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Enrique Arenas Laorga: «el urbanismo debe adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad»

Beatriz Ruiz Corvillo
Como SEO Content Manager en NAN Arquitectura, Beatriz aplica la capa de posicionamiento web a todas sus publicaciones. Enfocada en entrevistas que aporten valor y crónicas de eventos, debido a su licenciatura como bióloga le interesan especialmente todos los temas que tienen que ver con la sostenibilidad o la salud en la arquitectura. Síguela en Linkedin.

Enrique Arenas Laorga es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM 2002), obtuvo el doctorado Cum Laude en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM 2016). A lo largo de su carrera, ha impartido clases, conferencias y talleres en numerosas universidades e instituciones de múltiples países.

Socio y fundador de Arenas Basabe Palacios arquitectos, una firma de arquitectura y urbanismo con sede en Madrid. Ha trabajado desde 2006 con Luis Basabe, Luis Palacios y un amplio equipo de colaboradores en la creación de una vasta y variada obra arquitectónica, que abarca desde proyectos de pequeña escala hasta la producción urbana. Destacan especialmente los barrios de Wildgarten y Siemensäker en Viena, así como las propuestas de urbanismo colaborativo para distintos contextos europeos.

Arenas Basabe Palacios ha ganado más de treinta premios en concursos de arquitectura y urbanismo. Su trabajo ha sido ampliamente publicado y expuesto tanto dentro de nuestras fronteras como internacionalmente.

Arena Basabe Palacios

¿Qué te llevó a fundar Arenas Basabe Palacios arquitectos junto a Luis Basabe y Luis Palacios?

Ser testigos del fracaso de tantos desarrollos urbanos, nos hizo preguntarnos por nuestro rol y responsabilidad como arquitectos. Comenzamos a colaborar en concursos para proponer nuevas formas de hacer ciudad. Queremos investigar cómo se pueden establecer marcos normativos que permitan una mayor flexibilidad, capaces de reaccionar ante los constantes cambios a los que nos enfrentamos las personas del siglo 21. Buscamos estrategias para involucrar en los procesos de desarrollo urbano a todos los agentes implicados en la ciudad.

¿Cómo ha evolucionado vuestro enfoque arquitectónico y urbanístico desde que se fundó el estudio en 2006?

Nos hemos enfrentado a múltiples situaciones y problemas en los más diversos contextos. Tenemos la suerte de poder afrontar estos procesos desde una triple óptica: la práctica profesional, la docencia y la investigación.

En este tiempo, hemos colaborado con muchos expertos en los más variados aspectos del proyecto urbano. Hemos escuchado tantas y tantas personas, conversando y trabajando sobre la ciudad. Esta trayectoria y colaboraciones nos ha ampliado y enriquecido la mirada. 

«Es dramático que en casi todos los municipios españoles estén definidos los crecimientos urbanos con normativas anteriores a 2008»

En tu opinión, ¿cómo puede el urbanismo adaptarse mejor a las necesidades cambiantes de la sociedad?

El urbanismo debe adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. Actualmente muchas normativas cristalizan una situación futura, sin importar que quizá esté desfasada en el momento de su aplicación. Se han de establecer como base del urbanismo estructuras flexibles y adaptables. 

Por ejemplo, es dramático que en casi todos los municipios españoles estén definidos los crecimientos urbanos con normativas anteriores a 2008. Hoy en día, sabemos que la mayoría de esas normativas no son sostenibles, económica, sociológica, ecológicamente, etc. Sin embargo no hay posibilidad de que se adapten al contexto actual o al que vendrá. Los desarrollos están comprometidos de esa forma y se harán así, aunque suponga arruinar el ayuntamiento a largo plazo.

Explicando vuestro proyecto Wildgarten en Espacio NAN sostenibilidad, hablaste de una herramienta que llamaste «tablero de juego». ¿En qué consiste y cómo se usa para el urbanismo?

La ciudad es un tablero de juego. Una negociación entre muchos agentes, con diferentes roles y distintos intereses. Buscamos unas reglas de juego para cada contexto o proyecto, que aporten la mayor riqueza posible, y que garantice la intervención de todos los agentes implicados en la generación de ciudad. 

Hablando de sostenibilidad, ¿qué tecnologías específicas se utilizaron para garantizar la sostenibilidad de los edificios y espacios en Wildgarten?

La ciudad puede verse como la suma de múltiples capas: propiedad, usos, movilidad, ecología, gestión del agua, diversidad biológica, infraestructuras, suelos, y un etcétera casi infinito. En todas y cada una de las capas hay que aplicar estrategias sostenibles. Además, difieren en las distintas escalas de intervención.

Desde la gran escala, en que se busca la continuidad ecológica, promueve la movilidad y centralidad del barrio, la gestión de uso común del suelo, entre otras muchas, hasta las escalas menores, como la elección de los materiales para construir los edificios. En el caso de los que proyectamos allí, se usó cerámica local: muros de termoarcilla aislante y portante, y en las piezas vidriadas de fachada. 

¿Hay alguna lección o lecciones que hayas aprendido de la ejecución del proyecto que podrían ser aplicadas a futuros desarrollos o al implementar esta metodología en diferentes contextos urbanos?

Por supuesto, cada proceso es un aprendizaje. Cada colaboración enriquece la mirada y las herramientas para futuros trabajos. 

¿Crees que el modelo de urbanismo colaborativo utilizado en Wildgarten es escalable y replicable en otras ciudades con diferentes contextos socioeconómicos? 

Las estrategias han de ser replicables pero con su debida adaptación al contexto. En cada situación las estrategias tienen que responder a la situación histórica, social, ecológica, geográfica, etc. A las normativas locales, a los equipos de gente involucrados, los vecinos, y tantos factores que hacen de cada proyecto un reto único e irrepetible.

A la hora de medir el éxito de un proyecto de urbanismo colaborativo ¿cómo se hace? ¿Qué indicadores clave se utilizan?

Hay muchas formas de medir los resultados de una intervención urbana, herramientas más o menos sofisticadas en las que se cruzan multitud de datos. Sin embargo, la que más nos gusta es pasear por el barrio y hablar con la gente que vive ahí. En Wildgarten se puede comprobar la diversidad de edades, procedencias, extracción ecosociocultural, etc. Una gran riqueza de personas, lugares, naturaleza y edificios. Es un barrio cohesionado por unos espacios comunes en los que cada cual puede hacer lo que quiera, con la gestión vecinal. Ha sido un proceso altamente satisfactorio, a todos los niveles: ayuntamiento, promotores y sobre todo para los vecinos que viven ahí. 

Mencionaste otro proyecto en Viena. ¿Qué diferencias clave identifica entre ambos proyectos?

Hemos tenido la oportunidad de desarrollar otro barrio en Viena, también fruto de un concurso Europan. Igualmente hemos podido seguir el proceso desde el masterplan hasta la construcción de los edificios. 

Aunque en un contexto diferente, nos sentimos muy orgullosos del éxito de este desarrollo. Tanto vecinos, como promotores, urbanistas y demás agentes implicados han trabajado juntos para generar un barrio con una alta calidad de vida. 

Si hablamos de futuros proyectos, ¿qué nuevas tendencias o innovaciones en urbanismo y sostenibilidad ves prometedoras para aplicar en ellos?

Estamos persuadidos de que no existe la ciudad del futuro en abstracto. En cada lugar, momento y circunstancias se han de desarrollar herramientas adecuadas para producir el mejor tejido urbano posible para las personas que los van a habitar.

«Los arquitectos y urbanistas trabajamos desde muy diversos ámbitos y aproximaciones a la ciudad»

Has impartido clases y conferencias en diversas universidades e instituciones. ¿Qué temas consideras más relevantes y necesarios para la formación de los futuros arquitectos y urbanistas?

Los arquitectos y urbanistas trabajamos desde muy diversos ámbitos y aproximaciones a la ciudad: instituciones, promoción, diseño, legislación, cálculo, control, etc. Si nos abrimos a colaborar, enriqueciendo los procesos mediante el diálogo y la inclusión de diferentes perspectivas, haremos mejores ciudades.

¿Y qué consejo le darías a los jóvenes arquitectos y urbanistas que están comenzando su carrera hoy en día?

Que disfruten, es apasionante la tarea de intentar hacer un mundo mejor. Que lean, hablen y dibujen, hemos de formar nuestra mirada, enriqueciéndola mediante relaciones profundas. Que se hagan preguntas, es necesaria una visión crítica para proyectar y para vivir.

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