En el corazón del barrio de Es Molinar de Palma de Mallorca surgió un ambicioso proyecto arquitectónico, diseñado por el estudio de Javier de las Heras Solé. Ganador del primer premio en el concurso de ideas de 2009, este proyecto consta de 57 viviendas dotacionales, un centro de día y locales sociales, representando no solo un avance en la arquitectura sostenible sino también una promesa de revitalización urbana.
Concepto del proyecto en Es Molinar
Es Molinar, un barrio en proceso de transformación, está estratégicamente ubicado cerca del puerto de Es Portixol, con acceso a la playa y el paseo marítimo. A pesar de estar en una fase de desarrollo, dicha área destaca por su gran potencial de convertirse en un ejemplo de integración urbana y sostenibilidad.
Desde el estudio de Javier de las Heras Solé, explican: «En fase de concurso definíamos la urbanización del entorno mediante la utilización de una trama, una pauta marcada por una estricta ortogonalidad. Con las mismas premisas formales de ortogonalidad, sin concesiones, se plantean las bases por la nueva edificación».
Diseño de la planta baja
El centro de día en la planta baja se presenta como un volumen denso, cerrado en sí mismo, y está diseñado para generar un paisaje interior innovador con una secuencia de patios de distintos tamaños. Este diseño mejora las condiciones de soleamiento, confort acústico y protección contra el viento, además de crear un ambiente tranquilo y sereno para los usuarios.
Los seis locales sociales se distribuyen estratégicamente, cuatro de ellos orientados hacia la futura continuidad de la calle Guayaquil y los dos restantes. Este diseño fomenta la integración de los locales con la comunidad, incentivando la actividad social y económica en el barrio.
Viviendas en las plantas superiores
La estrategia de la organización espacial fue marcada por un condicionamiento importante, «la proximidad del mar y la posibilidad de poder disfrutar de su visión a partir de una cierta altura», aclaran desde el estudio de Javier de las Heras Solé.
Las plantas superiores albergan las 57 viviendas, concebidas como volúmenes ligeros y abiertos, dispuestas en forma de U orientadas hacia el sur para garantizar vistas al mar. Esta disposición permite maximizar la iluminación natural y las vistas panorámicas, a la vez que asegura privacidad y confort para los residentes. El diseño cuidadoso de estas unidades refleja un compromiso con la calidad de vida urbana y la sostenibilidad ambiental.
Cubiertas: más que simples tejados
La cubierta del centro de día se transforma en un espacio verde accesible, ofreciendo un área de esparcimiento y relajación para los residentes. La elección de una cubierta plana ajardinada con mínimo mantenimiento subraya el compromiso del proyecto con la sostenibilidad y la creación de áreas verdes urbanas.
Sostenibilidad e impacto social
El proyecto hace uso de materiales locales y sostenibles. El marés, una piedra típica de la región, se utiliza en la planta baja, mientras que en las plantas superiores se emplean materiales como revoco de mortero de cal, madera de castaño y vidrio. Esta selección refleja un compromiso con la sostenibilidad, al mismo tiempo que garantiza la armonía del edificio con su entorno urbano.
Por otro lado, el proyecto va más allá de ser un simple desarrollo de viviendas. Es una intervención urbana que busca revitalizar Es Molinar, generando espacios que fomentan la interacción social y la vida comunitaria. El centro de día y los locales sociales están diseñados para ser puntos de encuentro y actividad, fundamentales para el tejido social del barrio.
Con su innovador diseño, uso de materiales locales y enfoque en la integración comunitaria, este trabajo arquitectónico ofrece una promesa para el futuro de Es Molinar y un modelo de excelencia para proyectos urbanos sostenibles.
