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Oficinas DOW: diseñadas para ofrecer experiencias WOW al cliente y respetar el confort del equipo

El estudio de arquitectura ARQUID afronta el reto de crear un espacio de trabajo mixto para la multinacional DOW en Bélgica. La oficina integra aspectos fundamentales para la comodidad y funcionalidad: control del ruido, domótica integrada y personalización del confort ambiental de forma sostenible, entre otros. 

Las nuevas oficinas de DOW, en Amberes (Bélgica), son un reflejo del ADN innovador de la marca; un reto que el estudio de arquitectura ARQUID ha asumido desde la tecnología y la originalidad de soluciones personalizadas. El diseño de este espacio de trabajo ha sorteado numerosos retos, entre ellos, el de cumplir con una función mixta: servir como showroom y ‘customer experience’ para la marca, en el que mostrar sus materiales y soluciones de forma práctica a los clientes que visiten el espacio, a la vez que debía servir como oficinas para sus trabajadores, sin renunciar al confort y la productividad de éstos.

El resultado es un nuevo espacio de trabajo que acoge aproximadamente a 55 empleados en cerca de 1000 m² donde la empresa muestra múltiples entornos de trabajo que tienen como eje central la experiencia de usuario. El espacio fusiona los valores corporativos de la marca y la cultura de DOW con el fin de exhibir de manera óptima la extensa variedad de productos que ofrece, creando diversos entornos disponibles tanto para el equipo interno como para los colaboradores externos de la empresa, permitiendo a los clientes apreciar la apariencia de las soluciones de la marca en su propio espacio de trabajo.

La imagen corporativa de DOW está presente por todo el entramado; desde el techo de madera, la celosía vertical, los vinilos del suelo y el vidrio, todo ha sido diseñado en formas triangulares, basadas en el logotipo de Dow, que se van combinando y conectando a lo largo de todo el recorrido.

El desarrollo de las oficinas empezó cuando DOW se dio cuenta de que su antiguo espacio de trabajo estaba quedando pequeño. El crecimiento de la empresa les obligó a buscar otro lugar en el que asentarse y aprovecharon la oportunidad para mejorar todo aquello que no funcionaba en su anterior oficina. En el proceso de creación e inspiración, ARQUID y DOW trabajaron estrechamente para desarrollar las soluciones que se adaptasen mejor a los problemas que el equipo podía encontrar en el día a día de trabajo. Los trabajadores de la empresa pudieron participar haciendo un listado de las necesidades prácticas que creían que debían quedar resueltas: desde salas de reunión o concentración, al control climático personalizado por espacios o la insonorización y regulación del ruido ambiental en las distintas zonas comunes y de paso, entre otros retos.

Durante la concepción del proyecto, se hizo especial hincapié en el valor del uso de materiales de la zona y el aprovechamiento de los recursos.

Ante la necesidad de crear un espacio especialmente personalizado, ARQUID puso en marcha una metodología de trabajo creativa que les permitiese intercambiar el mayor número de propuestas e ideas para dar con el diseño idóneo. Desde el brainstorming inicial, en el que llegan a participar todos los miembros del equipo, hasta el desarrollo de distintas alternativas y propuestas; todo ello pensando en formas originales, productivas y sostenibles de afrontar los retos que DOW ponía sobre la mesa. Junto a la marca, se repasan las propuestas y se empieza a construir un espacio con efecto WOW para el cliente y CALM para el trabajador.

¿El mayor reto? Conseguir un efecto WOW para los clientes, un espacio en el que experimentar y crear un showroom vivo de la marca, sin renunciar a la productividad y comodidad de los empleados que trabajan en el mismo espacio. Con esta premisa, ARQUID planteó y desarrolló soluciones poco habituales para conseguir el aislamiento acústico necesario en las salas de reuniones y espacios comunes; un “open space” lo más silencioso posible, en el que iban a convivir visitas comerciales con el trabajo del equipo.

El reto se abordó diseñando y construyendo un espacio siguiendo un recorrido, de forma que se dibuja un camino con movimiento a través de la oficina; un recorrido especial que conduce al cliente por todo el espacio, como si de una visita guiada se tratase.

El techo funciona como guía de este recorrido, con la ayuda de celosías que proyectan las líneas a seguir sin crear un límite fijo. Algunas de las celosías se complementan con tabiques de 2,75 m de vidrio transparente o translúcido para conseguir que la luz atraviese todo el recorrido, pero manteniendo a su vez aislamiento del ruido y privacidad para los trabajadores.

Las oficinas de DOW son un ejemplo de creatividad, donde todo ha sido diseñado al detalle para responder a necesidades muy concretas. Otro de los mayores retos fue adaptar el proyecto a los requisitos del edificio donde se ubican las oficinas. Los propietarios del local permitían hacer un fit out del espacio, pero no se podían modificar elementos como el falso techo radiante de frío y calor, o el suelo. Estas limitaciones supusieron un gran desafío, ya que el hilo conductor del proyecto radica en el techo y su capacidad de ordenar los espacios y marcar el recorrido. El suelo, por su parte, se resolvió con un tipo de suelo técnico sobre el que se colocan losetas de moqueta cuadradas, para asegurar el aislamiento y confort acústico, combinadas con triángulos de vinilo rojo y burdeos para señalizar las distintas zonas. Se apostó por materiales vinílicos debido a sus propiedades y durabilidad, de cara a evitar el crecimiento de moho, bacterias y machas persistentes, garantizando también un buen aislamiento gracias a su espesor de 5 mm.

El proyecto se organiza por flujos diferenciados que consiguen hacer entender al visitante, sin explicaciones, cómo debe moverse por la oficina. El customer experience o customer journey se adapta a la imagen corporativa de DOW; desmaterializando, deformando, estirando y jugando con los elementos hasta conseguir la imagen final.

Los espacios se organizan en distintas áreas principales. Por un lado, los puntos de trabajo abiertos, que se enmarcan con techos de madera y utilizan muebles, sofás y escritorios en tonalidades suaves para reflejar la luz y crear una atmósfera cálida que invita a trabajar en armonía.

Por otro lado, encontramos dos zonas comunes que destacan por su practicidad y versatilidad: la cantina, con una gran mesa de reunión social, taburetes altos y lámparas colgantes como protagonistas; y la arena, una tribuna de madera, luces colgadas y pufs de distintos colores que reflejan el espíritu innovador de la compañía, que da pie a que se generen conversaciones informales que se puedan convertir en ideas y propuestas para nuevos proyectos.

Otro de los espacios destacados es la zona de showroom; especialmente diseñada para conocer al detalle las opciones que frece la marca. El mobiliario se realizó a medida, integrando varios muebles; uno para la recepción, uno para las muestras y bancos específicos para la zona de pared y pantalla. Todo ellos iluminado de forma integrada con policarbonato retroiluminado.

Finalmente, se distribuyen también una serie de salas cerradas destinadas a reuniones. En ellas se mezclan sillas en tonalidades cálidas con losetas de moqueta de distinto color a las zonas abiertas, de forma que se diferencien y haya contraste con los puntos de trabajo comunes. Son zonas ideadas para obtener más privacidad y poder hacer reuniones o mantener diálogos largos con clientes sin molestar acústicamente a los demás compañeros.

Responsabilidad medioambiental

Todo proyecto que se emprende en la actualidad tiene un enfoque intrínsecamente sostenible, pero para DOW era importante incluir ideas y recursos que fomentaran al máximo el uso responsable de los recursos. Siendo una empresa muy comprometida con la sostenibilidad, su nuevo espacio de trabajo debía ir en consonancia con sus valores, por ello se apostó por algunos elementos clave que tenían como objetivo reducir al máximo la huella de carbono; desde la utilización de materiales locales de la zona, pasado por complejos sistemas de control de la temperatura que ofrecen parámetros de confort y sensores de lectura de CO₂ capaces de generar datos y analizarlos con el objetivo de adecuar la temperatura a diversos factores ambientales.

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