la sostenibilidad.
En cuanto a la ruralidad, las viviendas sostenibles abren un mundo de posibilidades. Ya hemos visto cómo después de la pandemia y la implantación del teletrabajo mucha gente anhela volver al campo y, para ello, se requieren nuevos desarrollos rurales que sean respetables con el entorno.
Estos desarrollos, como vibio.land, que Distrito Natural está desarrollando en Higuera de las Dueñas (Ávila), tienen el potencial de revitalizar zonas rurales y combatir la despoblación. Eso sucede mediante la promoción del teletrabajo y el coworking, el turismo sostenible, la educación y la agricultura regenerativa, así como la promoción de la cultura y los recursos del patrimonio local.
Estos proyectos pueden atraer a profesionales, emprendedores y familias en busca de una mejor calidad de vida en entornos rurales, creando así un círculo virtuoso de desarrollo económico y social.
En tu opinión, y siguiendo un poco con ese hilo, ¿cómo crees que las políticas públicas y las regulaciones urbanísticas podrían apoyar más efectivamente el desarrollo y la adopción de viviendas sostenibles en España?
Creo que las políticas públicas de la UE van por el camino correcto y España está haciendo un esfuerzo titánico por cambiar el paradigma de un sector tan conservador. No obstante, considero que la adopción de las legislaciones urbanísticas ha sido muy lenta y no han sido homogéneas. Por ejemplo, Cataluña, el País Vasco, la Comunidad Valenciana e incluso Galicia han hecho cambios sustanciales para integrar este tipo de características a su obra nueva y rehabilitación, en Madrid es mucho más lento el proceso.
Además, otro factor importante que podría acelerar esta transición son los incentivos fiscales asociados a un proceso constructivo sostenible, que no está presente hoy día en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas.
La vivienda sostenible es el presente, ya está aquí.
Qué futuro ves para las viviendas sostenibles en el contexto de las crisis climáticas y económicas globales? Porque la gran pregunta es: ¿Cómo pueden convertirse en una norma y no en una excepción en el mercado inmobiliario?
La vivienda sostenible es el presente, ya está aquí. Como mencionas, el reto es su proliferación y en eso el gobierno central, autonómico y local tiene mucho que ver. Ofrecer beneficios fiscales bajo los parámetros de sostenibilidad impulsará a los inversionistas privados a solicitar un mejor desempeño ambiental y social a la hora de decidir sobre su participación en uno u otro proyecto.
Otra iniciativa interesante es ofertar suelos en cesión a largo plazo o a precios que no hagan que los proyectos inmobiliarios se vuelvan inalcanzables para el usuario final: si el proyecto es accesible pero el suelo es muy caro, el equipo promotor tendrá que reducir costos o aumentar los precios.
En cuanto a la parte pública del sector, va de la mano de incentivar la vivienda pública social, que en España es del 2%, muy por debajo de otros países de Europa, y que este tipo de vivienda incluya también los parámetros de sostenibilidad, por ejemplo, en lo que tiene que ver con eficiencia energética, producción in situ de renovables o reducción de emisiones de CO2.
Para terminar, ¿qué consejo le darías a alguien que está comenzando en el sector inmobiliario y desea enfocarse en la construcción sostenible?
Creo que el consejo más importante es no temer a experimentar e innovar, y priorizar el bienestar de los usuarios, diseñando espacios saludables y educando sobre los beneficios de la sostenibilidad. Entender que la sostenibilidad abarca aspectos ambientales, pero también económicos y sociales resulta crucial para equilibrar estos pilares en cada proyecto.
Por otro lado, resaltaría la importancia de invertir en formación continua y certificaciones especializadas en sostenibilidad para mantenerse actualizado sobre las últimas tecnologías y normativas. Además de esto, creo que es imprescindible conectar con otros profesionales y trabajar en equipos multidisciplinares para abordar los desafíos de manera integral y compartir soluciones.