El proyecto llevado a cabo en la Casa H-2 por parte de COBO-DONOSO Arquitectos consiste en la renovación y ampliación de una antigua vivienda molinera en el corazón de Castilla y León (España). El trabajo aborda la modernización de la vivienda de principios de los 60, manteniendo las áreas originales dedicadas a los dormitorios y reconvirtiendo parte de los porches existentes de la vivienda para permitir la ampliación, así como acometiendo una significativa rehabilitación energética.
En el exterior, destaca el empleo de la pizarra en el gran muro que divide el proyecto, dando continuidad al material empleado en las cubiertas de la edificación existente, así como el de la madera tecnológica y los grandes ventanales de aluminio en color negro, en contraste con la pureza del blanco del resto de revestimientos.
La vivienda se eleva unos 50 cm de la cota del jardín, respetando el desnivel existente, lo que permite crear una escalinata de acceso y una poyata perimetral exterior en torno al salón, que sirve de bancada para la piscina y crea un juego volumétrico de elementos en voladizo que da un toque distintivo a los volúmenes de la construcción.
Una de las características más destacadas del proyecto es el gran muro que divide los espacios nuevos de la estructura original. Este elemento no solo delimita los espacios y acoge el acceso principal a la vivienda, sino que consiste en un muro equipado que también incorpora la chimenea de leña, dos grandes leñeros y canaliza el trazado de las instalaciones principales.
La ampliación principal se organiza en torno a un gran salón en esquina. Este espacio se ha ampliado respecto a la casa original, dividiéndose en dos ambientes: una zona de estar y descanso cerca de la chimenea, y una zona de lectura aprovechando la esquina acristalada. La estancia permite disfrutar del exterior desde un espacio acogedor con excelente confort térmico, gracias a mejoras en el aislamiento, instalaciones de bajo consumo y un sistema de ventilación que asegura condiciones térmicas pasivas. El salón disfruta de un buen soleamiento, con una luz espectacular que varía a lo largo del día, y cuenta con medidas de control solar integradas en el diseño.
La elección de los materiales de la vivienda asegura la durabilidad, seguridad y rendimiento sin perder la calidez espacial buscada, incrementada por la iluminación indirecta del foseado en el falso techo.
La cocina busca crear una conexión visual y funcional con el comedor, siendo un espacio fundamental para los propietarios de la vivienda. Un espacio reducido, que se amplía levemente respecto al original, pero que debía incluir todas las instalaciones y superficies necesarias para sus propietarios.
El comedor, pensado para disfrutar con amigos y familia, se vincula estrechamente con la cocina a la vez que con el exterior. Este espacio multifuncional, que conserva la esencia del porche original, se adapta para ser usado como comedor de verano o extensión del comedor interior. La zona exterior flexible anexa al comedor conecta a su vez con el jardín y la piscina.
Fotografías de David Spence.