Sara Solé Wert es arquitecta y socia fundadora de tresunouno Studio, una firma de arquitectura y diseño establecida en 2002, junto a Juan José García Aranda y Juan Ignacio Branquehais. Con sede en Madrid, Sara y su equipo ofrecen un enfoque integrado y sensible que combina arquitectura, diseño de interiores, y diseño de mobiliario a medida, atendiendo tanto a clientes del sector público como privado.
Son conocidos por su capacidad de innovación y experimentación, atributos que se reflejan en cada uno de sus proyectos, desde obras nuevas hasta reformas integrales. Además de su labor en tresunouno Studio, Sara también co-fundó 60 Balconies, expandiendo su influencia y expertise en la arquitectura moderna y urbana. Su obra ha sido reconocida por su calidad, confianza y uso eficaz del modelado BIM para garantizar la precisión en la ejecución de cada proyecto.
«La arquitectura define cómo se vive un espacio»
Sara, como socia fundadora de tresunouno y 60 Balconies, ¿qué te inspiró a fundarlos y cuál ha sido tu principal motivación para ello?
Tresunouno es fruto de la relación de amistad que surgió entre José Ignacio Braquehais, Juan José García-Aranda y yo hace 23 años, cuando, recién titulados, trabajábamos en otro estudio. Juntos formábamos un buen equipo de trabajo, con caracteres muy distintos, pero nos complementábamos muy bien. Salir de allí y seguir camino juntos fue algo natural.
En el año 2008, cuando comenzaba la crisis económica que tanto afectó a nuestro sector, acabábamos de terminar la rehabilitación del edificio de la Plaza del Emperador Carlos V nº11, justo enfrente de la estación de Atocha. Había sido concebido como un edificio de uso residencial, pero la situación del mercado imposibilitaba alcanzar el precio de venta necesario para hacer viable la operación del promotor.
El negocio de los apartamentos turísticos no existía todavía en Madrid, prácticamente no había surgido aún en todo España, pero nosotros lo conocíamos de haber viajado a otras ciudades de Europa y pensábamos que el edificio tenía una ubicación inmejorable para ese uso, así que propusimos al cliente reconvertirlo. En aquel momento nosotros teníamos bastante carga de trabajo de arquitectura, pero sabíamos que la crisis nos afectaría en un período relativamente corto, por lo que le ofrecimos crear una marca y ocuparnos de su equipamiento y gestión. Sabíamos que en Madrid había más edificios en esa misma situación y que esto podía abrirnos una vía de trabajo durante la crisis. Así nació 60 Balconies.
La fundación de tresunouno Studio fue en 2002. ¿Cómo ha evolucionado la filosofía y el enfoque de diseño desde entonces y cuál es tu enfoque principal actual?
El tipo de trabajo que hacíamos entonces era muy diferente al que hacemos ahora, el mercado y el tipo de cliente que tenemos actualmente son otros. Antes de la crisis nuestro estudio desarrollaba fundamentalmente proyectos de concursos ganados convocados por organismos públicos, pero estos casi han desaparecido o los que hay no son viables para estudios de nuestra escala. Después de la crisis nos hemos centrado en proyectos de promoción privada en los que la rentabilidad juega un papel primordial. En este sentido, el diseño es la herramienta a través de la cual buscamos aportar un valor añadido al producto que trabajamos, sea cual sea su escala.
Como especialista en arquitectura, diseño interior y diseño de mobiliario, ¿cómo se integran estas disciplinas en los proyectos del estudio? ¿Hay algún principio fundamental que guíe tu trabajo?
El diseño interior es la prolongación de la disciplina de la arquitectura. La arquitectura define cómo se vive un espacio, de qué forma va a funcionar. El diseño de interior define cómo se siente ese espacio, qué sensaciones va a producir a quien lo vive. El diseño del mobiliario que hacemos normalmente es en respuesta a necesidades específicas que planteamos desde el proyecto de interiorismo.
La conjunción de las tres disciplinas logra proyectos más completos, pero para ello es imprescindible haber logrado conocer al cliente y entender sus necesidades.
«Todo proyecto es un reto, es la búsqueda de la respuesta a las necesidades de un cliente»
Y si hablamos del día a día, ¿qué te motiva y emociona más en tu trabajo como arquitecta y diseñadora?
Todo proyecto es un reto, es la búsqueda de la respuesta a las necesidades de un cliente. Encontrar la mejor solución armonizando estética y criterios de funcionalidad y calidad técnica es nuestro empeño diario. Siguiendo con la fusión de arquitectura y diseño, ¿podrías hablarnos de algún proyecto destacado en el que hayas trabajado y que sea una muestra de esta “simbiosis” entre arquitectura e interiorismo? (Si no fuera posible, de cualquier proyecto que consideres sea destacable e importante)
El primer proyecto en el que aunamos arquitectura e interiorismo fue precisamente el primer edificio de 60 Balconies, cuando nos ocupamos de equiparlo para su nuevo uso.
El último proyecto completo que hemos desarrollado es un conjunto residencial de 3 viviendas en Puerto Rey (Almería) en el que conviven muebles de obra diseñados ad hoc con otras piezas de mobiliario cuidadosamente seleccionadas que aportan calidez y confort. Desde la arquitectura se han incorporado soluciones del proyecto de interior, desde sofás hasta mesas y cabeceros.
Otro ejemplo, son las oficinas de El Viso, desarrolladas para un cliente privado, en el que piezas de mobiliario configuran los espacios definidos desde la arquitectura, utilizando madera de roble como material distintivo que unifica el proyecto de interior.
Volviendo a tresunouno. Como pionero en el uso de tecnología BIM en el desarrollo de proyectos, ¿qué ventajas aporta el modelado BIM a los proyectos de arquitectura y cómo ha impactado esta herramienta en la eficiencia y calidad de vuestro trabajo?
Nuestro estudio comenzó a trabajar exclusivamente en BIM en el año 2016, con el proyecto del edificio residencial de Príncipe de Vergara 76. Se trataba de un proyecto complejo, un edificio de 7 plantas de viviendas de alta gama con instalaciones centralizadas y una solución estructural singular que incluía un garaje robotizado en 5 niveles. En este tipo de proyectos el BIM permite resolver los conflictos entre arquitectura, estructura e instalaciones y facilita visualizar la construcción virtual del conjunto en todas sus fases.
Implantar la tecnología BIM es un cambio significativo en la dinámica de un estudio, que requiere generar bibliotecas propias de detalles y elementos constructivos. De inicio es complejo y laborioso, pero una vez rodado, se convierte en una herramienta imprescindible junto con programas paralelos de renderizado inmediato.
Si hablamos de la gran protagonista en cuanto a tecnología, la IA, ¿qué aplicaciones de la inteligencia artificial has encontrado más prometedoras o interesantes en el ámbito de la arquitectura y el interiorismo o incluso el diseño de muebles?
La IA puede ser una ayuda, una herramienta complementaria. Puede por ejemplo aportar datos de optimización a la hora de estudiar un solar, pero no puede sustituir el trabajo creativo ni el factor humano. Sí es muy útil y rápido a la hora de generar imágenes que ayuden a visualizar el espacio.
«Un proyecto a nivel de tramitación es una carrera de obstáculos que hay que ir salvando uno a uno»
En general, ¿cuál es el papel de la tecnología en el enfoque de trabajo de tresunouno?
La tecnología es una herramienta. Nosotros defendemos la visión y el trabajo manual del arquitecto en la conceptualización inicial de cualquier proyecto, en la que tu formación, experiencia y visión son siempre el punto de partida. Indudablemente la tecnología BIM, así como la facilidad de acceso a información gracias a la IA que hoy en día tenemos a disposición, son herramientas muy valiosas que ayudan a desarrollar los proyectos.
Hay veces que las licencias y normativas pueden ser un quebradero de cabeza. En ese sentido, ¿qué desafíos habéis enfrentado en la gestión y tramitación de licencias para proyectos complejos en entornos urbanos o incluso que implican edificios protegidos?
Siempre decimos que un proyecto a nivel de tramitación es una carrera de obstáculos que hay que ir salvando uno a uno. Hemos resuelto todo tipo de tramitaciones con distintas administraciones, especialmente en Madrid, ya sea con Gerencia, Patrimonio, Juntas de Distrito, ahora las ECU… Se requiere un conocimiento detallado de la normativa para aplicar en los proyectos desde su concepción inicial, trabajar con profesionales externos cualificados y llevar un seguimiento exhaustivo de cada expediente hasta conseguir la licencia.
Y si nos referimos a proyectos para promotoras, organismos públicos y privados, ya que en todos tenéis amplia experiencia, ¿qué consideraciones se deben de tener en cuenta al trabajar con cada uno de ellos?
Desarrollar un proyecto para un organismo público es muy distinto a hacerlo para un promotor privado. A los primeros normalmente se llega después de un proceso de concurso público en el que has tenido que plasmar tu propuesta respondiendo a un programa funcional normalmente muy bien definido, atendiendo a criterios prácticos y objetivos y en un marco económico preestablecido. En el caso del desarrollo de proyectos para promotor privado, existe también una carga subjetiva a la que hay que dar respuesta para cumplir con las expectativas del cliente. Desde el punto de vista económico hay que lograr además la máxima rentabilidad, mayor valor con mínimo coste.
«Siguen faltando mujeres en puestos directivos»
Como arquitecta con una trayectoria de varios años, ¿cómo has visto evolucionar el papel de la mujer en la industria de la arquitectura? ¿Hay algún consejo que darías a las mujeres jóvenes que aspiran a una carrera en arquitectura y diseño?
La presencia de la mujer, primero en las escuelas y después en los estudios de arquitectura, ha aumentado exponencialmente en los últimos años, sin embargo, siguen faltando mujeres en puestos directivos y el número de profesionales reconocidas sigue siendo claramente inferior al de arquitectos reconocidos. Es cuestión de tiempo que los cambios que poco a poco se van dando en la estructura de nuestra sociedad terminen con este desequilibrio.
El consejo que daría a cualquier joven, hombre o mujer, aspirante a una carrera de arquitectura o diseño es que disfrute del camino. Es una formación dura pero muy completa y enriquecedora que abre multitud de opciones profesionales diferentes.
Con todos los avances que se están dando en el sector, con el mayor grado de responsabilidad ambiental y social que hay cada día, ¿qué aspectos crees que deberían ser prioritarios en la formación de los arquitectos para abordar los desafíos actuales y futuros de la profesión?
Es importante concienciar de que la arquitectura y el urbanismo juegan un papel imprescindible en la búsqueda de soluciones a los problemas específicos de cada tiempo y en este sentido hay que entenderlas como herramientas al servicio de la sociedad.
