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Diálogo entre patrimonio y sostenibilidad

La intervención liderada por Magén Arquitectos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza combina la recuperación de un edificio histórico con la creación de un espacio contemporáneo altamente eficiente, respondiendo a los desafíos energéticos del siglo XXI. Un proyecto que no solo restaura el patrimonio, sino que también lo proyecta hacia el futuro.

La intervención liderada por Magén Arquitectos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza combina la recuperación de un edificio histórico con la creación de un espacio contemporáneo altamente eficiente, respondiendo a los desafíos energéticos del siglo XXI. Un proyecto que no solo restaura el patrimonio, sino que también lo proyecta hacia el futuro.

Finalizada en 1941, la Facultad de Filosofía y Letras fue uno de los primeros edificios del Campus San Francisco, en Zaragoza, y constituye un ejemplo clave de la arquitectura institucional de su tiempo. Sin embargo, el paso de los años exigía una actualización no solo funcional, sino también energética. En 2016, la Universidad de Zaragoza lanzó un concurso para la rehabilitación integral de este edificio catalogado, que incluyó además su ampliación con un nuevo edificio departamental y la adecuación de los espacios exteriores.

rehabilitación en la universidad de zaragoza

La intervención, llevada a cabo por Magén Arquitectos, tenía como objetivo principal unir dos aspectos fundamentales: respetar y realzar el valor patrimonial del edificio original, y dotarlo de una eficiencia energética de última generación que cumpliera con los estándares de Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo (ECCN). Este ambicioso proyecto ha conseguido actualizar la Facultad a las necesidades actuales, integrando elementos contemporáneos sin perder de vista la esencia de su pasado.

Un proyecto que conecta pasado y futuro

El proyecto no solo abarcó la modernización técnica y energética del edificio original, sino que también devolvió su disposición interior original, eliminando reformas anteriores que alteraban su claridad espacial. Además, se reforzaron su estructura y cimentación, y se restauraron las fachadas, devolviéndole el esplendor de su diseño original. Uno de los elementos más destacables de la intervención es la transformación del vestíbulo principal, donde la demolición de un volumen interior adosado al Aula Magna permitió crear un espacio a triple altura. Este gesto no solo mejora la funcionalidad, sino que también abre el vestíbulo hacia los patios, conectando los diferentes volúmenes de la facultad y aportando luz natural.

El nuevo edificio departamental, por su parte, prolonga la estructura de la facultad hacia el noreste, alcanzando el pórtico principal del campus. Su diseño, aunque contemporáneo, mantiene un diálogo coherente con las alturas y volúmenes del edificio histórico. La planta varía en cada nivel: de una forma de anillo en los pisos inferiores a una disposición en peine en los superiores, creando un espacio de interacción colectiva atravesado por luz natural proveniente de lucernarios.

El nuevo edificio departamental dialoga con el volumen histórico a través de su estructura contemporánea, aportando un espacio de relación y trabajo

Fachadas que cuentan historias

El trabajo en las fachadas refleja una propuesta tectónica que recuerda el apilamiento de elementos constructivos simples. El ladrillo visto y las losas de hormigón blanco, elementos característicos de la obra de Magén Arquitectos, otorgan textura y profundidad a las fachadas. Las carpinterías, dispuestas tras pilastras de ladrillo, generan sombras que refuerzan la volumetría del edificio.

La transformación del vestíbulo principal, con un espacio a triple altura, conecta visual y funcionalmente las distintas áreas de la facultad

En el interior del nuevo edificio, se utilizaron placas de corcho como aislamiento térmico visible en las fachadas, aportando tanto eficiencia energética como una textura cálida que contrasta con la racionalidad de los materiales exteriores.

Foto 1

Un modelo de arquitectura sostenible

La reforma y ampliación de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza no es solo una intervención arquitectónica, sino un ejemplo de cómo es posible conjugar el respeto por el patrimonio con la sostenibilidad. Este proyecto demuestra que la arquitectura contemporánea no tiene por qué romper con el pasado, sino que puede integrarlo y proyectarlo hacia el futuro, manteniendo un equilibrio entre lo estético, lo funcional y lo energético.

Fotografías: Rubén P. Bescós.

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