Estudio: Anna & Eugeni Bach / Bach arquitectes
En pleno casco urbano de la pequeña ciudad de La Bisbal (Gerona), en un ensanche de finales del siglo XIX que sigue dos de las vías principales de entrada al casco antiguo, se encuentra una pequeña nave —antigua fábrica de chocolate— con una tipología muy curiosa, y que la convierte en un espacio muy singular. Se trata de una estructura con fachada portante de muros de piedra que contiene tres plantas, cada una de ellas diáfanas, con un forjado realizado en cada caso con una técnica distinta. El forjado de planta baja está realizado con estructura metálica y bóveda catalana, el de planta primera está formado por una estructura principal de vigas metálicas y un entramado de viguetas de madera de gran belleza y la cubierta está resuelta con grandes vigas de madera con forjado de rasilla acabado con teja cerámica.
La escalera original se conserva y se añade otra de nueva planta al otro extremo del edificio permitiendo un uso múltiple y flexible
Con una superficie construida de 550 m2, el proyecto consiste en adaptar este espacio inicialmente industrial a un programa de estudio y vivienda para una familia que valora el carácter del edificio original. En este sentido, se plantea una solución que en todo momento permita gozar de los espacios diáfanos originales, introduciendo pequeñas modificaciones y soluciones para poder contemplar los tres techos, aunque la nueva distribución requiera de espacios más pequeños. La escalera original se conserva y se añade otra de nueva planta al otro extremo del edificio, permitiendo un uso múltiple y flexible tanto de los espacios comunes como de los más privados. De esta manera, los diferentes miembros de la familia pueden disfrutar de una parte de la casa con un buen nivel de privacidad y autonomía.
Teniendo en cuenta el clima mediterráneo del Ampurdán, los espacios exteriores se adecúan al nuevo uso, con una pequeña piscina en el centro del patio alrededor de la cual se organiza el salón de planta baja, el nuevo porche / cocina / comedor y la terraza de la planta primera. En este porche situamos una nueva escalera exterior que permite que la flexibilidad del interior también tenga su eco en el uso de los espacios al aire libre.
Se plantea una solución que permita gozar de los espacios diáfanos originales, introduciendo pequeñas modificaciones para poder contemplar los tres techos