Carlota y Alejandro, los dueños de un pequeño apartamento de 60 metros cuadrados en el centro de Madrid, presentaron una serie de requisitos al equipo de Impepinable Studio.
Querían un espacio con más de un baño, color, alegría, una zona de trabajo y el parquet que el perro había adoptado como su favorito.
El apartamento consistía en pequeñas habitaciones oscuras y fragmentadas con una decoración gris. Carlota, que trabaja en moda, necesitaba almacenamiento para su ropa y accesorios, mientras que Alejandro quería un lugar para sus libros y vinilos. Juntos, también querían una zona de trabajo compartida.
The Magic Wall
El equipo decidió utilizar un solo elemento para resolver todo el proyecto: un muro mágico. Este muro, de color verde, almacenaba ropa, libros, utensilios, electrodomésticos, tenía un baño integrado y una cocina. Además, distribuía todos los espacios de la casa.
Además del muro mágico, se agregaron colores alegres en las paredes. Se mezclaron el verde del muro con amarillo en las ventanas, radiadores antiguos y revestimientos de baño.
Las zonas de dormir se elevaron y se pintaron de azul para crear un espacio privado y tranquilo. Además, se utilizaron cortinas plateadas para configurar la zona de dormir.
Finalmente, Carlota y Alejandro disfrutan de un amplio espacio de estar, una luminosa zona de trabajo, un dormitorio azul y un vestidor XL.
El muro mágico ha proporcionado todo el almacenamiento necesario para sus libros, vinilos y ropa. Es un ejemplo de cómo un solo elemento puede transformar completamente un espacio.
