Bajo la firma de BTA Artistic, Technical & Social Architecture, Clece Vitam Ponent consiste en una residencia de 154 plazas distribuidas en un edificio de cinco pisos y diferentes unidades de convivencia, con 90 habitaciones individuales y 32 dobles. Ubicado en el barrio de Cappont, será el centro privado más grande de la Lleida. Abrirá sus puertas previsiblemente en 2021 y supondrá una inversión aproximada de 15 millones de euros, que correrá a cargo de Thor Private Equity Spain.
Siguiendo el modelo nórdico y centroeuropeo que BTA ha adaptado a la cultura y a la economía del sur de Europa, el proyecto está distribuido en unidades de convivencia, que son espacios más domésticos, que facilitan la intimidad de las personas y reducen los estímulos negativos evitando el estrés para los usuarios.
Concretamente, Clece Vitam Ponent distribuirá sus 154 plazas en nueve unidades. Los niveles del primero al cuarto, residenciales, tendrán una distribución dividida en dos unidades de 16 y 17 plazas cada una. Por su parte, en la quinta planta, habrá una sola unidad, con habitaciones individuales para 22 personas, algunas de ellas de formato suite.
El modelo de Unidades de Convivencia permite “desinstitucionalizar al máximo las residencias, superando el modelo hospitalario y hotelero, e intentando que los usuarios se sientan en su casa, y disfruten además de las ventajas de estar dentro de un centro residencial”, explica Marc Trepat, arquitecto y socio fundador de BTA .
“Las residencia no pueden tener un régimen interno como han tenido hasta ahora—afirma Trepat— casi con horarios de colegio mayor. Se trata de aplicar el modelo de Atención Centrada en la Persona que pasa por personalizar al máximo al asistencia a cada persona aunque no de forma individual”. El arquitecto añade que “esta personalización debe hacerse a partir de la autonomía y deseos que los residentes tengan para hacer cosas”.
La estructura de las instalaciones incluye también una planta baja, ocupada por salas polivalentes destinadas a la interacción, el entretenimiento, la comunicación y el disfrute personal, tales como la biblioteca, la sala de estar, el gimnasio o la sala de actividades. Allí se prestarán servicios médicos, de enfermería, podología, atención psicológica y rehabilitación cognitiva, fisioterapia, animación sociocultural, peluquería, así como asistencia social individualizada.
Una mejor escalabilidad de negocio
El modelo de residencia que está implantando BTA bien gestionado es rentable y eficiente ya que, como señala Marc Trepat, “el diseño de la residencia de Lleida permitirá que un mismo equipo de cuidadores pueda atender a la vez a los usuarios de dos unidades sin necesidad de aumentar la ratio”.
A lo que añade que “nuestro modelo no incrementa los costes, al contrario, permite que residencias sean más grandes, pero menos masificadas. Las unidades de convivencia independientes permiten espacios más pequeños y establece una mejor gestión de la diversidad de necesidades”.
