¿Puede un paisaje natural protegido en el Cap de Creus tener algo en común con una plaza de hormigón en el centro de la capital andaluza? Aunque podrían parecer completamente diferentes, ambos son espacios públicos, y la clave para abordarlos radica en escuchar al territorio y a los vecinos respectivamente.
La inauguración de elBulli1846 el 15 de junio representa un nuevo hito en la innovación del estudio en la cultura gastronómica y la creatividad de Ferrán Adrià. Este museo poco convencional exhibe todo su legado a los visitantes, tanto en el interior de los tres edificios que conforman el complejo, como en el impresionante entorno natural del Parque Natural del Cap de Creus, en el punto de encuentro entre el mar y la montaña.
Para la creación de sus zonas expositivas en este lugar idílico, el director de Smart & Green Design, Fernando Muñoz, se centró en explorar las infinitas posibilidades que ofrecía un paisaje tan singular con la asistencia de especialistas en ciencias ambientales. «No conocemos intervenciones museográficas divulgativas similares en entornos naturales», afirman desde elBulli. En este sentido, la propuesta también es pionera.
Buscando una simbiosis con el paisaje, el diseño de las instalaciones surge al identificar los puntos en común que comparten los pliegues, interferencias, afloramientos, fallas, diques o bandeados geológicos encontrados en una zona de interés geológico excepcional, caracterizada por el afloramiento de secuencias de rocas sedimentarias atribuidas al Paleozoico inferior, algo que ocurre en muy pocos lugares del planeta.
Como ejemplo, una de las instalaciones más destacadas en el recorrido es «Los bullinianos», un homenaje a todas las personas que han participado en los proyectos de elBulli a lo largo de su historia, la roca madre de la gastronomía contemporánea.
En Geología, la roca madre es la roca consolidada sobre la que se forman los suelos. Por lo general, no es visible debido a su gran profundidad.
Los afloramientos de migmatitas de Volt Andrau son un ejemplo único en Cataluña de este tipo de roca. El equipo de Smart & Green Design utiliza este afloramiento como referencia para dar forma a la instalación, la cual se presenta como un grupo de planchas de acero que emergen orgánicamente del suelo y sirven como soporte para una serie de vidrios impresos con los nombres de los bullinianos, ordenados cronológicamente, acompañados por figuras impresas en 3D.
De la roca sedimentaria al hormigón de Las Setas
Así como antes se interactuaba con el paisaje natural, en este caso es necesario establecer un diálogo con las cambiantes necesidades de la ciudad en el siglo XXI. Sevilla es una ciudad en constante transformación, que se reinventa y se adapta a las circunstancias imprevistas.
Una plaza es el punto de encuentro por excelencia para ciudadanos y visitantes. El objetivo de la intervención ha sido transformar una plaza rígida en un espacio amigable y contemporáneo que satisfaga tanto las necesidades de los residentes como las de los miles de turistas que la visitan diariamente. Para lograrlo, se propone, en primer lugar, incorporar la naturaleza como un elemento vertebrador de una nueva identidad, lo cual es cada vez más necesario en las grandes ciudades. Además, se plantea un plan estratégico de mobiliario urbano acorde con el contexto emblemático de la plaza, que ofrezca áreas de descanso y fomente la socialización, convirtiendo la plaza en un lugar al que uno desee «estar», y no solo un área de paso.
Paisaje en movimiento
El proyecto de paisajismo plantea intervenir en los sinuosos parterres del perímetro, inspirándose en el bosque de ribera para crear un filtro vegetal que tamice la ciudad. Por otro lado, en la amplia zona central diáfana se propone un «paisaje móvil» que pueda adaptarse a las diferentes situaciones que se experimentan en esta plaza, tomando como inspiración los ecosistemas naturales de la dehesa andaluza, donde el olivo es el protagonista.
Se busca lograr una plaza adaptable que encuentre un equilibrio entre el uso local, el turismo y las grandes celebraciones multitudinarias de la ciudad.
Para alcanzar este triple objetivo, se ha diseñado un sistema de «bancos-maceta-móviles» que, dependiendo de su disposición en la plaza, generen diferentes paisajes, creando las condiciones espaciales óptimas para satisfacer todo tipo de necesidades. Con el uso continuo del espacio, se irá identificando qué configuraciones móviles resultan más eficientes.
A diferencia de los parques y espacios urbanos tradicionales, donde el mobiliario y la vegetación tienen una ubicación fija, en esta plaza se pretende responder en tiempo real a las demandas imprevistas de los ciudadanos.
