"Y sin embargo, se mueve"; dícese que dijo Galileo después de abjurar del sistema heliocéntrico, durante el famoso proceso inquisitorial a que fue sometido. Aunque muchos historiadores de la ciencia consideran tal frase apócrifa, –y, por tanto, muy dudoso que el sabio de Pisa la pronunciara– ha quedado como magnífico símbolo de la convicción científica frente a la arbitrariedad y, también, del coraje personal ante las desventuras del destino.
En este momento, duro para todos y en especial para nuestro sector, de incertidumbre para muchos e, incluso, de justificado temor, conviene recordar que, pese a todo, también la construcción siempre se mueve. El estar sumidos en la tormenta no debe hacernos olvidar que el devenir sigue –eppur si muove– y que tan equivocados estaban los insensatos que auguraban un eterno crecimiento en épocas de bonanza, como los siniestros hechiceros que hoy profetizan un desastre seguro e irremediable.
Ni tanto ni tan poco. El correctivo sin duda será duro, pero si todos caemos en el miedo y el pesimismo sistemático, estaremos incurriendo en el valor recíproco del mismo error que nos llevó a la orgía económica que hoy todos pagamos.
Tanto en España como en gran parte del mundo sigue habiendo recursos, ciencia y tecnología, saber hacer y muchas –muchísimas– necesidades reales que cubrir. Eppur si muove… la máquina económica mundial volverá a andar y se volverá a construir de manera importante. La construcción es una de las actividades que definen al ser humano y nunca parará. La futura bonanza existe y que sea más o menos próxima depende en buena medida de cual sea nuestra actitud de ahora.
Eppur si muove y es, por tanto, fundamental mantener la actividad; seguir trabajando, seguir invirtiendo, sin las insensatas alegrías del pasado, pero también sin caer en la apatía el desánimo y el pasivo verlas venir…
Por eso, se debe saludar con alegría la realización de dos ferias importantes a las que dedicamos parte de este número de nuestra revista. Una es Cevisama, en Valencia, y la otra Climatización, en Madrid; ambas, pese a todos los pesares, siguen adelante. Eppur si muove…