Líneas inspiradas en el campo de la aeronáutica y dos materiales tradicionales –madera y piel– forman la esencia de la silla de comedor Back-Wing. Es el último trabajo de la diseñadora más influyente del momento, Patricia Urquiola.
La piel está trabajada sobre un perfil ergonómico, con unos característicos pliegues en las esquinas. Esta suerte de alerones envuelven la estructura como una hoja de papel, creando una ligera sensación de movimiento y convirtiendo el respaldo en un improvisado reposabrazos. Un simple gesto, la doblez, que es posible gracias a la maestría y saber hacer de los carpinteros y curtidores de Cassina. La Back-Wing está disponible en madera de fresno o roble en tono natural o negro, y con el asiento y el respaldo revestidos en piel flor (la parte externa de la piel) en cualquiera de los dos tonos.
Patricia Urquiola, directora de arte de Cassina desde hace tres años, ha creado para la marca varios de los nuevos iconos del diseño, como los sofás Floe Insel y Bowy-Sofa o la silla Gender. Una de las claves que la han convertido en un referente mundial es su vuelta constante a la artesanía tradicional, inspirándose en técnicas como el ganchillo o los tejidos realizados a mano. Esta capacidad vuelve a hacerse patente en la Back-Wing, una silla que respira tradición y contemporaneidad a partes iguales.
