DFactory se ha planteado desde el principio para ser el centro de innovación de la industria 4.0 de todo el sur de Europa.
El Consorcio de la Zona Franca, en su voluntad de seguir impulsando la industria y la innovación, ha promovido la creación de este edificio para capitalizar la capacidad de Barcelona de atraer talento tecnológico y posibilitar el desarrollo de nuevas empresas e inversiones.
Un edificio inspirado en la tradición industrial, centrado en las personas y la tecnología
El estudio de arquitectura TurullSørensen crea un edificio inspirado en la tradición industrial del lugar, que pone en el centro a las personas y la tecnología. Un único espacio central alrededor del cual gira toda la actividad y que a su vez facilita el desarrollo del conocimiento y las sinergias entre sus habitantes. Un lugar en el que se tiene al alcance las más novedosas tecnologías y el apoyo de los mejores expertos para desarrollar nuevas ideas. Un centro para innovar y liderar la transformación de la industria 4.0
La misión de Federico Turull, como arquitecto lider del proyecto, ha sido la de facilitar que todo eso ocurra, envolviendo todas las ideas en una edificación sensible y acorde a las premisas, diseñando y desarrollando espacios y sistemas constructivos también con criterios de innovación y sostenibilidad.
DFactory se ubica en un emplazamiento estratégico, bien conectado con el puerto y el aeropuerto, con acceso a metro y a pocos minutos del centro de la ciudad. En total, el edificio cuenta con 17.000 metros cuadrados y formará parte de un complejo mayor que está previsto que se desarrolle en un futuro.
“En el presente, el edificio tiene la voluntad principal de generar un espacio donde personas y máquinas se interrelacionen con facilidad. Todo está presente, todo se comparte”, explica Federico Turull.
DFactory tiene una inspiración conceptual basada en las fábricas tradicionales, con un único espacio central muy abierto y módulos laterales donde se agrupan, en planta baja, espacios y laboratorios para la investigación y desarrollo tecnológico. En las plantas superiores hay espacios para el coworking.
El equipo de Federico Turull diseñó un espacio en el que el centro, aparentemente vacío, estuviera lleno de personas, de espacios de tecnología, con puntos para presentaciones y reuniones, donde se facilitara el encuentro y la puesta en común. Un espacio inspirado en las grandes industria metalúrgicas, donde el centro estaba lleno de máquinas, materias primas y operarios.
El funcionamiento habitual es que las personas se reúnan y expongan sus ideas para volver después a sus cubículos para desarrollarlas. El espacio debía conjugar estos momentos en comunidad con los momentos de privacidad.
Los cubículos destinados a la investigación y ubicados en la planta baja tienen una dimensión de unos 10 metros de ancho por 20 metros de profundidad, Las empresas pueden alquilar dichos módulos, que a su vez tienen acceso por fachada para facilitar la carga y descarga de maquinaria y materiales. Esta forma de distribuir el espacio se repite en la planta superior, aunque en este caso, el concepto es el de co-working, para dar cabida a empresas más pequeñas.
Todas las empresas, sean de la dimensión que sean, tienen acceso a los espacios comunes y salas de reunión o ‘call conferences’, espacios para muestras de producto o incluso un auditorio para presentaciones.
Diseño y construcción sostenible para la industria 4.0
Es destacable el diseño de sus fachadas selectivas de protección solar. En la fachada este y oeste, se ha diseñado un entramado de lamas verticales frente a la fachada. Son tubos de 25 cm separados entre ellos para no crear una sensación de rejas y que desde el interior se pueda tener una visión clara del exterior; el objetivo es reducir la incidencia del sol y del calor en verano y aprovecharlo al máximo en invierno.
En la fachada sur, la más expuesta, se recurrió a una solución vítrea selectiva avanzada para disipar los efectos del sol. Un vidrio que funciona mediante la deposición de bandas metálicas que limitan el paso de la radiación solar, dependiendo de la estación del año, lo que incide en la climatización y en la iluminación. En invierno puede entrar mayor radiación a través del vidrio, reduciéndose en verano.
En la cubierta de D-Factory se encuentra un espacio exterior, donde se habilita la zona de cantina, una terraza verde que sirve de espacio de reunión y ocio, así como de generación de energía, con placas solares, recuperación de aguas y vegetación, con pavimentos blancos para reflejar el calor.
La voluntad final es generar un espacio donde hombres y maquinas interrelacionen con facilidad. Todo está presente, todo se comparte. “Buscamos que la suma de las partes creen una comunidad de innovación”, concluye Federico Turull.
