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No todas las piscinas son azules

Considerada como un elemento esencial del jardín, la piscina no es solo un lugar de recreo, sino que también constituye una estructura compositiva muy importante que añade una gran variación al diseño del resto del espacio. La piscina es un cuadro, es un tapiz donde se aprecia el entorno, desde el cielo hasta los componentes del jardín que la rodean. Sobre la lámina de agua de la piscina se refleja la naturaleza, por lo que lo más interesante es saber que esta se puede pintar como se quiera en función de los materiales que se empleen.

Piscinas

Cuando se utiliza un fondo azul claro con el gresite de este color, se consigue dar sensación de frescor general y, además, reflejar el firmamento en tonos suaves. Pero no todos los azules tienen el mismo efecto. Los tonos oscuros utilizados en la piscina aportan azules depurados, intensos, elegantes, al más puro estilo de la Costa Azul y que, junto con el blanco en colecciones marineras, crean unas piscinas realmente bonitas. Para reflejar el cielo puro y obtener unos colores de un azul muy tenue, lo más apropiado es utilizar el gresite blanco con línea blanca.

Existen también acabados en madera, que proporcionan una calidez y un aire natural o casi un toque zen que otros acabados no son capaces de dar. Además, el color madera varía el reflejo y el fondo de la piscina a medida que damos profundidad a la misma. De esta manera, en la parte menos profunda se ven mucho más los marrones de las teselas, mientras que donde más cubre se convierte en una lámina de agua de color gris. Los acabados en madera tienen todo tipo de matices, desde el palisandro al roble, y resultan muy agradables.

BULARAS 35Otro color que se puede incluir en la piscina y que resulta más atrevido que el resto es el rojo. Esta tonalidad varía ligeramente en la parte más profunda, donde apenas se aprecia. En la zona superior ofrece una lámina similar pero que torna al gris. Si lo que se quiere conseguir es el efecto de agua marina, transparente y limpia, tal y como la de roca o de los ríos de montaña, es una buena opción utilizar gresite de grises más oscuros. De esta forma, el agua de la piscina es capaz de reflejar la luz y las figuras como árboles o elementos del entorno, haciendo de espejo.

Por otra parte, es muy común utilizar colores más oscuros aún, que se consiguen con piedra filita negra. Este material tiene un aspecto similar a la pizarra, pero se trata de un tipo de roca metamórfica distinta que dota de una gran elegancia a la lámina de agua.

Con todas estas opciones, y sabiendo qué se consigue con cada una de ellas, se pueden obtener grandes resultados en un elemento que aporta tanta personalidad al jardín como es la piscina.

Por Fernando Pozuelo

Fernando Pozuelo Landscaping Collection

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