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Rehabilitación con volumetría poliédrica y abstracta para diferenciarse de la construcción original

Barru Arkitektura ha sido el responsable de la ampliación y rehabilitación del Ayuntamiento de Irura, Gipuzkoa, una obra en la que se ha diferenciado la ampliación de la construcción original mediante elementos que aportan volumetría y un aire abstracto.

El edificio del Ayuntamiento se ubica en la plaza del pueblo, frente a la Iglesia. El proyecto tiene como objetivo rehabilitar y ampliar el edificio original de planta sensiblemente cuadrada y con una característica arquitectura rural de caserío con elementos de sillería vista. Sus carencias en cuanto a accesibilidad y eficiencia energética impulsaron una reforma integral y una ampliación de su superficie útil en un 50%.

El diseño presentado al concurso hace hincapié en el diálogo respetuoso con la preexistencia manteniendo la estructura del edificio y sus rasgos más característicos, como los huecos de la fachada y su materialidad, a la vez que añade un nuevo cuerpo claramente diferenciado. Al interior se genera un eje de comunicación norte-sur, de manera que el ascensor se sitúa en el edificio existente y la escalera en la parte ampliada. La cubierta se entiende como elemento aglutinador de todo el proyecto y el hueco del ascensor actúa como un pozo de luz. 

La ampliación se diseña con una volumetría poliédrica y abstracta, claramente diferente a la arquitectura existente, y que reivindica su condición de volumen anexo con un lenguaje contemporáneo a través de una piel de listones verticales que deja los huecos de la fachada en un segundo plano. Esta nueva volumetría está presente como un velo que solamente deja entrever algunos huecos tras un alistonado continuo de madera. De esta manera, se ha buscado que los nuevos huecos queden tras el velo y no distorsionen la composición original.

El diseño del volumen se esculpe reaccionando en planta baja ante los recorridos peatonales urbanos mediante los chaflanes de las esquinas, y, por otro lado, su alistonado confiere una textura cambiante y cálida que muta con las luces y sombras a lo largo del día y varía con las estaciones del año.

La estructura de la ampliación es de madera CLT de pino local y baja huella de carbono. Para realizar la fachada, sobre los paneles estructurales se coloca 10 cm de aislamiento de fibra de madera y un velo negro impermeable y transpirable. Como capa exterior final se monta el revestimiento de alistonado de madera tecnológica sobre rastreles horizontales de madera. El edificio tiene una certificación energética A, no consume energías fósiles y genera un alto porcentaje de su propia energía a través de fuentes renovables.

Fotografías de Jorge Allende.

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