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Canfranc Estación: Un viaje al pasado a través del lujo contemporáneo

Ilmiodesign, el estudio de interior design fundado por Andrea Spada y Michele Corbani, firma el interiorismo de Canfranc Estación, el nuevo y flamante hotel del grupo Barceló que opera bajo la marca Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts. Un establecimiento Cinco Estrellas Gran Lujo único que permite viajar al pasado con el confort del lujo contemporáneo.

Estación Ferroviaria Internacional de Canfranc

La Estación Ferroviaria Internacional de Canfranc, construida entre 1915 y 1925, tenía como objetivo ser un paso fronterizo entre España y Francia a través de los Pirineos. Inaugurada en 1928 por Alfonso XIII y Gaston Doumergue, presidente de la República Francesa, se convirtió en la segunda estación más grande de Europa. Aunque vivió su época de esplendor en la década de 1930, el servicio internacional se interrumpió entre 1945 y 1949 debido a desacuerdos políticos con el gobierno francés. Esta estación es un claro ejemplo de la arquitectura industrial de la época.

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© Manolo Yllera

La inspiración detrás del diseño del hotel Canfranc Estación

Spada y Corbani han puesto toda su pasión y experiencia para darle una segunda vida y una personalidad única a este singular edificio. Se han inspirado en la estética de las antiguas estaciones del siglo XX y en los lujosos trenes de largo recorrido, con sus característicos vagones y elementos representativos, pero aportando un guiño contemporáneo.

Han querido proyectar el magnetismo de este espacio emblemático de nuestra historia reciente, diseñando espacios cálidos y elegantes que fusionan elementos sutiles del estilo art déco, creando ambientes contemporáneos y nostálgicos. Destacan materiales nobles como la madera y el latón, tejidos ricos como el terciopelo, y una paleta cromática inspirada en los años 20, con tonos beiges, verdes y petróleos.

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© Manolo Yllera

El nuevo diseño del hotel Canfranc Estación es artesano, integrado y respetuoso con el entorno. A la vez, redefine y recupera el exquisito y refinado glamour de este espacio. Es una experiencia única en sí misma, un viaje poético a través de la historia y la arquitectura con el sello distintivo de Ilmiodesign.

Preservar el valor arquitectónico de la estación de Canfranc

La renovación del nuevo Canfranc Estación ha presentado un desafío importante para Ilmiodesign: respetar e integrar el carácter monumental de la estación protegida como bien de interés cultural.

La estación de Canfranc tiene una longitud de 241 metros y un ancho de 12 metros. Su planta es alargada y su estructura simétrica, compuesta por cinco cuerpos: un cuerpo central, el lobby de la antigua estación y dos alas laterales simétricas que culminan en un cuerpo de coronación.

Presenta un estilo afrancesado y su diseño exterior está inspirado en la arquitectura parisina de finales del siglo XIX. Se ha utilizado una combinación variada de materiales como hormigón, piedra, hierro, cristal y pizarra, generando un interesante contraste cromático.

Personalidad única en cada espacio

A nivel creativo, el estudio ha desarrollado un hilo conductor común para todo el proyecto, evocando esa época dorada del ferrocarril de los años 20, pero creando una personalidad propia para cada espacio dentro del hotel. Para lograrlo, se ha diseñado exclusivamente piezas y luminarias, se han desarrollado paletas cromáticas específicas y se ha prestado una atención meticulosa a los detalles, permitiendo que cada estancia proyecte su propia esencia.

El lobby: recuperando la esencia del pasado

Sin lugar a dudas, uno de los espacios más especiales del establecimiento, no tanto por su innovación sino por su monumentalidad, y por lo que implica tener que actuar sobre un espacio protegido desde su apertura en 1928, intentando trabajarlo de forma sutil, pero dejando huella.

Los diseñadores, Spada y Corbani, han recuperado el suelo original en la parte central del lobby, creando una especie de alfombra alrededor de la escalera principal, y han reinterpretado las formas geométricas para el suelo restante de la estación. Las paredes están revestidas en tonos piedra y se han utilizado materiales textiles en tonos marrones para dar calidez, en contraste con las molduras blancas.

En el centro del hall se encuentran las antiguas escaleras que dan acceso a la estación, dividiendo el espacio en la zona de recepción y la zona de sofás y bancadas. Se destacan los escudos de España y Francia y dos grandes candelabros diseñados exclusivamente para el lugar, junto con faroles originales de la época.

El estudio ha diseñado un mostrador de recepción inspirado en las taquillas de las grandes estaciones del siglo XX, utilizando madera de nogal y elementos metálicos en tono bronce. Se ha incorporado un casillero de llaves diseñado ad-hoc. Encima del mostrador se encuentra un gran reloj que simboliza el paso del tiempo y el valor de los viajes en tren.

En la zona de sofás, se han utilizado bancadas inspiradas en los bancos de las estaciones de la época dorada del ferrocarril.

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© Manolo Yllera

Iluminación y decoración para crear atmósferas únicas en las habitaciones

El Canfranc Estación a Royal Hideaway Hotel cuenta con 104 habitaciones de diferentes tipologías, incluyendo cuatro suites de lujo, distribuidas en dos plantas. Todas las habitaciones tienen una estética similar, aunque las de la primera planta tienen techos más altos y las de la segunda planta tienen techos abuhardillados debido a la estructura del edificio.

En el diseño de las habitaciones, Ilmiodesign ha buscado crear una sensación de confort y dinamismo a través de diversos elementos y materiales. Destacan los rastreles de madera en paredes y techos, que contribuyen a la estética de la habitación y guían al huésped.

En cuanto a la paleta cromática, Spada y Corbani han optado por tonalidades beige en diferentes intensidades para las paredes, aportando toques de color a través del mobiliario. Se destacan las mesas diseñadas exclusivamente para el proyecto en un tono verde agua, evocando los lagos pirenaicos. Los tejidos también reflejan personalidad, como los cabeceros de terciopelo con estampados gráficos que recuerdan los tapizados de los asientos de los vagones de los años 20.

En cuanto a la iluminación, se ha diseñado un circuito de luz con intensidad y color cuidadosamente seleccionados, utilizando piezas de diseño propio como los apliques de la colección Ring de B.lux. En términos decorativos, se han recuperado las antiguas ventanas de las habitaciones y se les ha dado un uso artístico, enmarcando fotos históricas de los exteriores de la estación para mantener la conexión con las raíces de este emblemático espacio.

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© Manolo Yllera

En cuanto a los pasillos del hotel que conectan las habitaciones, Ilmiodesign tuvo que buscar una idea creativa para romper la extensa longitud de 99 metros. Para ello, crearon tres elementos de transición que interpretan los pasillos como el interior de un vagón, dando la sensación de pasar de un vagón a otro. Estos elementos incorporan madera y una moqueta diferente al resto del suelo, generando un ritmo visual aleatorio que rompe con la estética general del pasillo y su percepción.

Para numerar las habitaciones, se utilizan apliques con estética retro que hacen referencia al concepto creativo del proyecto, siempre diseñados exclusivamente por el estudio.

Elementos retro en el Art Decó Café y el Restaurante Internacional

El hotel cuenta con dos zonas de restauración ubicadas dentro de la estación: el Art Decó Café y el Restaurante Internacional. Estas áreas comparten el mismo espacio y están conectadas por galerías exteriores, buscando transmitir la calidez de los primeros años de la década de los 20.

A nivel arquitectónico, el techo presenta elementos de madera que reinterpretan las vías del tren, acompañando al comensal desde la zona del café hasta el restaurante. En las zonas laterales, se ha utilizado un estampado damero en piedra en tonos beige y marrones, mientras que en el área central se ha creado un suelo de madera simulando una gran alfombra.

En términos cromáticos, han seleccionado colores característicos de los primeros años de la década de los 20. Han optado por tonos verde pastel en las paredes, combinándolos con techos beige y metales en tonos dorados para crear un ambiente retro. Las luminarias juegan un papel importante en este espacio y todas han sido diseñadas por el estudio.

En el Art Decó Café encontramos una exclusiva barra de madera con una encimera de piedra Vancouver de Consentino y zócalos en gresite marmóleo. La parte trasera de la barra está diseñada con vidrio estriado vertical en tonos bronce. Sobre la barra se colocan lámparas exclusivas diseñadas por Ilmiodesign que representan los ejes de las ruedas de los trenes, reforzando el concepto central del proyecto.

Para separar esta zona de la parte de restauración, se han creado elementos arquitectónicos que evocan las ventanas con guillotina de los antiguos vagones de principios de siglo. Estos elementos están forrados con papeles de estampado art-decó de Morris & CO y trabajan el concepto de media altura.

En la zona de restauración, se disponen mesas de madera y piedra, así como diferentes tipos de asientos con diversos tejidos, buscando la riqueza de materiales y texturas. Destacan cuatro bancadas centrales en terciopelo y eco-piel, que rompen el espacio y generan un efecto focal. Estos elementos crean micro espacios dentro de la misma área, abordando los desafíos de trabajar en un espacio largo y estrecho como la estación de Canfranc.

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© Manolo Yllera

Diseño acogedor y envolvente en la zona wellness

La zona wellness del nuevo hotel Canfranc Estación es un espacio dividido en tres áreas: gimnasio, zona de masajes y spa. El diseño busca crear un ambiente cálido con iluminación en tonos dorados y una envolvente oscura para fomentar la relajación. Se utiliza contraste en las ventanas, con elementos de madera y tonos verdes que complementan el espacio.

El spa cuenta con una piscina central, sobre la cual se han diseñado tres lámparas de aro exclusivas que reflejan tonos dorados en el techo de color chocolate oscuro. El tono dorado se combina con el verde presente en el gresite mosaico del vaso de la piscina, que imita el intenso color de los lagos del Pirineo Aragonés y crea un efecto de profundidad.

Además, se utilizan apliques en latón que imitan antiguos faroles para mantener el concepto retro presente en todo el proyecto.

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© Manolo Yllera

La Biblioteca: Un espacio sofisticado y acogedor

La biblioteca del nuevo hotel se destaca como uno de los espacios más sofisticados y elegantes. Inspirada en los cafés de tertulia parisinos del siglo XX, evoca la esencia de estos lugares de encuentro diseñados para el entretenimiento y animadas charlas.

Con un diseño clásico, la biblioteca cuenta con una galería previa que sirve como una alfombra de paso, creando una sensación acogedora. Es un espacio permeable y abierto al exterior, con abundante luz natural y vistas al paisaje.

En el centro de la estancia se encuentra un área con cuatro pilares, con un techo más alto que el resto, que actúa como eje central para presentar las demás zonas. Junto a la chimenea, en uno de los laterales de la sala, se despliega una amplia librería de madera forrada con papel pintado, recordando los motivos art&craft. Los libros de diversas temáticas de la época sumergen al visitante en el contexto cultural e histórico de los años 20 en España y Francia. Los tejidos aterciopelados, espejos y molduras de madera en las paredes aportan comodidad y carácter al ambiente.

La biblioteca, también cuenta con una zona de cocktail-bar junto a la librería. En esta área, el estilo art decó se hace presente en los papeles y alfombras en tonos granates, corales y tostados, brindando un toque rebelde y dinámico.

La biblioteca del nuevo hotel Canfranc Estación se destaca por su ambientación cromática. Las paredes están envueltas en un tono azul petróleo oscuro y elegante, en contraste con un techo en color rosa palo, evocando la estética de los años 20 pero con un toque contemporáneo.

En cuanto al mobiliario, diversos sofás, butacas y chesters se distribuyen de manera variada para dar vida a los distintos rincones de la biblioteca, creando diferentes escenas y áreas de estar, reunión o eventos. Todas las lámparas y apliques de iluminación son exclusivos y diseñados por Ilmiodesign para este proyecto.

Las paredes de la biblioteca están decoradas con fotografías recuperadas de los primeros años de vida de la estación, permitiendo a los huéspedes descubrir la historia de Canfranc.

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© Manolo Yllera

Vagones gastronómicos: restaurantes 1928 y Canfranc Express

Para Ilmiodesign el diseño de estos dos espacios ha sido la creación de un proyecto dentro del proyecto, por las características tan exclusivas y especiales de su ubicación; y es que los dos restaurantes gastronómicos del hotel están alojados en dos vagones restaurados de la época, en el exterior de la estación.

Así, el estudio ha estado al cargo de dar una segunda vida a estos vagones originales utilizados hasta el cierre de Canfranc a través de un proceso único; restaurándolos y diseñándolos para devolverles su esplendor. Presentándolos de nuevo como los grandes protagonistas de la estación, aunque, esta vez, pasando de albergar pasajeros a albergar comensales dispuestos a descubrir la magia del lugar a través de la gastronomía.

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© Manolo Yllera

Para el interiorismo de los vagones, Spada y Corbani se han inspirado en la estética del emblemático tren Orient Express y de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20. Así, a nivel interior, encontramos techos brillantes, con espejos envejecidos y lámparas inspiradas en los maleteros de los vagones. Igualmente, materiales como la madera, suelos enmoquetados con guiños contemporáneos y tejidos ricos y diversos se fusionan con gráficas art-decó para envolver al cliente en este universo del lujo ferroviario de principios del siglo XX. A nivel exterior, los vagones se presentan en color verde oscuro y distintos tonos beiges, buscando la combinación cromática idónea para evocar la elegancia y sofisticación del proyecto.

En el primer vagón, con 40 plazas, encontramos el Restaurante 1928 con una cocina franco- aragonesa y en el segundo, de solo 16 plazas y con cocina vista, nombrado Canfranc Express, un viaje gastronómico dentro de la cocina creativa aragonesa. Al frente de ambos se encuentra el premiado chef Eduardo Salanova y Ana Ancín.

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