Cualquier superficie es susceptible de ser ajardinada. Tan solo hay que disponer de ideas para administrar el espacio y conseguir sacarle el máximo partido, tanto si nos enfrentamos a un área grande como si es una escala más reducida, como suele ocurrir con balcones y áticos.
Al afrontar la reforma de un piso no pueden dejarse de lado los espacios exteriores de los que dispone el inmueble, que pueden darle un enorme valor añadido y revalorizarlo. Gracias a un buen diseño y planificación, las terrazas se pueden convertir en estancias funcionales, útiles y bellas, que sirvan tanto para permanecer en ellas y habitarlas como para ser contempladas desde el interior. Son, además, un espacio de amortiguación entre la intimidad del hogar y el paisaje exterior.
El diseño de las terrazas debe acompañar y complementar al del resto del conjunto de la casa, combinando y contrastando los valores del resto de las estancias. Al mismo tiempo, deben ser capaces de reunir, en unas dimensiones reducidas, la exclusividad y la armonía deseables en los mejores trabajos de paisajismo, aportando un toque de distinción y un soplo natural en el conjunto de la vivienda. En este tipo de superficies limitadas hay que poner en valor la sencillez y la coherencia compositiva, que alineadas con buenos criterios estéticos harán de ellas espacios idílicos de los que disfrutar sin moverse de casa. .
Uno de los elementos fundamentales, junto al mobiliario, es la vegetación empleada, que además de aportar verdura y frescor, puede cumplir funciones de orden práctico, como servir de barrera visual que limite la vista desde el exterior. Para ello, nos podemos valer de especies de hoja perenne, desde plantas vivaces a arbustos y pequeñas palmeras, adaptados a las condiciones de luz y temperaturas del lugar que ofrezcan resistencia y facilidad de mantenimiento.
En las terrazas, y en función de los gustos y deseos del propietario, se pueden plantear diseños formales, que jueguen con las líneas puras y estructuren el espacio o apostar por un estilo más orgánico, que proporcione un toque silvestre, dando una sensación de desorden natural, pero donde todo responda en realidad a una intención de diseño.
Son numerosas las posibilidades que ofrecen las terrazas, unos espacios que con el clima de nuestro país pueden además disfrutarse durante buena parte del año. Tan solo hay que tener muy claro cómo aprovechar el espacio y cómo convertirlo en el lugar que desea su propietario, reflejando sus necesidades y gustos.
