El diseño de esta clínica dental ha sido concebida por Murillo y Hernández Arquitectos para maximizar la funcionalidad y la estética en un espacio originalmente complejo. Desde el inicio, se ha dado prioridad a la integración de la luz natural y al uso de materiales naturales, con especial atención a los tonos arenosos que evocan el carácter distintivo de Salamanca. La fachada del edificio, que se ha respetado íntegramente, ha sido una fuente de inspiración clave, especialmente el zócalo perimetral de granito y las dimensiones de los huecos, elementos que se han reinterpretado en el diseño interior para modular los espacios.
Un espacio con dos áreas diferenciales
El espacio se organiza en dos áreas principales: una pública y otra privada, aprovechando la geometría del lugar para generar una distribución eficiente. Al entrar, los visitantes encuentran un frente empanelado en madera de roble que encierra el aseo y un pequeño archivo, enmarcando un acogedor espacio de espera y un despacho que destaca por sus paredes de vidrio.
El núcleo del diseño lo constituye un volumen central que alberga los gabinetes odontológicos y la sala de rayos X. Este volumen ha sido cuidadosamente dimensionado y modulado, tomando como referencia las piezas de piedra de Campaspero del zócalo, lo que además facilita una doble circulación interna que permite al personal desplazarse sin ser visto, mejorando así la operatividad y la privacidad.
La zona más privada de la clínica, ubicada al fondo, se beneficia de un acceso independiente a través del portal del edificio, así como de un acceso interno. Aquí se encuentra un gabinete adicional, más íntimo, que se ilumina gracias al patio interior existente, aportando luz al distribuidor principal y asegurando un ambiente de tranquilidad y privacidad para los pacientes.
Expandiendo el estilo de dentro hacia fuera
Para resaltar la entrada de luz natural y preservar la intimidad, se han diseñado embocaduras de madera alrededor de los huecos de la fachada. Estos elementos no solo enmarcan las vistas exteriores, sino que también sirven como un recurso estético que realza la presencia de la clínica desde el exterior.
El proyecto combina de manera efectiva el respeto por la arquitectura preexistente con soluciones contemporáneas y funcionales, logrando un espacio clínico que es tanto eficiente como estéticamente coherente con su entorno.
