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Mueble de baño suspendido: ¿es la mejor opción?

Descubre los pros y contras de incorporar un mueble suspendido en tu diseño de baño.

Al diseñar un baño desde cero, nos sumergimos en un mar de opciones y decisiones. Desde la elección de una ducha adecuada hasta la selección del vidrio protector que proporcionará seguridad y estética, cada paso lleva consigo una serie de consideraciones. Ante tal complejidad, el asesoramiento de un arquitecto o diseñador de interiores resulta esencial, dada su expertise para garantizar excelentes resultados.

Los muebles de baño suspendidos, con su diseño contemporáneo y estilizado, son una de estas opciones. Sin embargo, cabe preguntarse, ¿son realmente la opción más adecuada para todos los baños? La respuesta a esta pregunta puede sorprender a más de uno.

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Mueble de baño suspendido con cajones y doble lavabo. Créditos: R ARCHITECTURE / unsplash.com

Ventajas de los muebles de baño suspendidos

Los muebles suspendidos se han vuelto cada vez más populares en el diseño de baños contemporáneos. Una de las razones más convincentes es su capacidad para ampliar visualmente el espacio. Al estar elevados del suelo, estos muebles permiten que la luz natural o artificial se refleje más fácilmente en el suelo, brindando una sensación de amplitud. Es un efecto que realmente puede transformar los baños pequeños, haciéndolos parecer más grandes y luminosos.

«Eliminar algo tan sencillo como las patas consigue dar al baño mayor sensación de amplitud y, si lo que necesitas es más espacio de almacenaje, se pueden colocar cestas e incluso un pequeño mueble debajo en función de la altura», señalan los especialistas de Todo Baño.

Estos muebles, especialmente los de profundidad reducida, se adaptan a espacios angostos, al mismo tiempo que añaden un toque estético moderno al espacio. Las líneas limpias y las superficies sencillas son esenciales en los diseños de baños actuales, y los muebles suspendidos cumplen con este criterio estético al pie de la letra. Además, a pesar de su diseño compacto, muchos modelos están ingeniosamente diseñados para ofrecer cajones y compartimentos que maximizan el almacenamiento, asegurando que cada centímetro del mueble se utilice eficientemente.

Por otro lado, la resistencia al agua es crucial en un espacio donde la humedad es una constante. Ya sea que estés considerando un diseño de baño abierto tipo «wet room» o simplemente tengas habitantes en el hogar que, sin querer, salpiquen agua alrededor, los muebles suspendidos evitan que el agua se acumule y dañe la base del mueble. Y si hablamos de practicidad, facilitan enormemente la limpieza. Sin esos recovecos y esquinas en el suelo típicos de los muebles tradicionales, barrer y fregar el suelo se vuelve una tarea más sencilla y rápida.

Inconvenientes de los muebles de baño suspendidos

La adopción de muebles suspendidos en un hogar u oficina puede parecer una opción moderna y estilizada, pero viene con sus propios desafíos. En primer lugar, su instalación es más compleja que la de muebles tradicionales. Necesitan un montaje especializado que asegure su soporte y estabilidad en la pared o superficie a la que están adheridos. Este proceso meticuloso puede elevar no solo los costos iniciales, sino también el tiempo que se dedica a su montaje.

Por otro lado, pese a que los muebles suspendidos son eficientes en cuanto a diseño, no suelen ofrecer tanto espacio de almacenamiento como sus contrapartes tradicionales. Esto puede ser una limitación para aquellos que buscan maximizar el almacenamiento en espacios reducidos o para aquellos que tienen muchos objetos que guardar. Además, en cuanto al diseño, estos muebles no son adecuados para todos los estilos de interior. Por ejemplo, en un baño con una estética clásica o vintage, un mueble suspendido podría no encajar y romper con la armonía del espacio.

Finalmente, es fundamental considerar la seguridad, especialmente si en el hogar residen niños o personas con tendencias a escalar o apoyarse en muebles. Los especialistas de Banium desaconsejan «su instalación en baños donde haya niños, ya que estos pueden subirse al mueble y, si se sobrecarga mucho, puede hacer que acaben cediendo las escuadras y el mueble pierda sujeción».

En resumen, aunque los muebles suspendidos pueden ser una opción atractiva, es crucial sopesar sus desventajas y analizar si son compatibles con las necesidades y estilos específicos del espacio. La consulta con un profesional en diseño o remodelación puede ofrecer una perspectiva valiosa para tomar la mejor decisión.

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Ventajas e inconvenientes de un mueble de baño suspendido. Créditos: Ryan Christodoulou / unsplash.com

¿A qué altura se coloca un mueble de baño suspendido?

Cuando se considera la instalación de un mueble de baño suspendido, uno de los principales factores que debería influir en la decisión es la ergonomía. Las dimensiones físicas del mueble deben coincidir con la comodidad del usuario para garantizar una experiencia de uso adecuada.

Los expertos de Todo Muebles de Baño aclaran que, «antes de elegir la altura de un lavabo suspendido, debemos verificar si se ajusta a las dimensiones estándar del fabricante», señalando que «normalmente, estas dimensiones varían entre los 75 cm y los 90 cm de altura». 

Si bien la altura tradicional de un lavamanos solía oscilar alrededor de los 80 cm, este estándar ha evolucionado con el tiempo. La tendencia actual, impulsada en parte por la ergonomía, es posicionar el lavabo a alturas que van desde los 85 cm hasta los 90 cm desde el suelo, especialmente en hogares con adultos de estatura promedio o superior.

Mientras que existen recomendaciones generales y tendencias en el diseño de baños, es fundamental reconocer que cada hogar y sus habitantes tienen necesidades y preferencias distintas. En hogares con niños, por ejemplo, podría ser prudente considerar una altura menor o incluso incorporar soluciones adaptables que puedan ajustarse con el tiempo.

La personalización es esencial en el diseño, y la altura de un mueble suspendido no es la excepción. Antes de la instalación, los especialistas de Todo Muebles de Baño aconsejan «probar marcando la pared, sin olvidarte de la medida del lavabo, para medir la altura». 

Asimismo, es importante tener en cuenta la posición de espejos, armarios y accesorios puede influir en la altura óptima del mueble. Por ejemplo, un espejo colocado demasiado alto o demasiado bajo en relación con el lavabo puede comprometer la funcionalidad del conjunto. Por lo tanto, al decidir sobre la altura del mueble, es esencial considerar el diseño del baño en su totalidad, buscando un equilibrio entre funcionalidad, estética y comodidad.

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Elegir la altura del mueble de baño suspendido. Créditos: Chastity Cortijo / unsplash.com
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