¿Cómo es vivir el confinamiento en una Passivhaus? Las casas pasivas son, sin duda, las viviendas del futuro. Se trata de viviendas sostenibles que respetan al medio ambiente y que suponen un importante ahorro energético y un gran confort a sus habitantes. Estas viviendas tienen grandes diferencias respecto a las casas tradicionales y no solo por el ahorro en la factura de energía. Son edificios que garantizan una excelente calidad del aire interior, gracias a su sistema automático de renovado y filtrado permanente, y también un gran aislamiento térmico y acústico que se consigue mediante la alta calidad de su sistema de envolvente, incluyendo ventanas de altas prestaciones.
En una de estas casas vive Albert Arpón, arquitecto técnico que junto a la empresa de construcción en madera oscense Jesfer y el estudio de arquitectura de Barcelona, Vimworks, desarrollaron la primera casa pasiva de madera en Aragón hace 3 años. La vivienda está ubicada en Fiscal en un entorno inmejorable y en estos días de confinamiento se ha convertido en el mejor refugio para Arpón y su familia. Durante estos casi dos meses de encierro no han notado un incremento en las facturas de energía. “No hemos registrado un mayor consumo energético derivado de la calefacción y del agua caliente. Esto es debido a la elevada eficiencia energética que tienen las casas pasivas y la capacidad de mantener la temperatura estable durante todo el día”, afirma Arpón. Además, en estas viviendas no es necesario abrir las ventanas para ventilar, por lo que no registraremos una pérdida de temperatura. Esto es debido a la permanente renovación del aire interior que ofrece el sistema de ventilación con doble flujo y recuperador de calor instalado en toda vivienda que tenga el certificado Passivhaus.
Qué es una casa pasiva
Este tipo de construcción surgió en Alemania en los años 90 y poco a poco se ha ido extendiendo por otros países, incluyendo España. Una de las grandes ventajas de las casas pasivas es el importante ahorro energético que suponen: consumen hasta siete veces menos que una vivienda tradicional, son además construcciones que aprovechan al máximo la luz solar en invierno manteniendo el calor dentro de la vivienda. Por otro lado, el alto confort del que disfrutan sus usuarios gracias a su agradable temperatura estable y a la calidad garantizada en el aire interior.
Este estándar Passivhaus consigue minimizar el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración, son edificios pensados para aprovechar al máximo la luz y la radiación solar, con un altísimo aislamiento y una renovación del aire a través de un sistema de ventilación que recupera el calor. Para conseguir que una edificación se le defina como casa pasiva es fundamental que cumpla los cinco principios básicos de un diseño Passivhaus (excelente aislamiento térmico, ventanas y puertas de altas prestaciones, eliminar los puentes térmicos, ventilación mecánica con recuperación de calor, estanqueidad al aire) y superar tanto ensayos en obra como una auditoria del PHI ( Passivhaus Institute).